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Barcelona, en crisis: ¿Es momento de renunciar a su estilo y apostar por un cambio?

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Moisés Llorens: "El Barcelona puede demostrar en la Champions que es el equipo aspirina" (1:57)

En el programa LaLiga al día, nuestro reportero explica por qué se le puede llamar así al equipo culé, al tiempo que pronostica una serie muy cuesta arriba contra el Napoli en la Champions. (1:57)

Nuestros expertos responden cinco preguntas acerca de la crisis que atraviesa el Barcelona para entender cómo se originó y la clave para resolverla.


El Barcelona terminará otra temporada sin los éxitos a los que se acostumbró en la era de Guardiola y Lionel Messi y eso ya le costó que el técnico actual, Xavi Hernández, anunciara anticipadamente su salida al final de la temporada, una crisis que podría aumentar si se concreta su mala temporada en LaLiga, en la que es tercero, y sin muchas esperanzas de llegar lejos en la Champions League.

Las culpas se han repartido. Xavi ya aceptó su parte al declarar públicamente que él no pudo cambiar la inercia negativa que acompaña al Barcelona desde hace años y que ningún técnico logró frenar, pasando por Gerardo Martino, Luis Enrique (quien le dio la última Champions, en 2015 con el tridente Messi, Suárez y Nemar), Valverde, Setién y Koeman. Pero más allá de que la directiva falló al elegir entrenadores y refuerzos, queda en el aire una cuestión importante ante esta crisis: ¿El estilo de juego tradicional del Barcelona debe cambiar o cómo encontrará la manera de evolucionar para no repetirse año tras año?

Cinco de nuestros expertos en el tema responden a cinco preguntas clave para entender la crisis del Barcelona y sus posibles soluciones.

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¿De dónde crees que proviene la actual crisis del Barcelona?

Jordi Blanco: De enloquecer en años anteriores con la obsesión de alcanzar los mil millones de ingresos, sin atender a que los gastos ascendían en igual o más proporción. De fichar futbolistas buenos pero para nada diferenciales y que en su inmensa mayoría no ofrecieron el rendimiento esperado, con un coste económico altísimo. De obsequiar en el pasado a no pocos jugadores de la plantilla con renovaciones a largo plazo, siendo ya veteranos, fuera de mercado. De no estar preparado, ni mínimamente, para el golpe que supuso la pandemia del Covid. De una gestión, en definitiva, obscena imaginando que el solo nombre del club sería suficiente para capear esta crisis en la que se encuentra...

Barak Fever: No creo, estoy seguro. De la pésima gestión de un equipo campeón. El Barcelona dejó ir a Pep Guardiola en 2012 y ahí empezó su lento derrumbe. Decidieron invertir en renovar y mejorar el sueldo de sus leyendas basados en lo mucho que hicieron por el equipo y no en lo poco que les quedaba por aportar. Gastaron cantidades bochornosas en refuerzos mal pensados. Dembélé, Coutinho, Griezmann y Pjanic costaron 450 millones de euros, y decenas de jugadores de medio pelo, de peor rendimiento del que hubiera ofrecido cualquier chico de la Masía, contribuyeron también a un gasto exacerbado que ha dejado al club sin dinero y muy condicionado a la hora de armar un plantel equilibrado. La crisis proviene de la gestión de Sandro Rosell y Josep María Bartomeu; y los socios del Barcelona, lejos de votar por un presidente acorde a los inevitables tiempos de crisis, decidieron comprar los espejos de Joan Laporta.

Moisés Llorens: El Barcelona viene de ser campeón de LaLiga la pasada temporada y en el presente curso es cierto que ha dejado mucho que desear en diversos aspectos. Posiblemente el equipo de Xavi sea un reflejo de lo que es el club en la actualidad. El Barcelona viene de vivir un ciclo ganador, de buen futbol y de éxito en el trabajo formativo. Para los tremendistas esto podría ser el final de todo, pero hay que tener paciencia. Hay muchos aspectos que han intervenido para desconfigurar en pocos meses todo el éxito conseguido hace un año, cuando el equipo en febrero casi ya era campeón.

Rodrigo Fáez: De Joan Laporta. Mintió con la renovación de Lionel Messi para llegar a la presidencia y luego no renovó al astro argentino. Desde entonces, todo ha sido un lío. Es obvio que Josep María Bartomeu dejó el club como un solar, pero Laporta ha hipotecado al mismo para empeñarse en estar a la misma altura que los grandes europeos y eso ha provocado una hipoteca económica que ha afectado al terreno deportivo: fichajes inflados de precios, renovaciones absurdas y un scouting muy por debajo de lo que debería ser el nivel Barça. Lo normal hubiera sido tener los pies en el suelo, gozar de paciencia y armar un proyecto diferente.

Daniel Montes de Oca: Son muchas las causas. Desde luego que la desastrosa y presuntamente corrupta gestión de Josep María Bartomeu todavía afecta porque el club prácticamente cayó en banca rota. Después vino una seguidilla de malas decisiones desde la elección de los refuerzos, la renovación de contrato a futbolistas que ya tendrían que haberse marchado del club y una reestructuración fallida. Tampoco se puede pasar por alto que Joan Laporta echó a Leo Messi del equipo y ese fue un golpe que agravó la ya de por sí delicada situación que se vivía.

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¿Qué significa para el Barcelona el estilo de juego que se imprime a sus futbolistas desde La Masía?

Jordi: Es su filosofía, su personalidad. Pero, para nada, eso significa que el balón pase de un futbolista a otro sin imprimirse velocidad, ritmo y si hace falta vértigo. La llegada de Johan Cruyff al banquillo en 1988 recuperó esas esencias que, sin embargo, eran ya una realidad varias décadas antes. Juego de posesión y de posición. Es un dogma, unos mandamientos no escritos pero que para nadie son desconocidos.

Barak: Significa su sello de identidad. Lo que le hace distinto a los demás clubes del mundo. La prueba de que, todo al mismo tiempo, se puede ganar, jugar de manera vistosa y hacerlo con gente de la casa. Los clubes necesitan distinguirse del resto, sentirse únicos no solo por la ciudad en donde juegan. Y este modelo es el que legitima que el Barça se venda a sí mismo como “Más que un club”.

Moisés: La base de todo. La formación es vital para tener opciones de poder jugar en el primer equipo algún día y para poder ser un deportista con valores en el futuro, ya sea de azulgrana o no. Los jóvenes adquieren unos conceptos y una idea de juego que con el tiempo irán madurando y perfeccionando. No todos están capacitados ni son válidos para poder jugar en un equipo como el Barcelona.

Rodrigo: Es lo que diferencia al Barça del resto de equipos. Un estilo perpetuado a lo largo de las últimas décadas y que debe de seguir, con algún matiz contemporáneo, por siempre. Hay que saber adaptarse a los nuevos tiempos, pero manteniendo esa base innegociable que diferencia al club de otras entidades europeas.

Daniel: Todo. Significa todo. Es el sello, el ADN, la filosofía, los códigos bajo los que se rigen y compiten. El slogan ‘Más que un club’ se sustenta fundamentalmente en el estilo de juego, que no es una moda ni mucho menos una necedad, es la cara del FC Barcelona.

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¿La correcta ejecución de este estilo depende más del jugador o de los entrenadores?

Jordi: Si se habla del primer equipo depende en gran medida de un entrenador convencido de esa apuesta... Y de tener a su disposición a los futbolistas adecuados para llevarlo a cabo.

Barak: De los entrenadores, si bien hay jugadores que naturalmente pueden adaptarse mejor que otros. Todos los futbolistas buenos pueden jugar dentro de este estilo.

Moisés: De la idea de los jugadores y de la capacidad técnica de los futbolistas. Esa es la combinación necesaria. Un buen ejemplo es la UD Las Palmas, con García Pimienta. La idea del entrenador se unió a unos jugadores capacitados técnicamente y los resultados saltan a la vista.

Rodrigo: El entrenador es el guardián del estilo y el encargado de que los jugadores interioricen el mismo. Obviamente has de tener jugadores que sepan qué hacer en ese sistema, por lo que es crucial tener a una dirección deportiva fuerte que sepa qué perfiles necesita este tipo de proyecto. Al final, el entrenador tiene un 60% de culpa, mientras que le otorgo un 40% al perfil de jugadores fichados o promocionados desde La Masía.

Daniel: Es una combinación de ambas cosas. No cualquier entrenador puede dirigir al Barça y, en la misma medida, no cualquier futbolista puede jugar en el club. Para que se lleve a cabo el estilo, el técnico tiene que estar convencido de que ese es el camino, y después tiene la labor de adaptar a los protagonistas del juego para que ejecuten y abracen dicha filosofía. Esto no ha pasado en gran medida con Xavi porque más allá de que parecía el estratega ideal pese a su inexperiencia, ha sido incapaz de trasladar la idea al campo, aunado a que hay varios jugadores que no están a la altura de lo que representa el Barcelona.

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¿El Tiki-taka se fue con Guardiola y ya no volvió?

Jordi: El Tiki-taka, lo dijo el propio Guardiola, fue una leyenda falsa. "Yo odio el 'Tiki-taka'. Lo odio porque el Tiki-taka es pasarse el balón por pasar, sin ninguna intención. Y esto no sirve para nada. No se crean lo que dicen: ¡El Barça no tenía nada de Tiki-taka! ¡Eso es un invento! ¡No hagan caso!". El Barça de Guardiola subliminó el futbol de combinación, de posición y de ejecución, pero con una velocidad inalcanzable, en su mejor momento, para los rivales. El objetivo, el reto, el sueño, del barcelonismo es recuperar aquellas esencias.

Barak: No sé lo que es el Tiki-taka. Si estamos hablando de triangular, presionar tras pérdida, recuperar el balón de inmediato, defender en campo contrario, hacer circular la pelota a uno o dos toques y encontrar al hombre libre… todo lo que hacía el Barça de 2008 a 2012, entonces la respuesta es que sí: el modelo de juego se fue deteriorando desde Tito Vilanova hasta nuestros días.

Moisés: Pep Guardiola no será recordado como un entrenador cuya mejor virtud fuera jugar de esa manera. Guardiola supo aplicarle al juego de posición, algo que ya con Michels o con Cruyff ya se llevaba a cabo, la presión alta, para de esa manera recuperar pronto la posesión y con un juego a dos toques máximos desarbolar a los rivales. El juego de posición unido a la prescisión hicieron del modelo del Barça uno de los más atractivos de la historia. Además, Pep contó con una serie de jugadores especialmente dotados para poder jugar de esa manera y el éxito fue rotundo. Con el paso de los años todo ha ido evolucionando y ahora, al juego de toque se le une mucho el músculo y ahí, o te adaptas bien o lo pasas mal.

Rodrigo: Aquello fue irrepetible por fondo y forma. Es imposible que el Barça vuelva a tener en su equipo a Messi, Xavi, Iniesta, Villa, Puyol, Piqué… Sin embargo, la esencia de aquel Tiki-taka se ha mantenido a lo largo de los años. Se ha perdido un poco en las dos últimas temporadas porque el actual equipo ha sido un desastre a nivel de planificación deportiva. Aquello no volverá, pero su esencia ha de permanecer.

Daniel: Al nivel con el que se desplegó con Guardiola, claramente no volvió ni volverá. Tiene mucho que ver que se terminó una generación irrepetible y después las directivas que ha tenido el club no fueron capaces de llevar a cabo una renovación necesaria y adecuada. Incluso con Luis Enrique aquel Barça de un ataque espectacular –Messi, Suárez, Neymar– no jugaba al Tiki-taka, era muy vertical y contundente, aunque defendía muy mal.

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¿Barcelona debe plantearse romper con el paradigma de juego actual o buscar una evolución del mismo?

Jordi: Romper con el paradigma del juego se entiende un salto al vacío que motivaría un cambio tan profundo que es difícil adivinar la continuidad que pudiera tener en el futuro. Evolucionar es adaptarse a la realidad presente del futbol, pero sin renunciar a las esencias que le hicieron grande. Sin ir más lejos, y aunque la comparación sea dolorosa, fijarse en la evolución que ha protagonizado el futbol de, sí, Pep Guardiola.

Barak: Ninguna de las anteriores. Las evoluciones no se buscan, ocurren naturalmente. Siempre cuando hay crisis se culpa al técnico y después al modelo de juego. La crisis del Barcelona es mucho más sencilla de explicar y tiene que ver con una gestión asquerosa, plagada de malas y corruptas decisiones cuya consecuencia es tener a un equipo hundido y esto nada tiene que ver con el modelo de juego. Stuttgart, Bayer Leverkusen, Brighton, Fiorentina… un montón de equipos triunfan con mucho menos recursos, jugando a lo que quisiera jugar el Barça. La solución es recuperar el modelo, no darlo por perdido.

Moisés: El Barça debe darle una vuelta de tuerca al tema, pero no romper nada. Eso sería un error y no va a pasar. Otra cosa es encontrar alguien que sepa conducir e introducir el aspecto físico al juego de posición. No es sencillo, pero tampoco es imposible.

Rodrigo: Yo creo que debe de mantener el actual paradigma adecuándose a las circunstancias actuales del futbol. La base es innegociable, pero en un futbol tan exigente y cargado de partidos, necesitas algo más de músculo. El físico es imprescindible a día de hoy, por lo cual es el matiz principal que incluiría.

Daniel: Partamos de que el juego actual es desastroso: A empujones, sin estilo, sin idea, con escasos recursos y con futbolistas indignos para vestir la camiseta azulgrana. A partir de ello lo que el club debe plantearse es realmente volver a su esencia, plasmar ese discurso romántico de Xavi de buscar el camino a la victoria a través de la estética, del juego elaborado, de la posesión, de abrumar al rival y de pararse de la misma manera en cualquier cancha. Porque con el actual técnico solo ha sido eso, un discurso. Este Barça necesita una sacudida real y que se apueste por el futuro sin arrastrar el prestigio por mucho tiempo más.