El pasado viernes se aclaró un poco el futuro inmediato de Kam Chancellor con los Seattle Seahawks.
Aunque todavía no hay certeza de que la lesión de cuello sufrida en la pasada campaña permita al profundo fuerte de Pro Bowl vuelva a jugar al fútbol americano, se esperaba que permaneciera con el equipo mientras se descifraba su situación médica. Ahora eso parece algo más seguro luego de que la totalidad del salario base de Chancellor, por 6.8 millones de dólares para el 2018, ha quedado completamente garantizado.
La extensión por tres años y 36 millones de dólares que firmó Chancellor en el verano pasado establecía que su salario del '18 quedara totalmente garantizado si permanecía en la plantilla de Seattle el viernes pasado, el quinto día del periodo de waivers del nuevo año de la liga. Ese dinero estaba garantizado contra lesión solamente al tiempo de la firma.
Esa fecha límite había generado algo de especulación de que los Seahawks podrían cortar a Chancellor, pero eso no era una gran opción.
Las reglas de la NFL dificultan cortan a jugadores lesionados. Podría haber generado un proceso de queja, lo que constituye una caja de Pandora que los Seahawks seguramente no hubieran querido abrir dado el status de Chancellor como uno de los miembros más reverenciados en la organización. Aparte de la posibilidad de convertirse en un procedimiento lodoso, cortar a Chancellor hubiera significado que su impacto al tope salarial de 9.6 para el 2018 se elevara hasta 19.5 millones, dado que impactos futuros se hubieran acelerado al presente. Esa es una cifra muy complicada para cualquier equipo, pero todavía más para un club sin tanto espacio para maniobrar como Seattle.
Ambas partes podrían haber acordado, en teoría, un acuerdo, pero como señaló el ex agente de la NFL, Joel Corry, Chancellor tendría pocos incentivos financieros para un acuerdo con un total de 12 millones de dólares en garantías por lesión a lo largo de los siguientes dos años. de su salario base de 10 millones de dólares para el 2019, 5.2 millones son garantizados por lesión.
Por lo que respecta a la posibilidad de que Chancellor se retire pronto, eso también es improbable. Al hacerlo, estaría renunciando a los 12 millones de dólares en garantías por lesión para las siguientes dos campañas. Técnicamente, también podría estar obligado a devolver 7.5 millones de dólares por las porciones prorrateadas del bono por firmar.
Todo eso ha generado la creencia de que seguirá con los Seahawks, incluso con su futuro de fútbol americano en duda. A menos que Chancellor tenga gran progreso y apruebe un examen de acondicionamiento físico en algún momento de la temporada baja --recuerden que el head coach Pete Carroll dijo al final de la campaña que él Cliff Avril se la verían "difícil para volver a jugar al fútbol americano"-- una posibilidad es que arranque la campaña en la lista de imposibilitados para participar por problemas físicos.
Chancellor, quien cumple 30 años de edad en abril, pasó parte de la semana modelando ropa en el Grungy Gentleman Runway Show como parte de la Fashion Week en New York. Esa industria ha sido de su interés y algo que Chancellor podría perseguir luego del fútbol americano. Pero la llegada de la fecha límite del viernes es otra señal de que su vida posterior al fútbol americano no está cerca de comenzar.
"Le va fenomenal", dijo el esquinero Richard Sherman el jueves por la noche durante una entrega de premios en Seattle. "Él y su esposa están viajando. Fueron a Italia. Creo que están en New York en un show de moda. Pero tiene el espíritu en alto. Está sanando. Todo es pruebas y hacer cosas así. Debe volver y someterse a una resonancia magnética cada par de meses, así que no hay mucho que pueda hacer. No es como su hubiera alguna rehabilitación que pudieras hacer para sanar".
Además de Chancellor, otros tres Seahawks vieron garantizada una porción o la totalidad de su salario base para el 2018 el viernes. Ellos son el quarterback Russell Wilson (4.9 millones de dólares de 15.5 millones), el receptor abierto Doug Baldwin (4.5 millones de dólares de 8.25 millones) y el centro Justin Britt (los 2.75 millones de dólares).