El argentino perdió el control de su FW46 y terminó contra un muro, bajo régimen de auto de seguridad, después de una extraña decisión estratégica de Williams.
San Pablo (Enviado Especial) Franco Colapinto venía en una carrera complicada. Su primera competencia con lluvia en Fórmula 1 era una prueba más que debía pasar en el GP de San Pablo, 21ª fecha de la temporada. Y el final no fue el mejor: un tremendo golpe contra la pared en la vuelta 31 lo dejó sin final y con su Williams destrozado. El paso por Brasil del equipo de Grove fue muy costoso: sus dos FW46 con daños severos después de que Alex Albon destrozara el suyo en la clasificación y ni siquiera pudiera largar.
Colapinto largó 16° después de que Carlos Sainz debiera partir de boxes (cambió unidad de potencia) y se mantuvo en el lote que luchaba por las posiciones del 12° al 15°. Fue superado por Max Verstappen en la largada, batalló y ganó contra Lewis Hamilton en una maniobra que el inglés lo respetó, sufrió un golpe desde atrás de Oliver Bearman (fue sancionado con 10 segundos) y le costaba seguir el ritmo de Nico Hülkenberg en un momento. Hasta ahí, todo dentro de lo normal, en una pista mojada por la lluvia y en su primera vez en esta condición. Pero de repente todo comenzó a complicarse.
En la vuelta 27 lo llamaron a boxes para cambiar sus neumáticos de lluvia intermedia por otros del mismo compuesto. El anuncio de lluvia fuerte se esperaba para los siguientes diez minutos. Ahí, mala suerte: justo Hülkenberg se despistó y obligó al despliegue del auto de seguridad virtual. La lluvia comenzó a caer con más fuerza en ese momento. Racing Bulls apostó por las de lluvia extrema para Yuki Tsunoda, por ejemplo. El resto siguió el mismo camino que los de Grove, intermedios. Tras dos giros con el auto de seguridad virtual, volvió el verde y tras un giro, auto de seguridad por la lluvia. La pista se llenó de charcos y estaba muy complicada.
En la cámara on board de Colapinto se escuchó una conversación con su equipo en la que el argentino dijo: “Está para full wet, no se puede manejar”. El ingeniero de carrera le contestó: “Quedate afuera, necesitamos sobrevivir. Quedate en pista”. Franco retrucó: “¿Entienden?”. Su ingeniero le respondió: “Sí, entendemos. Necesitamos que te quedes afuera y te enfoques en no cometer errores”. Colapinto intentó volver a presentar su postura y lo interrumpió Gaëtan Jego, el ingeniero: “No vamos a discutir, dejanos hacer nuestro trabajo”. En la vuelta 31 volvieron a llamar a Franco a boxes y otra vez le colocaron intermedias. Raro, porque las que tenía apenas llevaban cuatro giros y solo uno de velocidad.
Ese ingreso se hizo con auto de seguridad en pista. Al salir, intentó mantener en temperatura las cubiertas recién puestas, pisó un charco, el auto de descontroló y no pudo evitar el golpe. El accidente fue muy fuerte. “Estoy ok”, dijo rápidamente por la radio. El destrozo del Williams obligó el ingreso del auto de seguridad. Franco, con su decepción a cuestas, terminó su carrera casi de local en San Pablo.
El piloto argentino estaba hablando de la estrategia segundos antes de terminar contra el muro en San Pablo.
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