SAN ANTONIO -- James Borrego, coach de los Charlotte Hornets, esperaba que el guardia Tony Parker mirara en algún momento al coach de los Spurs, Gregg Popovich, para recibir una indicación.
Después de todo, es difícil culpar a 17 años de memoria muscular.
“Mirará a Pop y dirá, ‘¿Qué quieres, Pop?”, dijo Borrego. “Sabes que va a suceder. (Tony) probablemente mirará a Pop ara saber qué jugada viene”.
Parker prometió evitar cometer tal error a minutos de entrar a la duela para enfrentar por primera vez a los Spurs, el equipo con el que pasó sus primeros 17 años de una carrera que se espera termine en el Salón de la Fama, antes de firmar con los Hornets como agente libre en julio pasado.
Parker entró a la duela del AT&T Center y se unió al dueño de los Hornets, Michael Jordan, como los únicos jugadores en la historia de la NBA en jugar ante el equipo con el que ganó al menos cuatro campeonatos y un premio como Jugador Más Valioso de las Finales.
En contraste a lo que sucedió con el delantero de los Toronto Raptors, Kawhi Leonard, cuando fue a San Antonio a inicios de enero, Parker fue recibido calurosamente y con una ovación de pie que duró cerca de un minuto, luego de un video con duración de casi tres minutos que fue emitido en su honor.
Al tiempo que Parker agradeció a la afición con un saludo, la afición comenzó a gritar, “¡Tony, Tony, Tony!”.
Varios miembros de la familia de Parker volaron de Francia a San Antonio para sorprenderlo durante su visita a su ex equipo. El papá de Parker, Tony Sr., también estuvo en la arena.
Los Hornets vencieron 108-93 a los Spurs con el aporte de ocho puntos, tres rebotes y cuatro asistencias de Parker en 19 minutos desde la banca.
Reclutado a los 19 años directo de Francia, Parker pasó sus primeras 17 temporadas en la NBA con los Spurs, donde jugó un papel clave en la conquista de cuatro campeonatos.
Parker promedia 9.4 puntos, 3.8 asistencias y 18.6 minutos por juego con los Hornets.