DALLAS -- La defensiva de los Dallas Cowboys está consciente de que debe hacer un mejor trabajo en los últimos tres partidos de la temporada regular o de nada servirá el buen arranque de campaña que tuvieron.
Ni siquiera las lesiones en cada una de sus tres líneas de defensa son pretexto para su incapacidad de cerrar los últimos partidos y mucho menos los errores de su propia ofensiva. La defensiva texana sabe que si los Cowboys quieren trascender en la Postemporada, tendrán que jugar mejor y con más energía.
“Nuestra ofensiva anotó 34 puntos y perdimos el juego”, lamentó el safety Jayron Kearse. “Eso no puede suceder. No hemos sido una defensiva de alto calibre últimamente y eso lo corroboramos cuando vimos el video (del juego ante los Jaguars)”. En Jacksonville, los Cowboys perdieron una ventaja de 17 puntos para luego caer en tiempo extra con marcador de 40-34.
Los Cowboys permitieron 503 yardas totales a los Jaguars, incluidas 192 por carrera y 311 por del quarterback Trevor Lawrence, quien lanzó cuatro touchdowns, tres de ellos en la segunda mitad.
Cierto es que Dallas sufre las lesiones de su mejor jugador contra la carrera, el tackle defensivo Jonathan Hankins, a quien consiguieron en un cambio de Las Vegas Raiders para reforzar esa área. Antes del juego en Jacksoville, los Cowboys habían ganado cuatro partidos consecutivos sin permitir que algún corredor sumara 100 yardas.
Ante los Jaguars, tampoco contaron con el esquinero titular Anthony Brown, cuyo reemplazo permitió dos touchdowns en cobertura personal y peor aún, en el primer cuarto, el linebacker Leighton Vander Esch, quien vive su mejor temporada desde su año como novato, salió con dolencias en el hombro y cuello.
“No tenemos excusas. En esta liga, todos llegan con fatiga o lesiones a diciembre. Mucho menos el rival puede ser una disculpa”, agregó Kearse. “Tenemos que hacer el trabajo como unidad defensiva. Cada quien tiene que analizarse y reconocer si ha dado todo o no”.
Esta semana, la situación y el rival lucen más complicados que las dos anteriores, cuando vencieron en los segundos finales a los Houston Texans y perdieron en Jacksonville.
Los Cowboys reciben en su último partido de la temporada regular en casa a los Philadelphia Eagles y aunque ya está clasificado a playoffs, matemáticamente, Dallas aún pelea por el título divisional.
Además, los Cowboys también están casi amarrados como la quinta siembra de la NFC. Para perderla, tendrían que perder sus tres últimos juegos y que equipos como los New York Giants y los Washington Commanders ganaran todos sus partidos por ciertos marcadores.
“(Los Eagles son) un rival divisional al que tenemos que vencer en casa”, destacó el ala defensivo DeMarcus Lawrence. “Debemos tener respeto y dignidad. Tenemos que entrar de buena manera a los Playoffs, porque aún tenemos tres partidos importantes contra buenos rivales”.
Los Cowboys, que deben demostrar que pueden competir contra equipos ganadores, cierran su calendario regular ante los Eagles para luego visitar a los Tennessee Titans y a los Commanders.
“Con todo respeto, no debimos permitir 500 yardas a un equipo como Jacksonville”, afirmó Kearse. “Así como nosotros vemos el video de otros equipos, ellos (próximos rivales) también están viendo nuestro video y puedo asegurarles que en este momento, se están saboreando el partido contra nosotros”.
EN BREVE
- El linebacker Micah Parsons no entrenó por segundo día consecutivo por enfermedad.
- El coach Mike McCarthy adelantó que era “muy probable” que el sábado debute con los Cowboys el receptor T.Y. Hilton.
- El ala cerrada novato Jake Ferguson entrenó por vez primera desde que que sufriò una conmoción el 11 de diciembre en un juego ante los Texans.