La hoja de ruta de la Fórmula 1 versión 2024 marcaba dos lugares en los que el himno neerlandés jamás había sonado para homenajear al ganador del Gran Premio: China y Singapur. Del resto de todas las pistas que integran el calendario del Mundial, Max Verstappen ya se había llevado el trofeo más grande. Aunque, claro, cada reducto tiene sus matices. Shanghai no integraba la agenda del torneo desde 2019 producto de la pandemia de Covid-19, en cambio Marina Bay es la bestia negra para el tricampeón. Pues bien, ahora sí, al piloto de Red Bull solo le queda sacarse la espina en la pequeña ciudad-Estado, porque a China ya la tachó de la lista después del aplastante éxito que logró en la quinta cita.
Con el festejo en Shanghai, Verstappen ya logró vencer en 26 circuitos diferentes en Fórmula 1 y quedó a cinco del récord que tiene Lewis Hamilton. Además, alcanzó la victoria en 30 Grandes Premios distintos, porque en algunos casos se cambió la nomenclatura de la carrera, pero se repitió el trazado, como el GP 70 Aniversario (en Silverstone), el GP de San Pablo (reemplazó a Brasil en Interlagos) y Estiria (en Spielberg). El rubro también lo encabeza Hamilton, con 31.
Ahora sí, no quedan dudas que Verstappen le apuntará todos los cañones a sacarse la espina de Singapur. Es cierto que falta mucho: será la 18ª cita, el 22 de septiembre. Marina Bay no lo trató bien, especialmente en las dos últimas visitas: fue séptimo en 2022 y quinto el año pasado; y apenas subió dos veces al podio en las siete veces que corrió.
Pero ya tachó China y con creces. El neerlandés no tuvo rivales durante la carrera. Picó en punta y dominó con amplitud, como ocurre casi siempre desde la temporada 2022, cuando comenzó la actual reglamentación de chasis con el efecto suelo. La explosión del freno trasero en Australia fue lo único que lo frenó en lo que va del actual ejercicio.
Tal vez el único que podía tratar de ir cerca de Max era Checo Pérez, pero perdió la posición de escolta en la largada con Fernando Alonso y todo se complicó para el mexicano, porque tardó seis giros en recuperar la posición y Verstappen ya se había ido a más de siete segundos.
Tanta es la superioridad de Verstappen y su Red Bull (no se descubre nada, por cierto), que, tras su primera detención en boxes por cambio de neumáticos, volvió a pista y superó a Oscar Piastri, Charles Leclerc y Lando Norris para volver a la punta de la carrera. El dato: ninguno de los tres rebasados se habían detenido…
La intriga, poca, se dio con el doble ingreso del auto de seguridad. Primero por la rotura del motor del Sauber de Valtteri Bottas (los auxiliares no podían sacar el auto) y tras el relanzamiento, otra vez salió el coche insignia por un choque en cadena que armó Lance Stroll (Max iba muy lento en la última vuelta neutralizada).
Max Verstappen celebró su victoria en Shanghai con Lando Norris y Checo Pérez.
¿Y los rivales? A un mundo y probando cosas. Ferrari desplegó toda su gama de estrategias: plan A, plan B, plan D… Aston Martin apostó por cubiertas blandas con Alonso en la mitad de la competencia y en el final volaba con los medios frescos para terminar séptimo. Los Mercedes por momentos eran conos en la pista por lo lento que giraban (por momentos, la Flecha de Russell iba dos segundos por vuelta más despacio que el RB20 del neerlandés). McLaren sigue mostrando su competitividad, pero para luchar por podios, no triunfos mientras Max esté en pista y el segundo lugar de Lando Norris es una buena muestra.
Apenas se consumió el 20,83% del calendario de 2024 y ya nadie duda que Verstappen logrará su cuarta corona. En Shanghai logró su 58º éxito en el Mundial. Falta saber cuándo lo sellará. Mientras tanto, el otro objetivo que le queda para este año de dominio es Singapur para poder decir que logró ganar en todas las pistas que visita la F1.