ARLINGTON, Texas -- Hagan la pregunta las veces que quieran. Jerry Jones no quita el dedo del renglón y es claro: cuando Tony Romo esté sano, el guiará a los Dallas Cowboys.
“Tony es nuestro quarterback No. 1”, afirmó el dueño y gerente general tras el dominante triunfo de los Cowboys por 28-14 a los Cincinnati Bengals.
El novato Dak Prescott mejoró su marca a 4-1 con el triunfo del domingo y suma 155 pases sin intercepción, lo que es ya un récord para un quarterback novato en la NFL.
Prescott completó 18 de 24 pases para 227 yardas y un touchdown. También corrió para otra anotación, su tercera de la campaña por esa vía.
“Vamos a tener el lujo de poder, creo, ver a ambos”, señaló Jones. “Por ahora no quiero dar nada por sentado, presumir que Dak va a estar necesariamente sano. No quiero adelantar nada, pero me alegra tener a Dak jugando a este nivel y a Tony de regreso con excelente salud. Va a ser algo muy especial para los Cowboys”, agregó el propietario.
Romo se someterá a una resonancia magnética el lunes y Jones dijo que espera que el test muestre que la fractura por compresión que el pasador sufrió el 25 de agosto haya sanado totalmente. Romo elevó el ritmo de su preparación física las últimas semanas y ha lanzado el último mes.
Jones no quiso dar una fecha posible para el regreso de Romo, pero el día fijado como meta es el 30 de octubre para el duelo ante los Philadelphia Eagles.
Los Cowboys juegan en Green Bay la próxima semana antres antes de su semana de descanso.
Jones señaló que Romo va “definitivamente conforme lo programado”.
Prescott ha excedido las expectativas al guiar a los Cowboys a igualar su cuota de triunfos de 2015.
Mientras algunos ven una potencial controversia en el futuro, Jones ve oportunidad al recordar lo complicado que resultó encontrar al sustituto de Troy Aikman del 2000 a 2006 antes de que Romo apareciera.
“Les mostraré algunos días verdaderamente difíciles sin un quarterback. No hay problema en pasar por momentos así”, sentenció Jones.