Tras un quinto lugar en Rio 2016, y un cuarto lugar en Tokio 2021, Allen se mantiene en busca de los metales en los 110 metros con vallas, pero no ha dejado de lado una posible carrera de NFL
EUGENE -- Saltar sobre esas vallas que golpean las piernas podría ser la parte fácil en la carrera de Devon Allen. Después de todo, está por abrazar profesionalmente un deporte que implica impactos peores.
El destacado atleta de la Universidad de Oregon, quien juega también al fútbol americano, intenta completar este mes un doblete que luce complicado, por decir lo menos: Ganar una medalla, preferiblemente de oro, en el Mundial de Atletismo que se realiza en su casa, y luego conseguir un puesto con los Philadelphia Eagles en el campamento de entrenamiento.
Se trata de una misión que hubiera enorgullecido a su más ferviente admirador, su padre Louis Allen Jr., quien falleció el mes pasado a los 63 años.
El padre ocupaba siempre el mejor asiento, ya fuera frente a la meta para las competiciones de atletismo en el Hayward Field o cerca de la línea de la yarda 50 para sus partidos de fútbol americano, en el cercano Autzen Stadium.
"Él tendrá todavía el mejor asiento en nuestra casa", dijo Devon Allen, quien ganó su eliminatoria el sábado para avanzar a las semifinales de los 110 metros con vallas. "Puede correr conmigo si quiere".
Cuando Allen logró quedarse en la selección estadounidense para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en el 2016, trepó al graderío del Hayward, donde localizó finalmente a su padre para abrazarlo. Le agradeció haberlo seguido en ese mismo recinto a cada paso de su trayectoria atlética, incluidos los éxitos, como la clasificación a dos Juegos Olímpicos, y los sinsabores, como dos lesiones de rodilla en el fútbol americano con los Ducks.
Sus consejos siguen acompañando a Allen.
"Mi padre decía: 'Lo que valga la pena hacer, vale la pena hacerlo al 100 por ciento'", recordó Allen, quien dice que su familia no conoce todavía la causa oficial del fallecimiento. "Es importante encontrar lo que amas y hacerlo".
Pera él, eso significa las carreras con vallas... y el fútbol americano.
Durante años, el fútbol americano ocupó un lugar secundario respecto de la carrera de Allen en el atletismo. Finalizó quinto en Río de Janeiro y cuarto en los Juegos Olímpicos del año pasado en Tokio.
Pero añoraba aprovechar su velocidad para conseguir anotaciones. Había hecho planes para volver al emparrillado en 2020, pero la pandemia sobrevino. Luego, los Juegos Olímpicos se pospusieron un año, lo mismo que su transición al fútbol americano.
Será un novato de 27 años el 26 de julio, cuando se presente en el campo de entrenamiento con los Eagles, que firmaron con él un contrato en abril, poco después de que corrió las 40 yardas en 4.35 segundos.
Ha pasado ya tiempo entrenando con el quarterback Jalen Hurts y con sus compañeros en el minicampamento. Con los Ducks, Allen acumuló 54 recepciones para 919 yardas y ocho touchdowns.
Y dice que está dispuesto a devolver despejes o a volar sobre la línea para bloquear goles de campo. Incluso jugaría a la defensiva con tal de ver coronado su otro sueño.