En el ambiente adecuado, el talentoso quarterback podría haber madurado y sobrevivido las inevitables debilidades de la juventud
La noticia fue impactante, luego escalofriante, y finalmente desgarradora: Dwayne Haskins, finalista al Trofeo Heisman en el 2018 para Ohio State, quarterback de los Pittsburgh Steelers, hijo, esposo, hermano y amigo, fue fatalmente golpeado por un camión de volteo el sábado por la mañana mientras intentaba cruzar la autopista a pie, en el sur de Florida.
Haskins tenía 24 años de edad.
Nuestros corazones van para su esposa Kalabrya; sus padres, Tamara y Dwayne Haskins Sr.; y su hermana, Tamia.
"Ha sido un día malo", me dijo Doug Williams, quien ganó un Super Bowl con Washington y ahora es un asesor senior al presidente de los Commanders, el sábado. "Pasé todo el día pensando en cómo pudo haber sucedido esto. Sabíamos que sucedió, puede suceder. Simplemente intentando descifrar cómo y por qué".
Haskins y yo nos conocimos por primera y única ocasión hace dos años, el 20 de febrero del 2020, durante un simposio sobre quarterbacks afroamericanos en el Global Sport Institute de Arizona State University.
Haskins era un miembro del panel que yo estaba moderando, junto a las leyendas en la posición de quarterback, Marlin Briscoe, James "Shack" Harris, Warren Moon y Williams. Jayden Daniels, entonces un quarterback freshman para Arizona State, también estaba en el panel con Haskins, quien fue reservado pero perspicaz y capaz de reconocer a los pioneros en el panel.
Lo que destacó respecto a Haskins fue que, lejos de la imagen que había sido pintada de él como un actor desinteresado y desapegado, sabía respecto a la posición de quarterback, sabía respecto a la historia de los quarterbacks afroamericanos, y deseaba jugar la posición.
Haskins comenzó a jugar como quarterback cuando tenía 10 años de edad. Le pregunté qué le gustaba de la posición. Dijo: "Para mí, nunca se trató del color. Simplemente disfrutaba el juego. Ser capaz de conjuntar a un grupo de 10 jugadores, un grupo de hombres juntos como equipo y apuntar hacia la misma meta. Es algo que admiré en torno a la posición".
Su quarterback favorito era el desaparecido Steve McNair. Fue interesante que, mientras que Haskins reconocía a quarterbacks afroamericanos como Donovan McNabb y Michael Vick, dijo que no deseaba ser estereotipado.
"Deseaba ser un quarterback completo, porque todos querían hablar de cuán atlético se necesitaba ser para ser como un quarterback afroamericano, solo para poder ser un quarterback afroamericano. Así que, yo solo deseaba aprender a jugar la posición de corazón".
Cuando se le presionó respecto a la distinción de ser un "quarterback afroamericano", dijo: "Nunca me vi como un quarterback afroamericano; encima de eso, realmente no me gusta correr. Me gusta lanzar. Nunca me vi como un quarterback afroamericano. Sé lo que soy. Desperté afroamericano. Solo deseaba ser un quarterback".
La tragedia de la muerte de Haskins a tan temprana edad es cómo acabó con el potencial.
Después del simposio, comencé a seguir a Haskins. Parecía querer mucho más de su joven carrera, aunque profesionalmente, esa carrera pudo haber sido saboteada desde antes de que iniciara.
Haskins nació en Highland Park, New Jersey, y se mudó con su familia a Potomac, Maryland, cuando estaba en el noveno grado.
Haskins y su familia estaban emocionados cuando Washington lo seleccionó en la primera ronda, turno N° 15 del draft. Estaría cerca de casa, aunque rara he visto un gran desenlace para la historia de un chico que regresa a casa. Esta, ciertamente no lo tuvo.
Fue seleccionado por un equipo disfuncional encabezado por Daniel M. Snyder, quien lo apoyaba. El head coach Jay Gruden y su grupo de coaches, no obstante, no lo hacían. Haskins fue colocado en una posición para fracasar, no para tener éxito. Al poco tiempo, le colocaron la etiqueta de que no era un trabajador duro. Hubo una fotografía poco halagadora de Haskins mostrado encorvado sobre la banca, hacia la parte final de una derrota.
En el ambiente adecuado, podría haber madurado y sobrevivido las inevitables debilidades de la juventud. Quería que lo lograra.
Williams, quien se unió a Washington como ejecutivo del equipo en el 2014, se hizo cercano a Haskins.
"Solo lo veía físicamente y me seguí diciendo, 'Este tipo tiene tanto talento. Solo espero que un día la luz se prenda'. ¿Saben?", expresó. "Lo veías hacer algunas cosas sobre el campo que eran impresionantes. Podía hacerlo girar como cualquiera de los mejores. Simplemente, tenía que conjuntarlo todo".
Estuve entusiasmado en un punto de la campaña del 2020 cuando Ron Rivera, quien reemplazó a Gruden después de su despido, convirtió a Haskins en co-capitán. Pero, después de una derrota de finales de campaña ante los Seattle Seahawks, Haskins, no portando un cubrebocas, fue captado en fotografías en la fiesta de cumpleaños de su novia, una fiesta con desnudistas.
Algunos otros atletas de alto perfil pueden ser perdonados por tales indiscreciones, pero un jugador joven sin un historial no. Washington multó a Haskins con 40,000 dólares por ello, su segunda transgresión a los protocolos de COVID-19, y la retiraron la capitanía.
Claramente, todo fue culpa de Haskins, y 10 meses después de ese simposio de febrero del 2020, Washington cortó a Haskins. Fue la primera gran derrota de su carrera.
Tanto Williams como yo sentimos esperanza cuando Haskins fue reclamado por Pittsburgh. Si alguien podía ayudar a Haskins a redireccionar y redefinir su carrera, era el head coach de los Steelers, Mike Tomlin. Aunque Haskins hubiera empezado la temporada en competencia con Mitch Trubisky y Mason Rudolph, creí en ese momento que Haskins podía madurar hasta convertirse en un quarterback de la NFL, quizás incluso un titular.
"Me llamó, hablamos y dijo estar en un buen lugar", recordó Williams. "Es todo lo que podía pensar: está con Mike Tomlin. Pensé que estaba en buenas manos".
La noticia trágica desde Florida el sábado por la mañana acabó con cualquier esperanza, poniendo fin prematuro a una vida.
Cerca del final de la discusión en febrero del 2020, hice a Haskins y Daniels una a pregunta hipotética: en 10 años, cuando algún joven aficionado busque en Google sus nombres, ¿qué les gustaría que hallara?
A menudo pregunto a la gente joven esta pregunta, porque a menudo no piensan respecto a dónde estarán en una década. Y una vez que comienzan a imaginar la vida a 10 años en el futuro, crean un plan para llegar allí.
Haskins consideró la pregunta y respondió que deseaba ser recordado como algo más que un atleta.
“Más que lo hecho en el campo de fútbol americano. Por supuesto, quieres ganar Super Bowls, estar en el Salón de la Fama algún día", respondió. "Es lo que todos soñamos con hacer; espero y rezo para que eso suceda. Pero, eventualmente quiero ser un gran padre algún día, ser capaz de regresar algo a la comunidad, y ser alguien a quien consideren como una influencia positiva que los chicos pueden mirar y decir, 'Quiero ser como Dwayne algún día'. Es algo que deseo lograr".
Quería que la entrada de Haskins en Google fuera realidad.
Qué día tan triste.