Las Flechas de Plata partirán adelante en el GP de Gran Bretaña, 12ª fecha del Mundial, con el más joven de los ingleses en el primer cajón. Max Verstappen partirá cuarto.
Ahora sí, ¡Mercedes está de vuelta! Y la Fórmula 1, sin dudas, lo celebra. Así como en su momento de mayor apogeo la mayoría de los fanáticos ya estaban cansados de su dominio, el retorno a la pelea en tiempos en los que la baraja está mezclada como pocas veces en los últimos tiempos, la clara mejoría de las Flechas de Plata es otra bocanada de aire fresco. El 1-2 que logró el team alemán con George Russell y Lewis Hamilton en la clasificación del GP de Gran Bretaña, es la muestra cabal del repunte.
Russell viene de ganar una semana atrás en Austria, en un triunfo heredado tras el toque entre Max Vertsappen y Lando Norris, pero el FW15 ya venía amagando. Al éxito de Spielberg, el inglés más joven de la dupla de pilotos le sumó el podio de Canadá. Y el heptacampeón fue tercero en Canadá.
Mucho debió trabajar Mercedes para poder tener un auto competitivo en la Era del efecto suelo. Después de dominar a piacere con la llegada de los motores híbridos en 2014, su reinado cayó en desgracia con el cambio aerodinámico impuesto por FIA y F1 en 2022. El rebote de sus chasis fue una espada de Damocles que no podían sacarse. Y una vez que lo lograron (tardaron una temporada y media), no tenían velocidad. No había manera. Se esperaba que en 2024 todo fuera diferente, que rápidamente se pusieran en la pelea. Pero no pasó. Apenas 44 puntos como equipo en las primeras cuatro fechas tenían realmente gusto a poco y desde Brackley veían cómo Red Bull ganaba, Ferrari llegaba a meterse en pelea y el avance sostenido de McLaren, el equipo del año. Pero Mercedes, nada.
Los ingenieros de las Flechas de Plata siguieron trabajando, con el agregado de que su estrella ya no estará más en 2025, porque Hamilton se mudará a Ferrari. Y llegaron las buenas, finalmente. Triunfo en Austria y el 1-2 de la clasificación de Gran Bretaña, para el festejo de Toto Wolff, una imagen que hacía años no se veía.
“El auto se está sintiendo muy bien y disfruto mucho el manejo en esta pista. Igual los ojos están puestos en ganar la carrera de mañana” dijo Russell tras conseguir su tercera pole position, la segunda de la temporada tras lo conseguida en Canadá. “Definitivamente no esperábamos estar en primera fila, pero el auto se sintió fantástico. Todo el equipo merece esto”, dijo el heptacampeón.
Mercedes pudo contra todos, como en sus tiempos de dominio. Atrás quedó Norris, tercero con su McLaren. ¿Y Max Verstappen? Cuarto, complicado, especialmente por un despiste que dañó su auto en la Q1, cuando la pista era un jeroglífico por la lluvia que dejó mojada algunas partes. “El auto quedó muy dañado en el piso, traté de perder lo menos posible. Estar cuarto en esta situación es un buen resultado. Honestamente creo que fuimos en la dirección correcta con el auto, pero las roturas complicaron. Cambiaremos el piso para mañana”, dijo el tricampeón.
¿El resto? Ferrari, sigue en otro planeta y no justamente por lo brillante. Carlos Sainz rescató un séptimo puesto y debe estar contento de haber llegado a Q3, porque Charles Leclerc ni siquiera pudo avanzar hasta ahí. Y peor aún fue para Checo Pérez. El mexicano cometió un error cuando salió con los neumáticos lisos en la Q1, aún húmeda, hizo un trompo y terminó en la leca. El tapatío no quería bajarse del auto, mientras Christian Horner mostraba su fastidio y desilusión ante las cámaras del mundo.
Para la carrera cualquier cosa puede pasar, porque el pronóstico anuncia tormentas para la hora del inicio. Si se cumple, será barajar, dar de nuevo y tratar de mantenerse en pista. Hasta ahora, Mercedes domina y está de vuelta.