El alemán, quien correrá en IndyCar en 2026, habló sobre sus chances de retorno al Mundial con el gigante estadounidense.
El operativo retorno a la Fórmula 1 quedó, al menos, en stand by para Mick Schumacher. El GP de Abu Dhabi de 2022 le puso fin a su paso de dos temporadas por el Mundial con el equipo Haas. El deseo del hijo del heptacampeón siempre fue tener una chance de volver, después de dejar una imagen opaca con el equipo estadounidense. Sin lugar en la parrilla, fue rescatado por Mercedes para ponerlo como reserva de 2023 y en 2024 se sumó al grupo Alpine para correr en el WEC, lugar que mantuvo en el presente calendario. Pero el alemán seguía con ganas de volver a los monoplazas.
Su nombre se asoció a Alpine F1 en algún momento, pero la chance más firme estuvo en Cadillac, marca que se sumará a la máxima categoría desde 2026. Sin embargo, el gigante estadounidense (pertenece a General Motors) decidió apoyarse en dos súper experimentados para el desembarco, que coincidirá con el nuevo reglamento técnico: Valtteri Bottas y Sergio Pérez.
Con la puerta de la F1 cerrada, Schumacher se mudará a Estados Unidos y correrá en IndyCar el próximo año con el equipo Rahal Letterman Lanigan Racing, pero sigue dejando abierta la oportunidad de volver al Mundial en algún momento.
Mick reconoció la negociación con Cadillac: “La información que tenía, hasta prácticamente el final, era que había estado en la contienda por ese puesto, y luego tomaron una dirección diferente, lo cual es bastante justo”, contó. “Esto me llevó a tener que entender: '¿Qué quiero, intentar volver a la parrilla de F1 o competir en las carreras que disfruto, y, obviamente, en monoplazas?'”, agregó.
Cuando surgió la chance de IndyCar, no lo dudó: “Afortunadamente apareció la oportunidad y estoy súper contento y feliz de estar aquí donde estoy ahora. ¿Si creo que se me cerró definitivamente la puerta de F1? No. El paso por IndyCar no cierra la puerta”, cerró.
