La marca japonesa selló una asociación técnica de largo plazo con el equipo estadounidense. Ferrari y Dallara seguirán trabajando con el team de Gene Haas.
El paso de Toyota como equipo integral por la Fórmula 1 será recordado por siempre como uno de los fiascos más grandes de la historia. La marca japonesa siempre que decidió entrar a una categoría lo hizo solo con un objetivo: ganar. Así ocurrió en el WRC o en el WEC en los últimos años. La casa de Aichi, al este de Nagoya, ingresó a la máxima categoría en 2002 con uno de los mayores presupuestos de aquellos años. Allan McNish y Mika Salo fue la dupla elegida para el estreno. Los resultados nunca llegaron. 2005 fue la mejor temporada, con el cuarto puesto en la Copa de Constructores, pero no logró cosechar ningún triunfo. Apenas 13 podios y tres pole positions en 139 Grandes Premios, muy poco para tanta pompa, que incluyó una planta imponente en Colonia, Alemania. La crisis económica mundial de 2009, que sacudió la industria automotriz, llevó a Toyota a cerrar su programa al cierre de ese año. Desde entonces, la F1 quedó fuera del radio de la compañía, que se enfocó en el WRC (ganó cuatro títulos desde su retorno en 2017) y en el WEC (cinco coronas).
Después de 15 años de la salida de la F1, Toyota retornará de una manera muy distinta a la que tuvo hasta 2009. En Fuji se anunció un acuerdo de sociedad técnica con el equipo Haas. El objetivo de los japoneses es retornar a la máxima categoría sin un compromiso total y para los estadounidenses valerse de la tecnología que puede aportar el gigante de la industria automotriz. La alianza es plurianual y no se informó hasta cuándo será.
"Contar con el apoyo y el trabajo de un líder mundial del sector de la automoción junto a nuestra organización, al tiempo que intentan desarrollar y acelerar su propia experiencia técnica y de ingeniería, es sencillamente una asociación con beneficios evidentes para ambas partes", dijo Ayao Komatsu, el director de Haas. “Tendremos la capacidad de aprovechar los recursos y la base de conocimientos de Toyota Gazoo Racing, al tiempo que nos beneficiamos de sus procesos técnicos y de fabricación, será fundamental para nuestro propio desarrollo y nuestro claro deseo de seguir aumentando nuestra competitividad en la Fórmula 1. A cambio, ofrecemos una plataforma para que Toyota Gazoo Racing aproveche al máximo sus capacidades internas de ingeniería y las haga progresar", agregó.
"Al competir junto a MoneyGram Haas F1 Team en la cumbre del automovilismo, pretendemos formar pilotos, ingenieros y mecánicos, al tiempo que reforzamos las capacidades de MoneyGram Haas F1 Team y Toyota Gazoo Racing. Y deseamos contribuir a los deportes de motor y a la industria automovilística", dijo Tomoya Takahashi, el presidente de Toyota Gazoo Racing, el departamento deportivo de la marca. El comienzo de la relación es inmediato y ya en el GP de Estados Unidos se verán los logos de Toyota en los chasis de Haas.
El equipo de Gene Haas sacará provecho de más recursos y más hardware y contará con un simulador propio para que sus pilotos (Esteban Ocon y Oliver Bearman desde 2025) pueda prepararse. En la actualidad, los pupilos del team tiene el de Ferrari, pero con las complicaciones logísticas y de tiempo disponible a cuestas.
Ferrari tiene una alianza con Haas que se mantendrá. Desde Maranello continuará saliendo el motor que impulse a Haas (hay contrato hasta 2028), la caja de cambios y otras piezas. La escudería de Estados Unidos, con base en Banbury (Inglaterra) corre desde su nacimiento con chasis construidos por Dallara, empresa con la que también continuará vinculado. A partir de ahora, Toyota podrá producir determinadas piezas del chasis, pero sin abandonar a Haas como constructor. “Coexistiremos”, dijo Komatsu. Por ahora está descartado que ingenieros de Toyota viajen a los Grandes Premios, pero no se descarta para el futuro.