La productividad aérea se ha reducido dramáticamente en las cuatro primeras semanas de la campaña, con respecto a otros años
CUANDO EL MARISCAL DE CAMPO MIEMBRO DEL SALÓN DE LA FAMA, Johnny Unitas, puso punto final a su carrera en 1973 y se retiró de la NFL con un promedio de 191 yardas por pase por partido durante 18 temporadas, probablemente no podría haber imaginado los números que Patrick Mahomes produciría algún día.
La estrella de los Kansas City Chiefs, quien está en su octava temporada, tiene la mejor marca de la NFL con 293.3 yardas por pase por partido.
Desde los salarios récord que se pagan a los pasadores y a los receptores, hasta las reglas que favorecen la protección de los jugadores ofensivos, muchas cosas en la NFL actual reflejan un énfasis en el juego de pases.
Todo esto hace que sea bastante sorprendente que el primer mes de la temporada 2024 haya sido testigo de la continuación de una tendencia innegable: las cifras de pases han vuelto a bajar. Por cuarta temporada consecutiva, los totales de pases --que habían experimentado un crecimiento constante y sustancial en las últimas dos décadas-- están disminuyendo.
Para explicar esta tendencia, ESPN recabó la opinión de entrenadores y jugadores de toda la NFL y examinó décadas de datos estadísticos. El resultado fue un panorama complejo que apunta a múltiples factores. Entre ellos se encuentran los cambios en las habilidades de los jugadores actuales, el drástico descenso en los niveles de experiencia de los mariscales de campo titulares y la evolución de las tácticas defensivas de la liga.
“Creo que el tamaño de la muestra es pequeño ahora mismo, pero se ha producido un cambio”, afirmó Brian Callahan, entrenador en jefe de los Tennessee Titans.
En cuatro semanas, los equipos de la NFL promediaron 202.8 yardas por pase por partido, 47 yardas menos que en 2020. Durante las últimas 10 temporadas, los equipos promediaron 240.4 yardas por pase por partido en el mismo tramo de cuatro partidos.
La producción de cuatro partidos de esta temporada tiene a los equipos de la NFL camino a promediar la menor cantidad de yardas por pase desde el 2001, cuando el mariscal de campo de los St. Louis Rams, Kurt Warner, ganaría el premio al Jugador Más Valioso con 4,830 yardas por pase. Un ejemplo de lo significativas que habían sido las tendencias de pase es que, en aquel momento, esa fue la segunda mayor cantidad de yardas por pase en una temporada en la historia de la NFL. Ahora es la N° 28 mayor cantidad en una temporada.
Y, sin embargo, la liga está experimentando un cambio, que incluye un descenso en los pases de touchdown. Los 156 pases de touchdown en cuatro semanas son la menor cantidad desde 2008.
“Es algo que estuvimos investigamos, porque es notorio”, dijo el entrenador en jefe de los Philadelphia Eagles, Nick Sirianni, “y es una diferencia realmente grande”.
ES DIFÍCIL cuantificar qué impacto ha tenido la preparación de los mariscales de campo en estas tendencias, pero es difícil imaginar que no haya influido.
“Tendría curiosidad por saber cuáles eran esas cifras hace cuatro, cinco o seis años, y quiénes eran los quarterbacks titulares entonces y la experiencia que tenían en comparación con los pasadores de ahora”, dijo el coordinador ofensivo de los Chiefs, Matt Nagy. “Tal vez me esté yendo un poco de tema, pero podría haber algo allí.
“Hay muchos quarterbacks jóvenes, y es una posición difícil, por lo que tal vez sea una combinación de ambas cuestiones”.
Los instintos de Nagy parecen dar en el clavo.
Según ESPN Research, en las últimas dos temporadas se ha producido un descenso significativo en el nivel de experiencia entre los mariscales de campo titulares de la NFL. En el 2023, el número promedio de partidos como titular de los mariscales el primer día fue de 63.1. Esta temporada, fue de 66.6.
Tan recientemente como el 2022, el número promedio de partidos como titulares en el día de apertura fue de 82.8. Del 2015 al 2022, el promedio anual fue de 81 o más durante siete de esas ocho temporadas.
Las razones no son difíciles de rastrear. Las partidas de algunos de los más grandes jugadores de todos los tiempos como Tom Brady, Matt Ryan, Ben Roethlisberger y Philip Rivers en las últimas cuatro temporadas ha generado una mayor inestabilidad en la posición. También, significa que pasadores más jóvenes han intentado reemplazarlos. Y hay pocas cosas que gusten más a las defensas que enfrentarse a mariscales de campo inexpertos.
Jayden Daniels, el novato de los Washington Commanders, ha acaparado la atención del país con un comienzo deslumbrante de su carrera, pero es en gran medida la excepción a la regla.
En las cuatro primeras semanas, los tres mariscales de campo novatos que abrieron los partidos esta temporada han combinado siete pases de touchdown y nueve intercepciones. El seleccionado N° 1 global, Caleb Williams, de los Chicago Bears, y el elegido en el turno N° 12 de los Denver Broncos, Bo Nix, promedian 5.6 y 4.8 yardas por intento de pase, respectivamente, después de cuatro partidos.
Siete de los 32 mariscales titulares en la jornada inaugural de esta temporada fueron seleccionados en los dos últimos drafts. Tres de ellos --Williams, Will Levis de los Titans y Bryce Young de los Carolina Panthers-- se encuentran entre los cuatro últimos en QBR en cuatro semanas. Young recientemente ha pasado a la banca en favor del veterano, Andy Dalton. Cuatro de ellos --Levis, Nix, Williams y Anthony Richardson, de los Colts-- se ubican entre los líderes en intercepciones.
También hay que tener en cuenta que Levis, Williams y C.J. Stroud, la estrella de segundo año de los Houston Texans, se encuentran entre los mariscales de campo que más veces han sido capturados en cuatro semanas. La protección del pase juega un papel importante en las capturas, pero también lo hace la toma de decisiones del pasador.
“Es una tragedia que estemos forzando a estos novatos a jugar antes de tiempo, pero la realidad es que la única razón por la que lo hacemos es porque hemos simplificado el juego, lo cual les ha permitido jugar”, dijo Brady, siete veces ganador del Super Bowl, en “The Stephen A. Smith Show”. “Antes se pensaba en un nivel superior. Solíamos pasar horas y horas en la temporada baja, en el campo de entrenamiento, tratando de ser un poco mejores al año siguiente.
“Pero creo que lo que ocurre es que disuade a los entrenadores de ir a niveles más profundos, porque se dan cuenta de que los jugadores no tienen la oportunidad de llegar a un nivel más profundo. Así que simplemente los preparan en el nivel en donde se encuentran”.
Cuánto de lo que Brady describió es responsable de la caída en las yardas por pase probablemente que dependa de cada uno. Pero la juventud y la inexperiencia, según un mariscal actual, es una variable.
“Creo que eso es un factor más relevante que lo que están haciendo los defensivas”, dijo el pasador suplente de los Colts, Joe Flacco, un veterano de 17 años.
LOS ENTRENADORES DEFENSIVOS NO iban a quedarse de brazos cruzados mientras la explosión ofensiva se afianzaba en la NFL.
Durante años, las tácticas defensivas han ido evolucionando para hacer frente al énfasis en los pases. Las reglas que abordan cuestiones como la protección de los receptores indefensos, la interpretación de la interferencia de pase/contacto ilegal y cómo se protege a los mariscales de campo cuando están en el bolsillo han dado ventajas significativas a los ataques.
Como resultado, los equipos de la NFL se inclinaron por el juego de pases. En 2020, la última temporada con 16 partidos de temporada regular, la NFL había sido testigo de un aumento del 16.6 por ciento en las yardas por pase en comparación con el 2000.
La respuesta de los coordinadores defensivos fue jugar con esquemas que respondieran al fenómeno. Es posible que la liga haya alcanzado un punto de inflexión en el que las coberturas con dos profundos empiecen a tener un efecto más pronunciado en el éxito de los pases.
“Es decir, así se encuentra la liga en este momento”, dijo Aaron Rodgers, quarterback de los New York Jets. “Hay muchas coberturas umbrella, muchas soft quarters y dos safeties más profundos.
“Eso es lo que vimos mucho en la primera y la segunda semana. No hubo muchas coberturas individuales. Cuando las hubo, se dieron un par de oportunidades. Pero la liga realmente tiende hacia más defensivas umbrella".
Dijo el mariscal de campo de los Jacksonville Jaguars, Trevor Lawrence: “Incluso los equipos que normalmente han sido de un solo [profundo] están jugando más shells, lo que cambia un poco tu ataque de pases. No quiere decir que no se pueda seguir atacando, pero definitivamente cambia en comparación con un solo profundo.
Los datos los respaldan.
Los pasadores se han enfrentado a coberturas con dos profundos en el 45.9 por ciento de los retrocesos de pase de esta temporada, según ESPN Analytics/NFL Next Gen Stats. Esa es la tasa más alta desde que los datos se rastrearon por primera vez en 2016. Continúa un aumento constante en esta área; hace seis temporadas, en 2018, la tasa fue del 35 por ciento. A través de cuatro semanas, los Minnesota Vikings, Buffalo Bills, los Jaguars y Washington Commanders estaban jugando coberturas de profundos dividida en más del 60 por ciento de los retrocesos de pase de los rivales.
En teoría, esas coberturas están pensadas para evitar las jugadas de pase grandes, que son fundamentales para ser un ataque realmente productivo. La temporada pasada, ocho de los 10 equipos con más pases completados de 20 yardas o más llegaron a los playoffs.
“Los equipos van a hacer que recorras todo el campo de juego”, dijo Mahomes.
Estas tácticas no han creado necesariamente un gran aumento en las yardas por tierra, incluso con el defensor adicional dedicado a la cobertura profunda. Las yardas por tierra sólo han experimentado un ligero aumento en las últimas temporadas. Pero ha influido en un juego de pases más rápido y un juego de pases más corto que ahora es común en toda la NFL.
“Todavía puedes lanzar el balón campo abajo contra dos profundos”, dijo Flacco. “Pero creo que quizá afecta a la mentalidad de quien dicta las jugadas”.
Consideren los siguiente: aunque las yardas de pase están experimentando descensos históricos, los porcentajes de envíos completados siguen aumentando. En las décadas de 1980 y 1990, era raro ver porcentajes por encima del 60 por ciento. La tasa media de compleción en 1980 fue del 56.2 por ciento. En 1990, del 56 por ciento. En el 2000, apenas se había movido, aumentando a sólo el 58.2 por ciento.
Esta temporada, los mariscales de campo están completando el 66.1 por ciento de sus intentos, lo que pone a 2024 camino a tener una de las cifras más altas de la historia de la liga. Suena contradictorio --las yardas por pase han disminuido a pesar de que se completan más pases-- pero habla del impacto que las coberturas están teniendo sobre los quarterbacks.
Los equipos han hecho el balance y están lanzando más a las válvulas de escape y con intentos más cortos. Se demuestra aún más en la disminución constante de las yardas aéreas por intento de pase, que ha caído de un promedio de 8.1 en 2017 a 7.5 la temporada pasada. En lo que va de 2024, el promedio es de 7.0.
Todo esto tiene otra consecuencia: los puntos anotados han bajado. Los puntos ofensivos por partido han caído en cada una de las últimas tres temporadas y están camino a repetirlo.
“Hay oportunidades, sólo tienes que ejecutarlas a un nivel superior”, dijo Mahomes. “[Pero] no hay tantas como quizás he tenido anteriormente”.
CON LA PROLIFERACIÓN de mariscales de campo de doble amenaza, muchos de los cuales crecieron jugando en ofensivas abiertas y se prepararon en competiciones de 7 contra 7, jugar en la posición en 2024 se ve indudablemente diferente de lo que alguna vez fue.
Más quarterbacks de doble amenaza significan más pasadores corriendo con el balón. Eso no ha llevado necesariamente a más intentos de carrera en general, pero lo que ha cambiado es quién corre con el balón.
“Si nos fijamos en toda la liga, hay un mayor número de mariscales de campo que corren, por lo que ahora se piden más jugadas en las que terminan corriendo con el balón”, dijo Flacco.
En las dos últimas temporadas, los equipos han utilizado carreras diseñadas por el mariscal de campo a un ritmo que anula las cifras anteriores. Desde el 2006, la primera temporada de la que se dispone de datos, hasta 2022, el año con más carreras diseñadas por mariscales de los que se tiene constancia, el ritmo aumentó un 102 por ciento. Las carreras diseñadas por los quarterbacks esta temporada también están camino a ubicarse entre los números más altos jamás producidos.
Podría decirse que hay más incentivos para intentar esas carreras porque el mayor uso de coberturas de profundos divididas se traduce en menos defensivos cerca de la línea de golpeo. Esto da una ventaja a los ataques, especialmente cuando hay que tener en cuenta al mariscal de campo por tierra.
En este sentido, 15 de las 25 mejores temporadas terrestres por mariscales de campo han sido registradas en los últimos 10 años por una nueva generación de jugadores en la posición.
“Mucha gente se fija en las estadísticas por tierra y piensa que sólo los corredores son los que se encargan de eso”, dijo Dennis Allen, entrenador de los New Orleans Saints. “Pero los mariscales de campo son capaces de correr con el balón en las jugadas en zona de lectura... Y están ganando yardas en esas categorías, haciendo que tengas que jugar 11 contra 11.
“Y luego están los mariscales de campo atléticos que ganan yardas corriendo, lo que se traduce en yardas por tierra”.
Esto podría añadir algo de contexto al hecho de que los intentos de pase en cuatro semanas hayan bajado un 8.1 por ciento en comparación con el mismo período de la temporada pasada.
Pero incluso con todos los datos disponibles, hay una pregunta cuya respuesta sigue siendo difícil de responder: ¿qué viene ahora?
“La liga”, dijo el coordinador ofensivo de los Cleveland Browns, Ken Dorsey, “evoluciona cada año, cada semana”.
Información de Sarah Barshop, Rich Cimini, Turron Davenport, Mike DiRocco, Alaina Getzenberg, Paul Gutiérrez, Tim McManus, David Newton, Daniel Oyefusi, Marc Raimondi, Kris Rhim, Adam Teicher, Kevin Seifert y Katherine Terrell fue utilizada en la redacción de esta nota.