Los mecánicos del equipo de Enstone comenzaron de inmediato con la reparación del A525 del argentino, tras el fuerte accidente que sufrió en la Q1.
No había tiempo que perder. Terminada la clasificación del GP de Emilia-Romagna, séptima fecha del Mundial 2025, con Oscar Piastri en la pole position, los mecánicos de Alpine recibieron el auto de Franco Colapinto después del duro accidente que sufrió en la Q1. El argentino perdió el control de su A525 al buscar el límite en el piano a la salida de Tamburello, entró en trompo y terminó contra el muro.
El impacto fue frontal y sufrió la rotura casi total de la parte delantera. Alerón delantero, suspensión y otras partes. Entre todo lo malo, lo positivo fue que el golpe no fue en la zona trasera, porque allí correría riesgo la caja y el motor. Justamente el impulsor de Franco se estrenó para esta carrera, sin penalizar porque no llegó al límite de piezas permitidas. Vale aclarar aquí que el argentino hereda la foja de Jack Doohan, porque se tiene en cuenta al auto.
Los mecánicos de Alpine comenzaron con las tareas para tener listo el auto de Franco para la carrera, algo que no corre ningún riesgo. Lo único que quedaba flotando en el aire es si llegarían a terminarlo antes del parque cerrado. De no llegar y tener que seguir con las tareas, Colapinto deberá partir desde boxes. En caso de no violar el parque, partirá desde la 16ª posición. Fue 15º en clasificación, pero perdió un lugar por la sanción de un puesto que recibió porque el equipo lo mandó a la calle de boxes sin seguir las instrucciones de los comisarios tras la roja que causó Yuki Tsunoda. Fue un día de penalizaciones para Colapinto, quien fue multado por exceder el límite de velocidad en boxes en la tercera práctica.