La tradición puertas adentro del equipo Mercedes de Fórmula 1 marcó, desde 2013, una reunión cara a cara entre Toto Wolff, director del equipo, y Lewis Hamilton tras el parate invernal y antes del arranque de cada temporada. Los encuentros sirvieron siempre para repasar cuestiones del ejercicio anterior y plantearse objetivos para la venidera. Claro, hubo cónclaves distendidos y felices, con tiempos de éxitos y burbujas y otros con cara de preocupación, tras perder la hegemonía en el Mundial. Pero jamás esperó el pope austríaco lo que ocurrió en el encuentro de 2024.
Tras el cierre del ejercicio 2023, y previo a las fiestas de fin de año, se realizó el clásico brindis en Brackley y todos se despidieron como siempre. Wolff se fue tranquilo, con el contrato de sus pilotos ya cerrado y con la mente puesta en que James Allison, nuevamente ungido como director técnico de las Flechas de Plata, logre diseñar un auto competitivo, que vuelta a poner en batalla al team alemán, perdido en las dos últimas temporadas. Tras el parón del invierno europeo, el clásico encuentro entre Wolff y Hamilton se pactó para el 31 de enero en la casa de Toto, en Oxford.
Un día antes, el heptacampeón pasó por Brackley para hacer una prueba de su butaca para el auto de este año. Hasta ahí, no había ningún indicio de la bomba que estallaría horas después. Café de por medio, Wolff quería hablar de objetivos para 2024, cuando Lewis lo interrumpió y le disparó: “Voy a activar la cláusula de salida para fin de temporada. En 2025 me voy a Ferrari”. Lewis quiso que fuera así, que no hubiera comunicados ni abogados de por medio. Buscó que su salida se diera de la mejor manera y hablando cara a cara con el hombre con el que forjó una relación de amistad.
Wolff se acomodó en su silla y aceptó la decisión. La entendió. Rápidamente, el austríaco comenzó a diagramar el inmediato anuncio. Podría haber intentado guardar bajo siete llaves la decisión por un tiempo para no comenzar la temporada con una revolución tan grande como lo es que Hamilton se mude a Ferrari. Pero no fue la opción elegida. No quiso que los rumores, inevitables, inundaran el paddock en el inicio del Mundial. Así, citó a todo el personal a Brackley para las 14 (hora de Inglaterra) para el 1 de febrero. Con puntualidad, Toto apareció en una pantalla, ya que estaba en Milan para una reunión de ingenieros de Mercedes con Pirelli. Así, por una videoconferencia, el director de las Flechas de Plata les comunicó a todos que Hamilton dejará de ser parte del team a fin de año.
Anunciada oficialmente la salida de Hamilton, Wolff atendió a la prensa en otra videoconferencia. “Estábamos alineados cuando nos fuimos a las vacaciones de Navidad. Hay que preguntarle a Lewis por qué cambió de idea. Para mí es comprensible que quiera un nuevo desafío, un nuevo entorno, y quizás era la última posibilidad para hacer algo diferente. Ir a Ferrari, lanzar los dados por su último reto en su carrera, puedo entenderlo. El amigo que hay en mí dice que Lewis debería tener un octavo, porque se lo quitaron. Si lo gana en 2024 estaría muy bien, aunque soy consciente de que hay pocas posibilidades. Luego, cuando compitamos en la pista, prefiero que ganemos nosotros”, dijo Toto.
Claro, el austríaco debe pensar también en el futuro de su equipo y en el piloto que acompañará a George Russel en 2025. “Tenemos que tomar la mejor decisión para el segundo piloto. Contar con George es fantástico. La decisión para el segundo asiento es más fácil. No reflexioné si queremos a un rookie o alguien muy experimentado, no sé qué es mejor para nosotros. Si me decías hace dos días que Lewis se irá a Ferrari, no lo hubiera tomado como posible. Las cosas que pasan en el mercado de pilotos, a veces, son inesperadas”, cerró.