La controversia alrededor del uso de sustancias para mejorar el agarre de la bola fácilmente encabeza la lista de escándalos que tuvo Grandes Ligas (MLB) en la temporada del 2021, cuando se redujeron las sanciones por dopaje, pero aumentaron los castigos e investigaciones por mala conducta y violencia doméstica y creció la temible lista de inelegibles para trabajar en el béisbol.
Después de ignorar la violación a las reglas 3.01 ("Ningún jugador decolorará o dañará intencionalmente la pelota frotándola con tierra, resina, parafina, colorante, lija u otra sustancia extraña) y 6.02 (c) (prohibido al lanzador aplicar una sustancia extraña de ningún tipo a la pelota, ya sea con la mano o con el guante, frotándola en su guante, persona o ropa, etcétera) la oficina del comisionado decidió "tomar el toro por los cuernos" en junio pasado, anunciando una serie de medidas para erradicar la proliferación de sustancias pegajosas dentro de la comunidad de lanzadores del béisbol.
Los bajos promedios de pelotas puestas en juego, el aumento de los ponches y la inacción en sentido general, entre otras razones, forzaron a MLB a crear todo un protocolo de supervisión y revisión de los pitchers, en medio de los juegos, por parte de los árbitros.
Los violadores de primera vez son expulsados y reciben suspensiones automáticas de 10 partidos, mientras que los reincidentes se exponen a sanciones más severas.
Por supuesto, los lanzadores reaccionaron molestos. Después de todo, la mayoría se formó en un ambiente en donde frotar la pelota con alguna sustancia, más que hacer trampa era considerado una acción legítima para mejorar el agarre y reducir los lanzamientos desviados y los pelotazos.
Pero la permisividad y tolerancia de la liga por largo tiempo provocó que las sustancias pegajosas evolucionaran al punto de convertirse en armas ilegales de rendimiento.
Mientras más poderoso el pegamento, más velocidad y movimiento de los lanzamientos y menos probabilidades de conseguir buenos contactos. Los promedios de bateo de .245 en 2020 y .244 en 2021 son los más bajos de las ligas mayores en 50 años y la media de ponches por juego por equipo ha subido consistentemente cada año, desde 6.30 en el 2005 a 8.68 en los últimos dos torneos.
Aunque no retrata el comportamiento general del béisbol, el caso del derecho Gerrit Cole, la súper estrella con un contrato de $324 millones de dólares con los New York Yankees, representa el antes y después de la medida. Cole, uno de los mejores pitchers del juego y uno que fue señalado por usar el poderoso pegamento "Spider Tack", tuvo promedios de efectividad de 1.43 y 2.18 y comandaba la carrera por el premio Cy Young en los dos primeros meses de la temporada.
Pero desde que entró en vigencia la nueva regla contra sustancias, Cole desmejoró notablemente (4.65 en junio y 4.75 en julio), para entonces asentarse en agosto (3-0, 0.51) y volver a desplomarse en septiembre/octubre ( 5.18), cuando no aguantó más de dos entradas en el partido de comodines contra los Boston Red Sox.
Una molestia de corva seguramente jugó un rol en el declive del desempeño de Cole (16-8, 3.23 y 243 ponches en 181.1 innings), quien terminó segundo en la votación del Cy Young, pero es imposible separar el elemento de las sustancias pegajosas de la ecuación.
DOPAJE Y VIOLENCIA DOMÉSTICA
De acuerdo al informe anual de la Agencia Independiente del Programa Conjunto de Prevención y Tratamiento de Drogas de MLB, en la temporada del 2021 se realizaron 8,436 pruebas para detectar sustancias, seis resultados fueron adversos y cinco terminaron en sanciones de 80 partidos por una primera violación.
Paul Campbell, de los Miami Marlins, y Gregory Santos, de los San Francisco Giants, fueron suspendidos por el uso de estanozolol; Héctor Santiago, de los Seattle Mariners, por dar positivo a testosterona sintética, y Ramón Laureano, de los Oakland Athletics, por nandrolona.
El total de pruebas y de positivos fueron los más bajos de los últimos cinco años. Además, en el 2021, 84 jugadores recibieron una exención terapeútica, incluyendo 79 por "Déficit de Atención y Desorden Hiperactivo".
Por otro lado, dos jugadores fueron castigados por la oficina del comisionado por violar el programa conjunto de violencia doméstica, asalto sexual y abuso infantíl.
En marzo, el comisionado Rob Manfred suspendió al lanzador agente libre Sam Dyson por la temporada completa, luego que una investigación de MLB comprobara las acusaciones que hizo una mujer en redes sociales contra el ex lanzador de 33 años.
En noviembre, el jardinero dominicano de los Atlanta Braves, Marcell Ozuna, fue suspendido 20 partidos por un incidente que tuvo con su esposa en medio de la temporada. MLB explicó que la suspensión se aplicará de manera retroactiva para incluir los últimos 20 partidos de la serie regular de este año, durante los cuales el quisqueyano estuvo fuera de acción por ausencia administrativa.
Ozuna estaba en lista de lesionados recuperándose de una lesión en la mano derecha, cuando fue arrestado bajo cargos de asalto agravado, estrangulación y un delito menor de agresión contra su esposa por un episodio el sábado 29 de mayo en la casa de la pareja en Sandy Springs, Georgia.
Posteriormente, el pelotero de 31 años entró a un programa especial prejudicial, mediante el cual los cargos en su contra podrían ser desestimados. Dicho programa, fue colocado bajo supervisión durante seis meses y se obligó a asistir a clases de manejo de la ira.
Desde que MLB y la Asociación de Peloteros (MLBPA) acordaron un programa contra la violencia doméstica en agosto del 2015, catorce jugadores han sido suspendidos por el comisionado Manfred.
Sin embargo, el caso más publicitado de potencial violencia doméstica del béisbol este año, aún está en los tribunales y lejos de resolverse.
El pitcher Trevor Bauer, de los Los Angeles Dodgers, se perdió los últimos tres meses de su primera temporada de un contrato de tres años y $102 millones de dólares, colocado en lista de ausencia administrativa (licencia pagada) mientras enfrenta graves acusaciones por parte de una mujer de San Diego.
Durante una audiencia en la Corte Superior de Los Ángeles en agosto, la acusadora dijo que Bauer la golpeó en el rostro mientras tenían relaciones sexuales, en dos encuentros, en las noches del 21 de abril y el 15 de mayo. También describió otras escenas de violencia y sodomía. El lanzador y sus abogados sostienen que todo lo que ocurrió entre la pareja fue consensuado.
La oficina del fiscal de distrito aún no ha anunciado si presentará cargos penales contra Bauer, quien recientemente optó por no salirse de su contrato y seguir con los Dodgers en el 2022, cuando devengará $32 millones. En total (salario del 2021 y bono por firmar), Los Angeles ha pagado a Bauer cerca de $40 millones.
En resumen, ahora mismo no se sabe hasta donde llegará la fase legal del caso, pero más importante aún, no está claro si Bauer volverá a lanzar alguna vez con los Dodgers o con otro equipo de MLB.
LOS INELEGIBLES: ALOMAR, CALLAWAY Y PORTER
La MLB sacudió la industria en abril, cuando informó que estaba colocando al puertorriqueño miembro del Salón de la Fama Roberto Alomar en su temible lista de no elegibles después de una investigación sobre una acusación de conducta sexual inapropiada.
Alomar, quien se desempeñaba como asesor de la oficina del comisionado, fue sancionado con el peor castigo que tiene MLB debido al hallazgo de una pesquisa privada sobre un incidente ocurrido en el 2014. Un bufete de abogados externo llevó a cabo la investigación y determinó que Alomar "violó las políticas de MLB, y se justifica la terminación de su contrato de consultor y la colocación en la Lista de Inelegibles de MLB".
La liga reveló más detalles sobre ese incidente, lo que llevó a los Blue Jays también a cortar los lazos con el 12 veces Todos Estrellas. Aunque el Salón de la Fama de Cooperstown y el Salón de la Fama y Museo de Canadá anunciaron que no retirarán las placas de Alomar, el escándalo lanzó un balde de lodo al legado de uno de los mejores peloteros de todos los tiempos.
Un mes después, Manfred puso en la misma lista al antiguo dirigente de los New York Mets y entonces coach de pitcheo de Los Angeles Angels, Mickey Callaway, luego de completar una invesigación por acoso sexual contra el técnico. Los Angels lo despidieron inmediatamente.
Cinco mujeres que hablaron bajo condición de anonimato denunciaron al portal The Athletic haber sido acosadas sexualmente por Callaway durante el tiempo que fue coach de pitcheo de los Cleveland Indians (por cinco años hasta 2017), manager de los Mets (2018-19) y coach de pitcheo de los Angels (2020).
En junio, MLB impuso la misma condena al gerente general de los Mets, Jared Porter. Los Mets despidieron a Porter en enero, cerca de un mes después de haberlo contratado, por enviar mensajes de texto e imágenes sexualmente explícitos y no invitados a una reportera en 2016 cuando trabajaba para los Chicago Cubs.
El sustituto de Porter, Zack Scott, fue despedido por los Mets después de haber sido puesto en licencia administrativa, luego de un arresto por conducir en estado de ebriedad en agosto.
La lista de inelegibles (que prohíbe al afectado el trabajar con MLB, sus equipos y sucursales y cualquier otra relación con la liga, los equipos y los jugadores) existe desde el nacimiento de la oficina del comisionado en 1920, pero no recibía tantos nuevos miembros en tan poco tiempo desde que el primer comisionado, Kenesaw Mountain Landis, expulsara a 12 jugadores, incluyendo ocho de los Chicago White Sox por el escándalo de la venta de la Serie Mundial de 1919 a los apostadores.