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Nick Friedell y Baxter Holmes 5y

Cómo los Clippers lograron la mayor remontada en la historia de los playoffs de la NBA

OAKLAND, California – Sin importar por cuántos puntos hayan ganado o perdido los Golden State Warriors durante la temporada 2018-19, sus emociones nunca variaron. El experimentado grupo nunca entró en un estado muy alto o bajo de ánimo después de cualquier partido, manteniéndose confiados de que seguían siendo mejores que cualquier otro equipo. Después de cuatro apariciones consecutivas en las Finales de la NBA y par de campeonatos consecutivos, los Warriors se mantenían firmes en su idea de que nada podía detenerles y que podían pasar el interruptor cuando más lo necesitaban.

Esa sensación de inevitabilidad fue puesta a prueba a finales de la noche del lunes, cuando los Warriors dejaron perder una ventaja por 31 puntos durante la segunda mitad, en lo que terminó siendo una derrota 135-131 a menos de los LA Clippers en la misma noche en la cual perdieron a DeMarcus Cousins debido a una lesión de cuádriceps que potencialmente representaría su final de temporada.

El vestuario estaba callado, tal como lo ha sido durante toda la campaña después de un partido. Stephen Curry, aún vestido de uniforme, se sentó frente a su armario, revisando su celular. Quinn Cook salía de la ducha envuelto en toallas, sacudiendo su cabeza a medida que regresaba a su vestidor. El gerente general de los Warriors, Bob Myers, caminaba por el sitio con su corbata desatada, tratando de dar consuelo a sus jugadores y miembros del cuerpo técnico con un cálido espaldarazo, mientras que otros ejecutivos de los Warriors entraban y salían con la misma mirada aturdida en sus rostros.

“El ambiente es de mi----“, expresó Andrew Bogut, pívot suplente de los Warriors. “Y, de hecho, en mi opinión, es una señal positiva. No fue una situación en la cual nos decíamos: ‘Oh, les ganaremos la próxima vez’. Estamos verdaderamente enfadados por ello”.

Para contar la historia de cómo los Warriors llegaron finalmente a este estado, damos la palabra a las figuras clave involucradas en la remontada por mayor margen vivida en un partido de postemporada en la historia de la NBA:

Los Warriors toman ventaja por 31 puntos

Cuando Kevin Durant convirtió un tiro libre faltando 7:31 en el tercer periodo, los Warriors habían conseguido su mayor ventaja del partido. En ese momento, los Clippers tenían probabilidad de ganar el partido de .01 por ciento. No obstante, ya habían remontado un déficit de 28 puntos para imponerse a los Boston Celtics en la carretera en un partido disputado esta temporada.

Doc Rivers, entrenador de los Clippers: “Es lo que somos. Hablamos al respecto. Cada receso, (reiterábamos) que se trataba de lo que somos. Seamos nosotros mismos. Decíamos: ‘Seamos nosotros mismos. No cambiemos. Sigamos jugando de la forma cómo jugamos”.

Steve Kerr, entrenador de los Warriors: “Dejamos de jugar… cuando conseguimos la ventaja por 31 puntos, nos apagamos”

Stephen Curry, base de los Warriors: “Se fueron las ruedas de la carreta”.

LouWill mantiene a los Clippers a flote

El base de reserva de los Clippers, Lou Williams, comenzó a sumar puntos, anotando 17 tantos con 7-9 de enceste en el tercer periodo mientras su equipo comenzaba a amenazar la ventaja de los Warriors. Curry también fue sancionado con su cuarta falta en el tercer cuarto, lo cual afectó su ritmo después de una primera mitad en la cual actuó con fuerza. Para el inicio del cuarto periodo, la ventaja de los Warriors había caído de 31 a apenas 14 puntos… y los aficionados en el Oracle Arena se mostraban cada vez más incómodos.

Kevon Looney, pívot de los Warriors: “Creo que le quitamos el pie al acelerador y por un tiempo, nos ahorramos esfuerzos. Es un partido de playoffs y eso no se puede hacer”.

Curry: “Detesté mi cuarta falta, faltando casi ocho minutos en el tercer periodo. Toda nuestra rotación cambia. Muchas pequeñas cosas que terminan dándoles confianza. Ese efecto avalancha”.

Montrezl Harrell, alero de los Clippers: “Salimos a la segunda mitad, hicimos algunas cosas a la defensiva, las coberturas fueron diferentes. En general, salimos del vestuario en la segunda mitad, jugamos mucho más fuerte, fuimos mucho más agresivos. Nos lanzamos al precipicio y jugamos, básicamente, al baloncesto de los Clippers”.

Patrick Beverley, base de los Clippers: “Llegamos al descanso. No sentíamos que jugábamos como nosotros. Steph se soltó al final de ese segundo cuarto. Pero nos mantuvimos. Si has estado cerca de este equipo y digo esto a aquellos que no, hemos estado en desventaja de 28, 25 puntos, por eso, entendemos cómo se siente”.

Lou Williams, base de los Clippers: “Creo que, me perdí en el momento, para serte honesto. Estaba tratando de reducir el déficit. Sabía que teníamos desventaja de 30 puntos en una instancia del partido. Sólo me perdí en el momento”.

Curry: “Lou Williams jugó de forma asombrosa esta noche. Convirtió cesta importante tras cesta importante. En cierto momento, nuestra mentalidad colectiva, la energía tiene que estar allí para hacerle las cosas difíciles, conseguir buenas cestas a la ofensiva, también”.

Beverley y Durant se llenan de faltas

En cierto punto del tercer periodo, Beverley y Durant (quienes habían sido expulsados por su enfrentamiento antes de terminar el Juego 1) fueron sancionados con tres faltas consecutivas, de uno contra el otro, en un lapso de cinco segundos. Esos ánimos caldeados se mantuvieron presentes en el cuarto periodo, mientras que los Clippers seguían ganando terreno. Faltando 4:33 en el reloj y con la ventaja de los Warriors por cuatro puntos, Beverley cometió falta. Pocos minutos después, Durant fue sancionado con su sexta falta (cuatro de ellas a la ofensiva) con los Warriors teniendo anémica ventaja de dos puntos. Durant terminó con 21 puntos, pero sólo convirtió ocho tiros de campo, su segunda menor cantidad de intentos de enceste en un partido de playoffs en toda su carrera. Igualmente, Durant tuvo nueve balones perdidos, su mayor registro de esta categoría como miembro de los Warriors y fue perseguido por Beverley durante toda la noche. Durant y Beverley dejaron la arena sin conversar con los periodistas después de la conclusión del partido.

Beverley: “Hombre, yo no trato de meterme en la psique de la gente. No puedo evitarlo si la gente termina molesta conmigo. No es mi culpa. Salgo a la cancha e intento ser el mejor defensor en este jo---- planeta, de forma consistente, una y otra vez. Asumo mi rol, asumo mi trabajo muy seriamente. Lo hago por mis compañeros de equipo, entiendo mi rol. Entiendo cómo detener al rival. KD no es fácil de marcar, pero ciertamente, es divertido intentarlo”.

Rivers: “Él es sumamente importante para nosotros. Creo que la gente se pierde en sus excentricidades y cosas así. Pero su espíritu y alma son muy importantes para nosotros. Estaba alentando a todos. Pensé que él y Lou en particular, durante los recesos, cuando estábamos en desventaja, seguían alentando a los jóvenes. Lo podían ver. Pienso que ellos fueron verdaderamente importantes para nosotros”.

Williams: “Asumió ese reto con KD. Lo ha asumido plenamente. Los expulsaron durante la primera noche y KD se llena de faltas en el segundo partido. Eso no es medido con estadísticas. No queda en la hoja de datos. Así es Pat. Lo apreciamos por su esfuerzo y energía, la lucha y cómo se faja jugando. Eso es lo que aporta a este grupo, nos permite a los demás hacer nuestros trabajos con mayor facilidad”.

Shamet corona la épica remontada

Los Clippers, quienes estaban en desventaja desde los primeros minutos del primer periodo, empataron las acciones a 128 puntos por lado. Sin embargo, 12 segundos después, Curry volvió a poner a los Warriors adelante por apenas tres tantos. Luego que los Clippers redujeron la ventaja a un punto, Klay Thompson falló una cesta que le habría dado a los Warriors cuatro tantos de diferencia a su favor. Después, con el reloj marcando 16.5 segundos para terminar las acciones, el escolta de los Clippers Landry Shamet convirtió un triple para así completar la remontada, dándole a los Clippers ventaja 133-131. El Oracle Arena queda prácticamente en silencio, sin creer lo que estaba ocurriendo.

Rivers: “Me encantó el final del partido, Shai (Gilgeous-Alexander) tomó una excelente decisión para pasar e hicimos una gran cesta… me encantó”.

Shamet: “Se sintió bien cuando el balón salió de mis manos”.

Williams: “Tan pronto como él la atrapó, alcé mis manos”.

Luego de un receso, los Warriors entregaron el balón a Curry, quien falló un triple que habría devuelto la ventaja a Golden State, faltando menos de 10 segundos para el pitazo final. Harrell congeló la pizarra con dos tiros libres. La remontada se había concretado.

Klay Thompson, escolta de los Warriors: “Dejamos caer la guardia. No volvimos a ser los agresores. No merecíamos ganar ese partido. Los dioses del baloncesto no nos recompensaron”.

Curry: “Nos hemos sentido peor en el vestuario en ocasiones previas, en comparación con todas las experiencias distintas que hemos tenido en playoffs. Una vez más, allí radica la belleza de los playoffs. Sin importar lo que ocurre entre partido y partido, esto te hace empezar de nuevo y tienes otra oportunidad de cobrar impulso entre ahora y el jueves, ser realmente honestos con respecto a lo que salió mal en esa segunda mitad, hacer ajustes, asumir nuestra responsabilidad”.

Thompson: “Remontaremos la cuesta. Yo la remontaré. Todo el equipo lo hará. Enderezaremos el rumbo de la nave”.

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