El estelar defensivo de los Raiders entregó un 2023 memorable pese a arrastrar dos lesiones que requirieron cirugía
HENDERSON -- Maxx Crosby había recién concluido la porción sobre el campo de la "Cumbre de capturas" que encabezó junto a Von Miller y Cameron Jordan en el campus de UNLV el sábado, cuando al estelar de Las Vegas Raiders se le aproximó un liniero defensivo de los Rebels.
Fisher Camac, un jugador de segundo año de 6 pies con 7 capturas y 250 libras en ascenso, con una captura colegial a su nombre, se acercó a Crosby. Con una estructura física similar, Camac esperaba algún consejo específico para llegar al quarterback.
"Dicta la cuenta de pitcheos", aconsejó Crosby. "Si [el liniero ofensivo] no muestra las manos, atraviésalo".
Satisfecho, Camac pidió una fotografía con Crosby, un tres veces seleccionado al Pro Bowl que ya había psadao el día charlando cobre maniobras de giro, ángulos, toques, cruces, poder sobre velocidad y el empleo del paso cruzado del baloncesto para superar a linieros ofensivos ante los más de defensivos de la NFL presentes para el seminario a pesar de una temperatura de tres dígitos.
Solo un día más en la temporada baja que no para de Crosby, cuya incansable persecución de la excelencia se encontró con un obstáculo el año pasado, cuando debió jugar pese a lesiones de rodilla izquierda y pulgar, necesitando cirugía para ambas en enero.
"Ha sido una grandiosa temporada baja", mencionó Crosby. "Así que ha sido un grandioso camino de regreso".
Con todo y eso, no hubiera sido sencillo adivinar cuánto sufría, dada su disponibilidad y producción en el otoño pasado.
Consideremos que Crosby, pese a lesionarse inicialmente la rodilla en la Semana 2, siguió participando en el 95 por ciento de las oportunidades defensivas de Las Vegas (1,081) al tiempo que se anotó una marca personal de 14.5 capturas para hacerse de reconocimiento como All-Pro de segundo equipo y ganar su tercera invitación consecutiva al Pro Bowl.
Imaginen, entonces, cuán amenazante puede ser un Crosby completamente sano a futuro.
"Debí someterme a dos cirugías, y ha sido diferente, pero al final del día, no hay una calle para llegar a donde quieres llegar; son múltiples", dijo Crosby. "Y, para mí, confío en la gente que me rodea, confío en mi equipo, todos los involucrados, para tenerme de regreso al 100 por ciento. Y, entonces también dar el siguiente paso".
Crosby dijo que comenzó su programa personal de temporada baja el 22 de enero.
"Hablas de campamentos para peleadores durando quizás, tres meses, cuatro meses; yo lo hago 365 [días]", reveló. "Entonces, por eso me siento como, al final del día, mi consistencia es lo que me separa [del resto] y solo me seguirá ayudando a mejorar porque no dejo piedra sin voltear".
Eso incluyo aprender detalles del oficio, compartiendo algunos propios, en la "Cumbre de capturas", originalmente creada por Miller, pero ahora heredada a Crosby.
#Raiders DE Maxx Crosby, with an assist from Warren Sapp, shows how his pass rush technique is like "water," or "poetry in motion" at the Sack Summit on Saturday at the @unlvfootball facility. pic.twitter.com/MAMtDLEkLC
— Paul Gutierrez (@PGutierrezESPN) June 30, 2024
Sí, ese era Crosby, empleando al tackle defensivo del Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional, Warren Sapp, como maniquí de entrenamiento para demostrar su técnica y explicar cómo "convertirse en agua", describiendo su maniobra como "poesía en movimiento".
Miller, de los Buffalo Bills, charlaba sobre mantenerse fluido en su aproximación, mientras que Jordan de los New Orleans Saints aconsejaba usar una especie de cabezazo para llamar la atención de los linieros ofensivos, y Matthew Judon de los New England Patriots describiéndose a sí mismo como "ladrón", porque se roba los movimientos de todos los demás.
Pero, en la cima estaba Crosby.
"Maxx había estado viniendo aquí por años, y ver su crecimiento y desarrollo hasta convertirse en uno de los mejores en la liga, él amó mi bebé [el evento] como si fuera suyo", aclaró Miller. "Entonces, solo me pareció natural traer a Maxx... darle una pequeña porción de ello, solo para asegurar la vida de la cumbre.
"No sé cuántos años me resten, pero Maxx, él va a jugar otros 10. Quiero asegurarme de la vida [de la cumbre] y seguir ayudando a los chicos".
Tan impresionados han quedado los Raiders con Crosby desde que lo seleccionaron en la cuarta ronda del Draft 2019 procedente de Eastern Michigan, que el equipo le dio un aumento de 6 millones de dólares en este receso de campaña, sin sumar años a su contrato.
Esto, después de firmarlo a una extensión de cuatro años con 95 millones de dólares en dinero nuevo, y más de 53 millones garantizados en marzo del 2022.
"Cuando hablas acerca de Maxx Crosby, hablas del mejor jugador defensivo en la liga, probablemente en la historia, que yo jamás haya visto", señaló un exagerado confeso Rob Ryan, asistente defensivo senior para los Raiders. "Ahora, yo solo he estado aquí por 30 años, pero digo, es así de bueno".
Como dijo el head coach de los Raiders, Antonio Pierce, no va a pedirle a Crosby que le baje a las revoluciones en los entrenamientos frente a sus compañeros cuando lleguen las hombreras en el campamento de entrenamiento, particularmente no en contra del nuevo tackle derecho titular, Thayer Munford.
"Espero que eso acelere el crecimiento y desarrollo de [Munford]", anotó Pierce, "y nos convierta en un mejor equipo".
Crosby es solo uno de dos Raiders que siguen en la plantilla desde los tiempos en que jugaban en Oakland, junto al tackle izquierdo Kolton Miller. Los Raiders tienen registro de 39-44 desde el 2019, con una aparición de playoffs bajo cuatro head coaches: Jon Gruden, Rich Bisaccia, Josh McDaniels y Pierce.
Y, todo se remonta a la temporada de novato de Crosby, cuando sufrió una fractura en la mano en un partido de exhibición, que su obsesión por no perderse tiempo, incluyendo entrenamientos, quedó fijada.
La temporada pasada, sin embargo...
"Estuve limitado casi todos los días, toda la temporada en las prácticas, y cosas así", admitió. "Y, debí aprender a hacer un ajuste porque no puedo salir allá y enterrar la rodilla en el suelo. Debía estar listo para los domingos.
"Decidí dar un paso atrás para dar tres al frente, y siento que de eso se trata la temporada baja; mi única meta es ser el mejor en el mundo, libra por libra, y hablo de ello, lo vivo, lo vivo cada día, y cualquier calle que deba atravesar para llegar a donde quiero ir, lo haré. Entonces, estoy explorando cada recurso posible para tener la mejor temporada de mi carrera".
Eso incluye tomarse tiempo para repartir consejos de cómo presionar a los quarterbacks a un igualmente ansioso jugador colegial de la universidad local.