La fiebre de Franco Colapinto abrió interés en el gobierno argentino de tener otra vez al Mundial en Buenos Aires. Daniel Scioli, secretario de Turismo, Ambiente y Deporte, tendrá reuniones con Liberty Media en Brasil.
El coqueteo con la Fórmula 1 fue una constante en los últimos gobiernos que pasaron por la Argentina. En 2012, Cristina Fernández, quien comandaba el Ejecutivo argentino, realizó un pomposo anuncio en plena Casa Rosada sobre el retorno del Mundial al país para correr tres años seguidos (2013 a 2015) en un callejero de Mar del Plata, que pasaría por una de las escolleras. Todo muy lindo, aunque a la escollera le faltaban 18 metros de ancho para el ida y vuelta que se pretendía. Resultado, nada. Después llegó el momento de Mauricio Macri como presidente y marcó que la F1 era una “prioridad de gestión”. Resultado, nada. Luego apareció Matías Lammens, como ministro de Turismo y Deporte de Alberto Fernández, quien aseguró que se trabajaría para el retorno de la F1. Resultado, nada. Ahora llegó el momento del flirteo en la gestión de Javier Milei.
El anuncio lo hizo Daniel Scioli, secretario de Turismo, Ambiente y Deportes de la Argentina, durante la Feria Internacional de Turismo: “Me voy a ocupar porque lo hablé con el presidente Javier Milei para traer la Fórmula 1. No tengo duda, ya están en marcha las conversaciones para traer a nuestro país porque hoy se permite pensar en grande”, dijo el exmotonauta para sorpresa de muchos de los integrantes de la secretaría que comanda. “La verdad, nos dejó sorprendidos a todos”, dijo una fuente del ente gubernamental a ESPN.com sobre los dichos del secretario.
Scioli viajará a Brasil durante el fin de semana del GP de San Pablo para reunirse con la gente de Liberty Media, la empresa estadounidense que maneja comercialmente a la F1, contacto que realizó Felipe Mc Gough. El secretario de Estado presentará el proyecto de la realización del GP de la Argentina, que se realizó por última vez en 1998, con victoria de Michael Schumacher. “La Argentina está preparada para traer a la F1 con inversiones privadas. Les vamos a plantear por qué tienen que venir al país. Además de la importancia de Franco Colapinto”, dijo Scioli en una entrevista con Radio Mitre. Y remarcó: “Se dan las condiciones, a través de la inversión privada, de poder cubrir los gastos y la logística que demanda un evento de repercusión mundial y de generación de trabajo”.
Eugenio Breard, presidente de la Comisión Deportiva Automovilística, quien también participará del encuentro en Brasil, aseguró que el trabajo es para 2027. “Si el país sigue yendo por este camino, la Ciudad de Buenos Aires avanza como lo está haciendo y se pueden llevar a cabo las obras en el autódromo, más la frutilla del postre que sería tener en la grilla a un piloto argentino, ahí recién se darían todas las condiciones para volver a tener un Gran Premio de Fórmula 1”, señaló en Carburando. Un combo importante.
Ahora bien, el lugar elegido es el autódromo de Buenos Aires. Algunos preguntan por qué no Termas de Río Hondo, lugar que visita MotoGP. No hay chance, la F1 no saldrá de la capital del país por cuestiones logísticas. El autódromo porteño tiene obras retrasadas desde hace mucho tiempo. La última gran reforma se hizo en 1994, justamente para el retorno de la F1 en 1995. Durante el primer mandato de Horacio Rodríguez Larreta como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se anunció un pomposo proyecto de ciudad autódromo, con recorte de parte de los terrenos para crear un polo automotriz y la modernización total del complejo. El proyecto quedó descansando en algún cajón porque jamás se hizo.
En 2023, finalmente, comenzaron tareas de renovación que incluyó la repavimentación de todos los circuitos, algo que el autódromo ya pedía a gritos. También se mejoraron las medidas de seguridad en la pista. Claro, falta la parte más grande. Se debe realizar una modernización total de la estructura de boxes y edificios (torre de control, sala de prensa, sectores vips), una obra hidráulica clave para evitar que se inunde ante fuertes lluvias, como ocurrió en noviembre del año pasado, y la instalación de la fibra óptica (la señal de Internet no es buena por estos días). Toda la obra corre por cuenta del gobierno porteño, que es el propietario del predio, el más grande de la ciudad con casi 200 hectáreas. El Estado porteño, que encabeza Jorge Macri (primo del expresidente), buscará aportes privados a cambio de la utilización de las instalaciones. La obra total rondaría entre 20 y 30 millones de dólares.
Más allá de la reforma del autódromo, después está el canon que se debe pagar anualmente a la Fórmula 1 para la visita. El costo de las carreras no es fijo. Por ejemplo, el GP de Emilia-Romagna tiene un fee de 21 millones de dólares, uno menos que Bélgica. El GP de España paga 25 millones, lo mismo que Austria, Italia, Japón y Brasil. En cambio, el GP de Gran Bretaña está en 26 millones. Las competencias europeas más caras son Países Bajos (32 millones) y Hungría (40). Azerbaiyán paga 57 millones y el combo Baréin, Qatar, Abu Dhabi y Arabia Saudita deja 204 millones de dólares por año en las arcas de Liberty. En América del Norte, Austin deja 30, lo mismo que México y Canadá paga 32. En base a estos presupuestos, la carrera de la Argentina rondaría entre 25 y 30 millones de dólares de fee para disputar un GP en Buenos Aires. Según Scioli, el aporte llegaría desde privados.
Otro tema muy importante pasa por encontrar un hueco en el calendario. Actualmente, la agenda de la F1 tiene 24 Grandes Premios, el máximo que permite el Pacto de la Concordia, el acuerdo quinquenal que firman la FIA, el promotor (Liberty Media) y los equipos. A fines de 2025 vence el actual Pacto de la Concordia y desde Liberty pretenden aumentar el tope de carreras a 28, proyecto que encuentra resistencia en las escuderías. Stefano Domenicali, presidente de la F1, tiene en carpeta el retorno a África y ahí aparece Ruanda, país que ya presentó su proyecto en septiembre y que albergará la gala de fin de año de la FIA, donde también se realizará la reunión del Consejo Mundial.
Del calendario actual, hay citas cuyos contratos vencen al cierre de 2025, como Italia, Bélgica, Países Bajos, México, Brasil, Emilia-Romagna y Mónaco. La mayoría se trata de clásicos en medio de un itinerario que en los últimos 25 años sumó muchos lugares sin ligazón con la F1, pero con billeteras abultadas.
La Argentina recibió 20 veces a la F1, todas en Buenos Aires. La primera vez fue en 1953, con victoria de Alberto Ascari con Ferrari. Juan Manuel Fangio es el máximo vencedor de la competencia argentina con cuatro éxitos (54-55-56-57). Después de las visitas de la década del 50, la Argentina se quedó sin F1 desde 1960 hasta 1972, coincidiendo con Carlos Reutemann. Salvo en 1976, la categoría visitó el Coliseo porteño hasta 1981. Finalmente, bajo el gobierno de Carlos Menem y en el período de la convertibilidad, el Mundial corrió de 1995 a 1998. El éxito de Michael Schumacher con Ferrari el 12 de abril de 1998 marcó la despedida. ¿Se dará la vuelta o será un nuevo coqueto que tenga como resultado nada?