El futuro miembro del Salón de la Fama de Cooperstown se despidió del público de Los Ángeles por última vez antes de su retiro.
La carrera del legendario lanzador de Los Angeles Dodgers, Clayton Kershaw, ha llegado a su fin. Con solo dos partidos (como máximo) restantes en la Serie Mundial 2025 frente a los Toronto Blue Jays, Kershaw tuvo una última oportunidad para despedirse de manera sincera frente a los fanáticos de los Dodgers, quienes lo han acompañado durante 18 temporadas.
En un momento profundamente agridulce, tras la derrota en el Juego 5 ante Toronto, Kershaw tomó unos breves minutos para saludar y agradecer a los aficionados presentes en el Dodger Stadium. El mensaje fue claro: esta es la última vez que la afición de los Dodgers verá, en casa, al icónico zurdo como jugador activo.
Pero ¿qué se puede decir de un hombre que lo ha hecho todo en el béisbol?
Primero, están sus galardones: tres premios Cy Young, un premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, cinco títulos de efectividad, un Guante de Oro, un anillo de Serie Mundial y el premio Roberto Clemente (2012). Todos hablan del tipo de jugador, y de persona, que ha sido Kershaw.
Durante 18 temporadas, construyó una carrera que de manera prácticamente segura lo llevará a Cooperstown, con una efectividad de por vida de 2.52 en 2,855.1 entradas de labor, 3,052 ponches, 713 boletos otorgados, un ERA+ de 154, un FIP de 2.85 y un WHIP de 1.018. Números que reflejan de manera inequívoca el dominio del zurdo durante toda su trayectoria.
Es cierto que las críticas a Kershaw han girado en torno a su desempeño en postemporada, pero la realidad es que, sin sus mejores versiones, habría sido difícil que los Dodgers disfrutaran del éxito sostenido que los ha caracterizado en los últimos años. Kershaw se despide dejando una estela de logros que serán difíciles de igualar o superar, mientras dice adiós con una gran carga de recuerdos. Para quienes tuvimos la oportunidad de seguir su carrera completa, se marcha de MLB como uno de los más grandes lanzadores de todos los tiempos.
Clayton Kershaw se despide del Dodger Stadium, pero saluda a la inmortalidad.
