Gracias a un alocado verano en el cual un grupo de súper estrellas han cambiado de equipo, la NBA ahora es un lugar muy distinto al que era hace apenas un año. Sólo pregúntenles a los corredores de apuestas de Las Vegas.
Durante la temporada pasada, la cima de la tabla de futuros incluía un favorito indiscutible como lo eran los Golden State Warriors, además de contendores tales como los Boston Celtics. Sin embargo, todos esos equipos han sufrido una fuerte caída en la tabla y ahora los primeros lugares de la lista son ocupados por los dos equipos de la ciudad de Los Angeles y los Milwaukee Bucks.
No solo los equipos a la vanguardia son diferentes; sino que este es el primer año desde 2015-16 en el cual no tenemos un favorito establecido por los apostadores.
En otras palabras: los Warriors han perdido su dominio mortal sobre la NBA.
Evaluando la nueva clase de contendores
Debemos tomar en cuenta los tres datos siguientes:
Los Warriors comenzaron la temporada 2018-19 como los favoritos por amplio margen en -200 y como el único equipo con probabilidades superiores a +500.
En esta temporada, tres equipos cumplen con esos parámetros. Antes del torneo anterior, solo seis equipos tenían probabilidades de ganar el campeonato de +2,000 o superiores. Este año, tenemos 10 equipos con esta característica.
El último año en el cual los Warriors no fueron favoritos en la pretemporada: 2015.
Los Toronto Raptors comenzaron la temporada 2018-19 con +1,400 y a pesar de ello, se alzaron con el título. Previo a la próxima temporada, siete equipos contendores muestran probabilidades así de fuertes. (Pedimos disculpas a los Denver Nuggets, Portland Trail Blazers y los equipos que no lograron calificar).
¿Cuáles son esos equipos? ¿Cuáles son sus interrogantes más importantes? Comencemos en la cima.
Los tres primeros
Los Angeles Lakers (+300)
No hay duda de que los Lakers cuentan con el poder de estrellas necesario para ganar el título; sin embargo, incluso si LeBron James y Anthony Davis logran tener temporadas monstruosas, la verdadera incógnita gira en torno al elenco de reparto y la capacidad general de este equipo para jugar a la defensiva y convertir cestas de 3 puntos.
Tal y como lo demostraron los Raptors, los rosters de equipos campeones están llenos de piezas complementarias que logran prosperar al lado de las súper estrellas. Las buenas noticias son que los Lakers consiguieron un jugador grandioso de estas características como lo es Danny Green, quien no solo aporta a los Lakers defensiva de gran calidad por las alas, sino que también representa una adición sustancial a su arsenal de encestadores.
Green debería encajar de forma casi perfecta al lado de James. Durante la pasada temporada, Green convirtió casi el 46% de sus triples en Toronto y más del 91% de sus triples fueron asistidos. Nadie ha creado mayor cantidad de asistencias para triples durante esta década que James, quien es especialmente adepto a crear espacios limpios en las esquinas, donde Green es particularmente letal.
Dicho lo anterior, sigue siendo válido cuestionar al resto del elenco de reparto de los Lakers. ¿Podrá DeMarcus Cousins recuperar cierta apariencia de su habilidad atlética? ¿Podrá Avery Bradley redescubrir su cesta en salto? ¿Funcionará el nuevo estilo de encestar de Kyle Kuzma?
Si las respuestas a las preguntas anteriores son positivas, los Lakers serán un equipo feroz. De lo contrario, AD y LeBron solo podrán llevar a este roster hasta cierto punto.
LA Clippers (+400)
Ningún otro equipo en la NBA tuvo una temporada baja mejor que los LA Clippers, que incorporaron a dos increíbles súper estrellas versátiles a un grupo que ya contaba con solidez. Los argumentos a favor de los Clippers son sencillos: Tienen al Jugador Más Valioso de las últimas finales como lo es Kawhi Leonard, a Paul George, un gran entrenador y algunos jugadores de reparto decentes. Si todo sale bien, podrían reemplazar a los Warriors y convertirse en el mejor equipo versátil dentro de la Conferencia del Oeste.
La gran preocupación es que no sea así. La pista delantera parece particularmente cuestionable. ¿Podrán JaMychal Green, Ivica Zubac y Montrezl Harrell convertirse realmente en gigantes de la rotación de un equipo digno de luchar por el campeonato? Quizás los gigantes sean menos importantes que nunca en la NBA, pero eso no significa que hayan pasado a la irrelevancia y revisando el grupo de contendores en la Conferencia del Oeste, no hay otras pistas delanteras que se vean tan débiles. Vemos nombres tales como los de Anthony Davis, Clint Capela, Draymond Green, Rudy Gobert y Nikola Kokic.
Milwaukee Bucks (+450)
Los Bucks merecen ser los favoritos en la Conferencia del Este y podría decirse que cuentan con la ruta más fácil a las Finales de cualquier equipo en la NBA. Durante el primer año del entrenador Mike Budenholzer, rápidamente se convirtieron en el favorito de los analistas estadísticos en la NBA; no sólo convirtieron un montón de triples, sino que también fueron líderes de la liga en rating neto. Milwaukee fue el único equipo en temporada regular que tuvo su ofensiva y defensiva en el Top 5 de esas categorías. Si existiera un trofeo para el mejor equipo de la temporada regular, lo habrían ganado. Pero cuando importaba más, Giannis Antetokounmpo y los Bucks sucumbieron ante Kawhi Leonard y los Raptors.
A pesar de ello, hay espacio para el optimismo. Leonard ahora juega en el Oeste, los Celtics se debilitaron y Antetokounmpo apenas tiene 24 años. Perder a Malcolm Brogdon duele, pero la adquisición de Wesley Matthews y Robin Lopez ciertamente ayuda.
La interrogante clave en Milwaukee es la siguiente: ¿cómo este equipo será capaz de enfrentarse a los nuevos Sixers? Los Raptors lograron descifrar a los Bucks en parte porque lograron conseguir formas de alejar a Giannis del aro. Pues bien, la pista delantera de los Sixers con Al Horford y Joel Embiid parece hecha a la medida para terminar de la misma forma.
A mitad de camino
Houston Rockets (+800)
A pesar de todo el drama que rodeó el cambio bomba de Chris Paul, los Rockets siguen siendo merecedores de ocupar la categoría de contendores. Después de todo, Houston ahora ostenta a dos de los últimos tres ganadores del premio al Más Valioso en su pista trasera. No obstante, es válido preguntar si la reunión de Russell Westbrook y James Harden funcionará bien. En algunos aspectos, Westbrook es la representación de todo lo que detestan los Rockets en la era Daryl Morey: pobre selección de cestas y mediocre eficiencia anotadora.
Los escépticos dirán rápidamente que sólo existe un balón en la cancha y que Westbrook y Harden son dos de los jugadores con mayor dominio del balón en nuestra era. Pero si esta canción suena familiar, se debe a que muchos de esos escépticos despertaron una interrogante similar cuando Houston adquirió a Chris Paul hace dos años. Morey, Mike D'Antoni y Harden hicieron que esa transacción funcionara bien, entonces, ¿por qué no serían capaces de repetir su éxito?
Paul y Westbrook son dos jugadores ampliamente diferentes. Paul es un gran encestador y en el caso de Westbrook, pues bien, revisemos lo siguiente:
Quizás no haya otro jugador en la NBA que mezcle volumen e ineficiencia de la forma como lo hace Westbrook. Entre las subtramas más fascinantes de la venidera temporada se encuentra ver a Westbrook intentar asimilarse a un ambiente ofensivo construido en torno a la corrección analítica. Westbrook podrá ser muchas cosas, pero analíticamente correcto nunca ha sido una de ellas.
A pesar de todo, los Rockets merecen cierto beneficio de la duda. Después de todo, hablamos de una organización que convirtió a Josh Smith en una pieza respetable de la rotación en los playoffs de 2015. Eso es digno de David Copperfield.
Philadelphia 76ers (+800)
Hablando de problemas con el enceste, Ben Simmons y los Sixers llegan a la nueva temporada siendo las mayores amenazas a los Bucks en la Conferencia del Este. Si todo sale bien en Filadelfia, los Sixers se convertirá en una increíble escuadra a la defensiva, con Simmons y Josh Richardson patrullando el perímetro, mientras Embiid y Horford protegen la pintura.
Folks, Bojan can shoot the lights out pic.twitter.com/rrFzzr1hhl
— Kirk Goldsberry (@kirkgoldsberry) June 30, 2019
Las interrogantes vendrán del otro lado de la cancha. ¿Pueden anotar los Sixers? Por supuesto. ¿Pueden anotar de forma eficiente y convertir triples? Esas son las verdaderas interrogantes.
Durante la pasada temporada, los Sixers se ubicaron en el puesto 19 en la NBA convirtiendo apenas 10.8 cestas de 3 puntos por partido. Incluso, si Richardson es capaz de reemplazar la mayor parte de la producción de JJ Redick en el perímetro, cuesta mucho imaginarse cómo este equipo puede convertirse en un equipo dentro del promedio en producción de triples. Sin los espacios adecuados en la cancha, los rivales de los Sixers tendrán mejor capacidad para desacelerar la anotación interior de Embiid, Simmons y Horford.
Los 76ers sólo llegarán hasta donde su eficiencia ofensiva y productividad en los triples les permitan.
Equipos sorpresa (los nuevos Raptors)
Golden State Warriors (+1,400)
Amigos, los Warriors son un equipo inesperado en la carrera por el título de la NBA en 2020. ¿Eso significa que su dinastía ha terminado? ¡No tan rápido! Con probabilidades de +1,400, tienen las mismas oportunidades de ganar el campeonato 2020 que tenían los Raptors antes de la temporada 2018-19.
No soy apostador, pero si lo fuera, pujaría fuerte por Golden State. ¿Por qué? Llámenme loco, pero si Klay Thompson vuelve a la acción en marzo o abril próximos y los Warriors está metidos en los playoffs, serán terroríficos. Siguen contando con la mejor pista trasera en la NBA, un Draymond Green en el último año de su contrato y un técnico de gran calidad. En una liga repleta de contendores aún con cosas por demostrar, asumiendo que se mantienen sanos.
El factor X en San Francisco será el nuevo integrante del grupo, D'Angelo Russell, quien aporta a los Warriors otro escolta talentoso capaz de crear oportunidades de cestas para sí mismo y los demás. Russell tuvo promedio de 21 puntos y 7 asistencias por partido el año pasado con los Brooklyn Nets, pero ¿será capaz de dar otro salto? ¿Por qué no? Kerr tiene la capacidad de convertir escoltas prometedores en súper estrellas. Cuando entrenó por primera vez a Curry y Thompson, esos chicos tenían 26 y 24 años, respectivamente. Russell apenas tiene 23.
Los factores limitantes son su profundidad y ofensiva. Incluso con la salida de Durant, es difícil imaginarse a Golden State incapaz de sumar sólidas cifras ofensivas. Stephen Curry será la pieza central de su ofensiva y sigue siendo uno de los jugadores más temibles a la ofensiva en la NBA.
El reto vendrá del otro lado de la cancha. ¿Podrá este equipo detener fácilmente a sus rivales sin Durant, Iguodala ni Thompson? Lo dudamos.
Utah Jazz (+1,400)
¿Saben cuál equipo no tendrá problemas a la hora de detener a sus rivales? El Utah Jazz en la temporada 2019-20. Gracias a Rudy Gobert, su defensiva se ha convertido en uno de los grupos más confiables en la liga y si Mike Conley puede mantenerse sano, este equipo incorporará a un base fenomenal a la defensiva.
Los problemas de Utah siempre han sido a la ofensiva. Durante el año pasado, ostentaron la segunda mejor defensiva de la NBA y el puesto 14 en lo que respecta a ofensiva. Conley también ayuda en ese aspecto. Oh, también ayuda la adquisición de Bojan Bogdanovic, quien simplemente se trata de uno de los encestadores de triples más consistentes en la NBA.
Utah necesita que Donovan Mitchell dé otro paso adelante en su desarrollo y necesitará conseguir formas de crear espacios limpios para Bogdanovic. Eso hará que esta ofensiva sea mucho mejor a la del año pasado. Si bien este roster quizás no incluya súper estrellas altamente cotizadas, está repleto de talentos versátiles que tienen como objetivo colarse en la fiesta en la azotea de la Conferencia del Este.
Después de vivir un torrente de movimientos de jugadores sin precedentes en el verano, la NBA se apresta a incursionar en un nuevo mundo de paridad. Hace apenas 12 meses, los Warriors se habían alzado con su segundo campeonato consecutivo y parecían listos para mantenerse como los grandes ganadores en los años por venir. Vaya, eso parece haber ocurrido hace años luz. Con miras a la venidera temporada, los Warriors ahora son apenas otro equipo contendor en un terreno lleno de talento. Lo único seguro es el caos.