El triunfo de Tigres del Licey fue suficiente para sacar a los veintidós veces campeones nacionales de la carrera por la postemporada.
Un año para el olvido para Águilas Cibaeñas ha culminado, finalmente, con su eliminación en la carrera hacia el Round Robin de la temporada 2023-24 de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM). Con una derrota frente a Estrellas Orientales, combinada con una victoria de los Tigres del Licey en el primero de dos juegos contra los Toros del Este, fue suficiente para que el sueño de alcanzar veintitrés coronas en el béisbol dominicano.
Los “Titanes del Caribe”, cuyo único logro en la campaña fue ganar la serie de exhibición en la ciudad de Nueva York contra Tigres del Licey, enfrentaron múltiples retos en el año. Desde despedir a su dirigente José Leger, tras quince partidos, hasta una racha de nueve derrotas consecutivas, las Águilas nunca pudieron demostrar un nivel competitivo que asegurara la posibilidad de regresar en la tabla de posiciones y colocarse en los puestos clasificatorios.
Las Águilas han tenido una de las mejores ofensivas en términos generales durante una gran parte de la temporada, aunque durante las últimas semanas se ha reducido ligeramente. Hasta la jornada del miércoles 20 de diciembre, el equipo es segundo en promedio de bateo con .258 y OPS de .696, mientras que son el equipo con menos ponches de la liga con 317.
El gran problema amarillo han sido sus lanzadores. Con la peor efectividad del torneo en 4.43, así como el segundo peor promedio de hits y bases por bolas por entrada lanzada (WHIP) con 1.46, así como la tercera mayor cantidad de transferencias, es una pequeña muestra de lo que ha estado mal para el conjunto amarillo. Adicionalmente, en 414 entradas (sin tomar en cuenta la jornada del miércoles), los lanzadores amarillos permiten un promedio de bateo de .254 a los bateadores rivales, el segundo peor del torneo.
Los problemas de las Águilas fueron bastante amplios a lo largo del año, por lo que las declaraciones dadas por el actual dirigente, Tony Peña, en las que llamó “enanos” del equipo, terminó convirtiéndose en realidad.