En una Serie Mundial que terminará con un campeón histórico, las marcas ya se rompen. Una de ellas es la de Corey Kluber, quien en las primeras tres entradas ponchó a ocho de sus primeros nueve rivales, cifra inédita en un juego de campeonato de Grandes Ligas.
Kluber retiró por la misma vía a casi todos sus oponentes, a excepción de Anthony Rizzo en la primera entrada, con lo que dejó atrás la marca de Orlando Hernández (1999), Randy Johnson (2001) y Bob Gibson (1968), quienes acumularon siete chocolates en el mismo número de episodios.
El lanzador de los Indios lució imponente y acumuló hasta seis outs consecutivos por la vía del ponche en sus primeras tres entradas. Ya fue en la cuarta cuando se rompió su racha y los Cachorros fueron puestos en out mediante otro camino.
La actuación del pitcher de 30 años fue crucial en los primeros episodios para que los Indios colgaran el cero y se adelantaran en la primera batalla en busca del campeonato.
En la historia de las Series Mundiales, el mejor récord de chocolates propinados pertenece a Bob Gibson, quien en 1968 sacó a 17 por esa vía, en la victoria (4-0) de los Cardenales de San Luis frente a los Tigres de Detroit en el primer juego de la Serie, que al final se terminó por llevar la novena de Detroit.