Steve Baldwin, el propietario controlador del Washington Spirit, le informó a los otros inversionistas del club el jueves sobre su intención de vender sus acciones, fuentes le confirmaron a ESPN. El Spirit pertenece a la máxima división del fútbol profesional femenino de los Estados Unidos, la National Women's Soccer League (NWSL, por sus siglas en inglés).
The Washington Post fue el primero en reportar los planes de Baldwin.
Baldwin ha estado bajo presión por parte de los jugadores para que venda sus acciones a la co-dueña Y. Michele Kang desde que surgieron informes de que el ex entrenador Richie Burke abusó verbalmente de las jugadoras, así como otro informe separado detallando cómo una cultura tóxica se infiltró en gran parte de la organización.
Una fuente le dijo a ESPN que Baldwin le comunicó por medio de correo electrónico a los demás inversionistas que esperaba vender el equipo para fin de este año, aunque no nombró un individuo o grupo específico que estaría dispuesto a comprar el equipo.
The Post reportó que en el correo electrónico, Baldwin dijo: "He oído los llamados para un cambio. Entiendo que muchos de nuestros aficionados, jugadoras e inversionistas consideran que el club requiere nuevo liderazgo, dirección y energía. Y concuerdo".
Baldwin, quien ha sido dueño del Spirit desde 2019, ha estado batallando con Kang por el control del Spirit. Según The Washington Post, un supuesto acuerdo para que Baldwin vendiese sus acciones a Kang se cayó solo para que él cambiara de parecer. Baldwin había dicho antes que se alejaría de sus papeles como director ejecutivo y socio director, aunque en aquel tiempo no hizo mención de vender sus acciones.
La NWSL actualmente investiga al Spirit en torno a los alegatos que rodean a Burke y la cultura laboral del equipo.
La turbulencia llega en un momento en que la liga rinde cuentas ante los reclamos de abuso hechos contra entrenadores y ejecutivos. En total, cuatro entrenadores han sido despedidos o forzados a dimitir, incluyendo el ex técnico del NC Courage, Paul Riley, quien fue despedido a raíz de alegatos de coerción sexual hechos por dos exjugadoras del Portland Thorns.
La FIFA, la Federación de Futbol de los Estados Unidos (conocida como U.S. Soccer), la NWSL y la Asociación de Jugadoras (NWSLPA, por sus siglas en inglés) todas están llevando a cabo investigaciones sobre los alegatos de abuso que han surgido en el pasado mes.