El piloto mexicano de Red Bull remontó posiciones y aprovechó la estrategia para llevarse el triunfo en el Gran Premio de Mónaco
Checo Pérez se convirtió este domingo en el primer mexicano de la historia que gana el Gran Premio de Mónaco después de remontar posiciones y aprovechar la estrategia para vencer a los Ferrari de Charles Leclerc y Carlos Sainz que arrancaron por delante de él.
Después de un fin de semana tan complicado para Red Bull, que parecía estar un paso atrás de los Ferrari tanto en los entrenamientos libres como en la clasificación, la carrera fue una historia distinta.
Primero, la lluvia retrasó el inicio del Gran Premio de Mónaco y una segunda bandera roja por accidente obligó a que la carrera no se definiera en las 77 vueltas programadas originalmente, sino en la posición que ocupaban los pilotos en una hora específica, las 11:00 AM de la Ciudad de México en este caso.
Pero las condiciones fueron las mismas para todos y en pista mojada realmente el que aprovechó más fue Pierre Gasly, quien remontó posiciones al inicio de la carrera, después, la estrategia de Red Bull y la resistencia de Checo hicieron el resto.
Con la pista todavía mojada, Checo Pérez se arriesgó y cambió las llantas de lluvia por intermedias, sacrificando posiciones en pista que eventualmente recuperaría cuando el resto de los pilotos tuvieran que entrar a pits.
El compuesto intermedio cayó de maravilla a Pérez, que comenzó a recortar distancia con los líderes y cuando estos entraron a pits, Checo tomó el liderato para no volverlo a soltar.
Ferrari erró en su estrategia, llamando a Leclerc primero en la vuelta 18 y después en la 25 cuando Sainz estaba dentro, lo cual generó la ira del monegasco y lo retrasó.
"Era muy temprano para poner los de seco, pusimos los intermedios, pero perdimos una posición", declaró Leclerc al término de la carrera. "Luego hubo un malentendido, me encontré a Carlos delante. Fueron muchas decisiones equivocadas y en tu carrera de casa, es difícil de digerir".
Pero la carrera no se definió con en ese malentendido, como lo describió Leclerc, sino con la parada temprana de Pérez, con la que aprovechó las condiciones de la pista para colocar buenos tiempos en la pizarra. No fue suerte, Checo corrió el riesgo y le funcionó.
El impresionante accidente de Mick Schumacher, que detuvo la carrera en la vuelta 30, igualmente perjudicó o favoreció a todos por igual, ya que les permitió cambiar llantas sin comprometer su posición, los Red Bull fueron con amarillas y Ferrari con blancas.
Pérez salió en el primer lugar y comenzó la carrera contra el tiempo en busca de la victoria, pero el compuesto amarillo se degradó relativamente rápido y cuando faltaban 15 minutos para el final, el rendimiento de Checo vino a la baja, mientras Sainz, con el compuesto más duro se lanzó con todo, mejoraba con cada giro.
En poco tiempo, Sainz se colocó detrás del Red Bull de Pérez y comenzó los ataques constantes que fueron bien contenidos por el mexicano, esa defensa tampoco fue suerte.
Durante todo el fin de semana, Checo fue el único piloto que plantó cara a los Ferrari, en la práctica 1 se colocó en la segunda posición, detrás de Leclerc; en la práctica 2 terminó tercero, superado solo por Leclerc y Sainz; en la práctica 3 fue el líder; y en la clasificación quedó tercero apenas detrás de Sainz.
Y si lo trasladamos a la temporada, Checo es el único que ha logrado acercarse a la pelea que mantienen Max Verstappen (125) y Leclerc (116) por el campeonato de piloto con sus 110 puntos, el perseguidor más cercano es George Russell, que ocupa el cuarto lugar con 84.
La semana pasada en Barcelona, Checo parecía enfilarse a la victoria --que de haber conseguido seguramente habría sido sufriendo como este domingo-- hasta que el equipo le pidió dejarle el paso libre a Verstappen. Con molestia evidente, Pérez cedió, pero en lugar de derrumbarse después de esa decisión, se fortaleció y tuvo un sólido fin de semana, su perseverancia por fin le rindió frutos con su cuarto podio de la temporada y primer triunfo del año.
Seguramente se hablará que Checo merece una oportunidad legítima por ser el piloto N° 1 de Red Bull, pero en este momento los resultados favorecen a Verstappen y mientras el campeón no se equivoque ni pierda puntos, el trabajo de Checo seguirá siendo proteger a su compañero.
Lo perseverancia será la mejor apuesta para Checo y los resultados seguirán llegando.