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Con o sin la familia Ball, los Lakers se están encontrando a sí mismos

NEW YORK -- Llegó temprano, mucho antes que la mayoría de personas que compraron asientos de primera fila para ver a los Lakers jugar contra los Knicks en el Madison Square Garden el 12 de diciembre pasado. Las personas que disfrutan del partido en asientos de esta clase terminan disfrutando la mayor parte de los calentamientos previos en la exclusiva sala Chase Lounge, disfrutando de cócteles o degustando aperitivos. Sin embargo, LaVar Ball quería llegar temprano. Su hijo Lonzo iba a debutar en este edificio histórico y, como es costumbre, LaVar tenía un mensaje que divulgar.

Lonzo se incorporó a los Lakers rodeado de las mayores expectativas con respecto a un novato del equipo desde la llegada del actual presidente del equipo, Magic Johnson (seleccionado con el número 1 del draft de 1979), su primera temporada en la NBA ha tenido un arranque con resultados dispares. Ha deslumbrado con su capacidad para hacer jugadas pero su efectividad de encestes desde la cancha es sólo del 32 por ciento (ubicado en el sótano en la NBA entre jugadores que han intentado por lo menos 10 cestas por partido). Cuando no encestaba, decaía su confianza. Por ello, LaVar se mantenía cercano a su hijo, hablándole antes y después de los partidos. Quería asegurarse que las presiones y expectativas no le hicieran estrellar... Porque todos tienen grandes apuestas por Lonzo Ball.

Para los Lakers, representa el más reciente salvador de la franquicia. Si puede llegar a ser lo que esperan de él Johnson y el gerente general Rob Pelinka, el equipo finalmente contará con alguien que portará la antorcha que iluminará el puente entre Kobe Bryant y la próxima era de los Lakers. Si fracasa, el nuevo régimen en pie dentro de los Lakers tendrá que responder por haberle escogido como número 2 en el draft y buscar otra manera de restaurar la gloria dentro de la franquicia.

Para LaVar Ball, Lonzo representa el primer paso para cumplir su sueño de construir un imperio alrededor de sus tres hijos, quienes juegan al baloncesto, similar a lo conseguido por la familia Kardashian. Si Lonzo no se convierte en estrella, ¿quién querría entonces ser un Big Baller? De fracasar, sería muy difícil que alguien quisiera comprar un par de los calzados comercializados por los Ball.

Sin embargo, LaVar Ball no le da mucho pie a acariciar la idea del fracaso. Si hay alguna cosa que no va como él espera, el Big Baller pone todo su empeño. Lonzo tenía dificultades con su enceste, agresividad y confianza. En la mente de LaVar, se debía a que el entrenador de los Lakers, Luke Walton, no lo estaba conduciendo de manera apropiada. LaVar no contaba con líneas directas de comunicación con Walton, y sus intentos de hacer lobby con Johnson y Pelinka detrás de cámaras no tuvo los resultados que él esperaba. Por ende, comenzó a criticar a Walton en entrevistas radiales y televisivas.

Tras una serie de titulares exasperantes, Johnson y Pelinka llamaron a LaVar para reunirse a finales de noviembre. Le pidieron bajar el tono de sus críticas o, por lo menos, acudir primero a ellos.

Ball prometió tras la reunión que intentaría "cambiar las cosas un poquito"; pero agregó: "Voy a decir lo que quiero decir, para así plantar una semilla". Y así fue: seis días antes del debut de Lonzo en el Madison Square Garden (a menos de una semana tras la reunión), LaVar nuevamente usó la radio para criticar a Walton por no poner a jugar a Lonzo durante el cuarto periodo de un partido, a pesar de las informaciones que indicaban que había sido sacado de la acción para darle descanso por molestias en sus pantorrillas.

Los Lakers estaban furiosos. Los periodistas preguntaban a Lonzo Ball si estaba de acuerdo con las declaraciones de su padre. Al igual que sus compañeros de los Lakers.

LaVar Ball se mostraba inmutable. El vivir como un Big Baller no es cosa sencilla. No siempre la gente estará de acuerdo con lo que se dice. Hasta ahora, LaVar había entendido que, si sigue mostrando esa actitud, usualmente consigue lo que quiere.

No era la hora de negociar o hacer concesiones. Era momento de arriesgarse. Cuando me acerqué esa noche en el Madison Square Garden a su asiento de primera fila, marcó sus líneas de batalla:

"Te preguntas de qué lado ponerse", dijo LaVar. Era una declaración, en vez de una pregunta que requería respuestas.


Había una época en la cual el éxito de Lonzo Ball estaba fundamentalmente anexado al éxito de los Lakers. Johnson había puesto en juego la reputación que lo llevó al Salón de la Fama, al seleccionar a Lonzo en el draft. Cuando Lonzo fue presentado como miembro de los Lakers, Johnson apuntaba a las camisetas retiradas que colgaban del techo y afirmó esperar que el número de Ball, un día, estuviera allí también.

El resto de los nuevos incorporados a los Lakers, Kyle Kuzma, Josh Hart y Thomas Bryant, fueron presentados ese día junto a Ball. Pero Lonzo era la principal atracción. Él fue el invitado a lanzar el primer pitcheo en el Dodger Stadium esa misma noche. Fue el jugador retado por Johnson a romper todos sus récords dentro de los Lakers. Su padre fue el beneficiario de una audiencia privada con los dueños de los Lakers previa a la rueda de prensa de presentación.

Todos los elementos del universo de los Lakers parecían depender del destino de Lonzo Ball y, en consecuencia, parecía depender de todo lo que su padre haga o diga. Pero algo muy gracioso ocurrió luego que LaVar Ball comentó a Jeff Goodman de ESPN que Walton "había perdido control del equipo" luego de nueve derrotas al hilo: Los Lakers se encontraron a sí mismos.

El equipo ganó 12 de sus próximos 16 compromisos entre el 7 de enero y el 8 de febrero, su mejor racha desde 2013. Y la mayor parte de esas victorias se produjeron sin la presencia de Lonzo Ball, quien no jugó en 12 de dichos encuentros debido a una lesión en su rodilla. La chispa se encendió en el equipo, comandado por Kuzma, Hart, Brandon Ingram, quien está en su segundo año en la NBA y el ex seleccionado en la lotería Julius Randle, quien comenzó a jugar la misma clase de juego generoso y rápido por el cual los Lakers seleccionaron a Ball, con la intención que fuera este último quien lo aportase al equipo. Walton, finalmente, logró convencer al equipo para jugar defensa a nivel de élite (los Lakers fueron terceros en la categoría de eficiencia defensiva durante ese periodo de 16 partidos, sólo por debajo de los Celtics y Spurs) tras darle dosis de banco a cualquiera (incluso sus estrellas) que no se esforzara lo suficiente en lo defensivo. Y el 8 de febrero, los Lakers hicieron una negociación importante, enviando a Jordan Clarkson y Larry Nance Jr. a Cleveland, liberando así espacio dentro del tope salarial para perseguir a dos agentes libres de élite este verano o en 2019.

Súbitamente, los Lakers habían encontrado una cultura ganadora. Incluso Pelinka se hizo de 20 boletos para que el equipo fuera a ver el musical "Hamilton" en una noche libre en Nueva York a fin de que ellos pudiesen disfrutar de algo cultural. Quizás sean demasiado jóvenes para apreciar por completo la obra de Lin-Manuel Miranda, pero Pelinka esperaba que al menos pudiesen entender la idea central de la escenificación teatral: un grupo de hombres jóvenes e idealistas en la era de la Guerra de Revolución, determinados a crear un mejor país.

"Tenemos tantos chicos jóvenes, y estamos tratando de armar un gran núcleo y una gran organización", dijo Hart. "A veces, uno queda tan absorto en su propio mundo, que no se es capaz de ver otras cosas. Por ello, es maravilloso ver otras personas en sus mundos, aprender cosas.... Tras ver 'Hamilton', y poderlas aprovechar en el mundo de uno".

Para Hart, el mensaje del musical fue particularmente relevante. A la noche siguiente, era titular contra Brooklyn y consiguió tres dobles-dobles en forma consecutiva.

"Una de las canciones más importantes dice: 'No voy a desperdiciar mi oportunidad'", dice Hart. "Uno no quiere desperdiciar todas las oportunidades que se presenten".

Lonzo Ball dijo que se trataba de la primera obra teatral que había visto, mostrándose sorprendido por cuánto le gustó. "Le dije a todos que, si nuestra clase de historia hubiese sido así, muchas personas estarían mejor informadas".

¿Entendió Lonzo el tema principal del espectáculo?

"Bastante", dijo. "Aprovechar las oportunidades".

No queremos sugerir que Lonzo Ball desperdició su oportunidad dentro de los Lakers o que ya no es esencial para el futuro de la franquicia. Lo sigue siendo. Sin embargo, en apenas un mes, pasó de ser el centro del universo a uno de varios planetas en su sistema solar. Su padre, mientras tanto, podría estar en otra galaxia, pasando la mayor parte de su tiempo en Lituania, donde sus dos hijos menores, LiAngelo y LaMelo, están jugando profesionalmente; puede ser el anfitrión de entregas de premios, promocionando su agua Big Baller Brad y amenazando a los Lakers, rayando en lo cómico, que Lonzo no firmará nuevamente con el equipo si no contratan a sus dos hermanos menores.

"No hay reacción", expresó Lonzo con respecto a la amenaza de su padre. "Siempre me dedico solamente a jugar. Él siempre habla. Siempre ha sido así".

Los Lakers se encogieron de hombros ante lo dicho por LaVar. El equipo se ha visto muy bien con Ingram manejando y con el recién adquirido Isaiah Thomas como suplente aportando habilidad para encestar. Lonzo Ball sigue siendo su base titular hoy y lo seguirá siendo en el futuro. El contrato de Thomas terminará esta temporada, y está en busca de un pacto a largo plazo que no encaja dentro del plan de los Lakers. Pero el protagonismo de Ball ya no es tan acentuado. Ya no hay tanta necesidad de que Lonzo Ball asuma el papel de salvador.

"Me preocuparé de estos 15 hombres y la dirección que vayamos a asumir", dice Johnson. "Esa ha sido mi preocupación desde el primer día, y esa seguirá siendo la razón de mis preocupaciones".


Aunque ahora sea difícil de recordar, viendo a LaVar amenazando a los Lakers desde el otro lado del mundo, la organización siempre quería apoyar a la familia Ball. Algunos dentro de la gerencia incluso disfrutaban el alboroto que LaVar creaba tan eficientemente para sí mismo, sus hijos y la marca de su familia. Después de todo, estamos en Hollywood.

"Tengo una relación especial con LaVar", dice Johnson. "Creo que él lo entiende... Sólo deseo lo mejor para él. Para su hijo. Le dije: 'He cruzado el mismo camino por el cual andará tu hijo, por eso soy la mejor persona para ustedes. Por eso, necesito que sólo te preocupes por el aspecto financiero. Deja que me encargue del baloncesto".

El plan original de los Lakers era dejar a LaVar ser LaVar. Que dijera lo que quisiera. Que concediera todas las entrevistas que deseara. Vender zapatos. Mercadear a sus hijos. Todo estaba bien. Las grandes personalidades no causan temor en la gobernadora y co-propietaria de los Lakers Jeanie Buss. Ella comenzó su carrera en el mundo del tenis, lidiando con padres exigentes como Richard Williams y Stefano Capriati.

Sin embargo, los Lakers sabían muy bien dónde querían fijar límites. La organización no permitió que el programa de los Ball en Facebook Watch, llamado "Ball in the Family" ("Ball en la familia"), grabar los partidos de forma gratuita, como sí lo han hecho otros equipos en la NBA. De acuerdo con fuentes, AEG (dueña minoritaria de los Lakers y propietaria y operadora del Staples Center) cobró a la productora del programa cuando rodaron las cámaras en medio de los partidos.

Cuando Lonzo Ball quería comprar 20 boletos VIP a cada partido de los Lakers en casa para su familia extendida, de acuerdo con una fuente, se le cobró la cantidad de $150,000, el mismo precio cobrado al resto de los clientes.

Las reglas de la NBA establecen que debe existir una separación entre la marca Lakers y la Big Baller Brand. Cualquier favoritismo que muestren podría interpretarse como una compensación adicional para Lonzo Ball. Y permitirle a LaVar ser LaVar era mucho más de lo que la mayoría de las franquicias de la NBA están dispuestas a tolerar.

Cuando los aficionados comenzaron a escribir por correo electrónico o llamar a los Lakers con quejas sobre los despachos o servicio al cliente de Big Baller Brand, empezó a surgir una preocupación razonable dentro del edificio. En enero pasado, el Better Business Bureau, organización sin fines de lucro encargada en Estados Unidos de evaluar la calidad de servicio de las empresas, le dio una calificación de "F" a la Big Baller Brand, prácticamente reprobando a la empresa tras recibir numerosas quejas con respecto a problemas de envíos y cumplimiento de sus órdenes, aparte de un servicio al cliente muy deficiente. Esa misma semana, LaVar estalló, acusando a Walton desde Lituania.

De acuerdo con fuentes cercanas a la situación, Johnson llamó a un socio de LaVar y le hizo una advertencia en fuertes términos. En público, los Lakers no dijeron nada.

"Miren, perdimos nueve partidos al hilo y no me oyeron decir nada, ¿verdad? Apoyé a Luke durante esos nueve compromisos", dijo Johnson. "Ahora, viene LaVar y dice algo y todos me preguntan: ¿por qué no dijiste nada?'"

"Pues bien, no voy a responder a gente que dice cosas distintas. (Walton) ya cuenta con mi voto de confianza. Su estabilidad laboral nunca ha sido puesta en duda por aquí. Sin embargo, todos estaban tratando de hacer un gran barullo al respecto. Estoy bien con Luke, estoy bien con Jeanie. Dije que no debíamos hacer alguna afirmación porque, si reaccionábamos a esto, la gente iba a esperar que reaccionáramos cada vez que alguien dijera cualquier cosa con respecto a los Lakers".

"Sabemos lo que tenemos, sabemos quiénes somos. El equipo ha respondido, y somos mejores. Por ello estoy feliz porque no reaccionamos aceleradamente".

Sin embargo, les fue muy difícil poder mantener silencio. De acuerdo con fuentes ligadas al equipo, los Lakers estaban enojados y decepcionados con LaVar Ball debido a sus comentarios. Sintieron que apoyaron y le dieron la mano a los Ball en una manera en la cual no lo haría ninguna otra franquicia en la NBA, solo para ser recompensados con irrespeto y dramatismo constante. O, tal como lo calificó un ejecutivo: "Nos extiende una mano y nos abofetea con la otra".

En mayor medida, los Lakers se han mostrado preocupados por los efectos que esta situación podría causar en Lonzo, a quien se le pidió implícitamente escoger entre su padre y su entrenador. Lonzo trató de mostrar cierto equilibrio cuando se le preguntó si estaba de acuerdo con las palabras de su padre y pensaba que Walton había perdido control del equipo, respondiendo que "jugaría para cualquiera".

Ciertamente, no fue la mejor respuesta. Sin embargo, ¿cuántos chicos de 19 años podrían dar una mejor? Si expresaba algo más fuerte, se expresaría contra el padre que lo crio, entrenó y ahora maneja la empresa de calzados Big Baller Brand, seleccionada por Lonzo por encima de contratos garantizados entre $10 millones y $15 millones ofrecidos por Nike, Adidas y Under Armour.

Lonzo es incondicionalmente leal a su padre y su familia. Además, se le recuerda constantemente lo importante de dicha lealtad.

Por ejemplo, está la casa de $5.2 millones adquirida por la familia en Chino Hills, denominada como la "Propiedad Ball" en el programa "Ball in the Family" transmitido por Facebook Watch. Los registros de propiedad muestran que fue adquirida por una Sociedad de Responsabilidad Limitada (conocida en Estados Unidos por las siglas LLC) en agosto pasado y luego traspasada a nombre de Lonzo Ball a finales de diciembre. ¿El nombre de dicha sociedad? Family Always Matters.

Cuando se le preguntó de quién era la casa, Lonzo Ball dijo que era de su padre.

- Pero Lonzo, ¿no dicen los registros inmobiliarios que está a tu nombre?"

"¿Quién sabe?", respondió Lonzo, alejándose de nosotros. "Todo lo que sé es que ellos viven ahí".


Adquisiciones tales como la vivienda arriba mencionada son posibles en mayor medida gracias al contrato firmado por Lonzo como novato. Sin embargo, varios aspectos del negocio familiar de los Ball han sido éxitos rotundos, especialmente el programa de Facebook Watch. Ha estado repleto con contenido increíble: LaVar lanzando una compañía de calzados al mercado, el arresto de LiAngelo en China y su posterior salida de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), la recuperación de Tina Ball tras una apoplejía, LiAngelo y LaMelo jugando en Lituania y, claro está, LaVar siendo LaVar.

Cada episodio de "Ball in the Family", ahora en su segunda temporada al aire, ha sido visto 1.2 millones de veces, con cifras máximas por episodio cercanas a los 26.8 milllones para la premier de su primera temporada, 10.2 millones para el estreno de la segunda, y 14.9 millones para el capítulo en el cual se puede ver la fiesta de cumpleaños de Lonzo. Existe también un grupo privado en Facebook dedicado a la serie, constituido por cerca de 29.000 miembros. Si bien aún no se ha anunciado una tercera temporada, se acaba de extender la segunda a 24 episodios, los cuales tendrán mayor duración (de aproximadamente 20-25 minutos, comparados a los 15-20 de los primeros capítulos), gracias a la petición de la audiencia. En resumen, los aficionados querían ver más de la familia Ball.

Esta clase de valor de marca y lealtad es sumamente valiosa en Internet. Facebook utilizó el programa para lanzar su nueva plataforma Watch en agosto pasado, y ha sido de lejos uno de sus programas más exitosos. Su ritmo es rápido, es divertido y a veces muestra corazón. Es producido por Bunim/Murray, la misma empresa creadora de los realities "Keeping Up With The Kardashians", "Project Runway" y "The Real World".

La serie ha sido sumamente lucrativa para la familia Ball. De acuerdo con múltiples fuentes ligadas a la situación, la familia recibió pagos en el orden de "millones" de dólares por formar parte del programa.

La familia Ball también ha aportado un poco de prosperidad al club lituano que firmó a LiAngelo y LaMelo, el Vytautas. Si bien LiAngelo y LaMelo reciben pagos por apenas 500 euros mensuales, lo cual fue revelado por Alvydas Vaicekauskas, alcalde de Prienai, durante una aparición en un programa de entrevistas en Lituania, el valor que aportan a la marca por sí solo es invalorable.

Transmisiones en streaming de los partidos del equipo han sido vistos por millones de personas en la web Ballislife, socia de Facebook. Lo recaudado en los streamings, al igual que el aumento en las ventas de boletos y el patrocinio de Big Baller Brand, valorado en decenas de miles de dólares, han ayudado al club a pagar sus viejas deudas, obtener dinero para nuevas contrataciones y remunerar a sus miembros actuales de forma constante, de acuerdo con el periodista lituano Donatas Urbonas.

"Big Baller Brand hizo un donativo al club", expresó mediante un correo electrónico Adomas Kubilius gerente general del Vytautas. "El donativo ayudó a solventar" las deudas con jugadores. Kubilius indicó que el club ya ha discutido maneras de "reintegrar" ese dinero a la empresa de los Ball.

Si bien Big Baller comenzó como fabricante de calzado, no está claro aún la cantidad de dinero hecho por esta empresa vendiendo ropa y zapatos. Nick DePaula de ESPN ha rastreado las pre-órdenes del diseño inicial del modelo ZO2 Prime (vendido por $495 el par) mediante la Web oficial de Big Baller Brand y encontró que menos de 1.000 unidades fueron vendidas antes de la "remezcla" hecha por el diseñador de Brandblack David Raysse en septiembre. La compañía ha sido exitosa utilizando el esquema de tiendas improvisadas en eventos, que atraen a miles de aficionados a eventos en China y Estados Unidos, quienes acuden en mayor parte con la aspiración de adquirir un producto firmado por uno de los hijos de la familia Ball.

Los costos de producción de este calzado son difíciles de estimar, porque LaVar Ball expresó en mayo pasado que estaban siendo fabricados luego de recibir las ordenes a fin de evitar tener "5.000 pares de zapatos guardados en una bodega". Típicamente la orden mínima de una nueva línea de calzado estaría por el orden de $3 millones a $5 millones, de acuerdo con Kenny Carroll, veterano ejecutivo de la industria del calzado, quien se reunió con Alan Foster, gerente de negocios de Big Baller Brand durante la primavera pasada, cuando la empresa buscaba un fabricante para sus zapatos. Sin una orden mínima, dice Carroll, es difícil el poder estimar la cantidad inicial invertida por Big Baller en costos de producción. Típicamente, de acuerdo con Carroll, las fábricas cobrarían un precio mayor por unidad de no contar con una orden mínima.

Independientemente de lo anterior, el informe del Better Business Bureau dejó claro que la empresa ha tenido problemas para entregar su mercancía a los clientes a tiempo y para cumplir de forma precisa con las ordenes hechas. Igualmente, Big Baller fue demandada por un fabricante local llamado Closet Connection, el cual alega que Big Baller Brand no les pagó por sus servicios de costura, fabricación y distribución.

"Es algo muy simple. Mis clientes proveen servicios a Big Baller Brand, y Big Baller Brand no les pagó en contraprestación", afirma Michael Sayer, abogado de Closet Connection.

En una contrademanda interpuesta en enero pasado, Big Baller Brand alegó que Closet Connection sufrió demoras en la entrega de mercancías, lo cual provocó que Big Baller Brand debiera pagar $50.000 en reembolsos y sufriera daños adicionales, como la calificación "F" por parte del Better Business Bureau. Sayer considera que los reclamos son "absurdos". Una audiencia judicial para escuchar a las partes está programada para mayo próximo, en la Corte del Condado de San Bernardino.

El programa en Facebook Watch muestra cómo los Ball vivieron en carne propia estos problemas de producción y entrega sufridos por Big Baller Brand, cuando Lonzo debe esperar en la sede de Big Baller Brand durante horas para poder autografiar sus zapatos. El director de servicio al cliente Joe Kang lo denomina como "inconveniente" y llama a FedEx para ver qué había pasado.

"Le prometimos a nuestros clientes que hoy sería el día en el cual despachábamos los zapatos, por ello aspiro que lleguen", dice Lonzo Ball frente a las cámaras de su programa. Cuando finalmente arriba la carga con los calzados y Ball los puede firmar aceleradamente antes de partir a la carretera con los Lakers, Lonzo dice: "Puse todo lo que tenía en esto. Pude haber firmado con Nike, o firmado con Adidas. Lo rechacé todo para apostar por mí mismo y mostrar... que uno puede forjar su propio camino".


Esta es, en una frase, la filosofía tras Big Baller Brand. Haz las cosas a tu manera, duplica el esfuerzo cuando tengas un reto en frente, rompe con las formas de pensar instituidas. Se trata de una marca que logra resonar en una época en la cual los músicos rompen con las empresas disqueras y publican su material por sí mismos, los actores crean sus propias compañías de producción y los atletas filman y venden sus propios documentales.

Las marcas que logran resonar de esta forma son sumamente valiosas para las empresas de medios a través de Internet como Facebook. Al igual que personalidades resonantes, como es el caso de LaVar Ball.

Pero ¿qué beneficio le trae una marca así a una franquicia de baloncesto que trata de regresar a la gloria tras pasar cuatro años en territorio directo de lotería?

¿El circo de la familia Ball llega a afectar al equipo en la cancha?

¿Valió la pena tomar a Lonzo Ball en el draft, estando consciente de todo el drama que su padre ha traído consigo?

Johnson dice no tener arrepentimientos.

"No, ni por un minuto", indica. "Él ha sido todo lo que pensábamos podía ser y más. Y hablo de Lonzo".

Y, ¿en el caso de LaVar?

Como lo sugiere el nombre de su sociedad: La familia siempre importa.

"Está mercadeando su negocio, entonces, mi respeto para él. Que lo siga haciendo", dice Johnson. "Sólo debe asegurarse de permitir que su hijo crezca con nosotros y que soporte los baches y golpes como lo estamos haciendo y las cosas saldrán bien. Todo saldrá bien para los Lakers y para Lonzo".