ATLANTA -- Han pasado algunas horas desde que los New England Patriots conquistaran su sexto título de Super Bowl, y es momento de atar algunos cabos sueltos luego del triunfo por 13-3 sobre Los Angeles Rams en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta.
1. Una de las cosas que más hay que admirar respecto a los Pats, es que no temen quebrar paradigmas. No solamente ganan con un quarterback de sexta ronda cuando el resto de la liga admite abiertamente que en esa posición se vale, e incluso se debe, pagar de más durante el draft, así sea en la parte más alta de la primera ronda. Tom Brady está lejos de ser ese pick No. 199 salido de Michigan pero, vamos, ¿ha Jared Goff en algún momento realmente demostrado que valía la primera selección global del draft? ¿Lo hizo anoche? ¿Lo hará alguna vez? Veo a un quarterback promedio que logra brillar gracias al sistema que le ha armado su head coach. ¿Cuán bueno sería sin Sean McVay?
2. Julian Edelman es el mejor receptor de ranura en la NFL, y tras la actuación de esta noche, y bajo el entendido de que su carrera debería estar lejos de terminarse, se abrió cierta discusión en torno a que su brújula apunta a Canton. El camino es largo por delante, pero va en la dirección adecuada. Nada mal para un quarterback universitario de un programa pequeño que ni siquiera recibió invitación al Combinado de Talento.
3. Otros convencionalismos que los Patriots se atreven a desafiar incluyen aquello de que “no se recluta a un corredor en la primera ronda del draft”, “ya no se usa fullback en la NFL”, y “los equipos rara vez alinean con doble ala cerrada en formaciones compactas”. Lo mejor es que rompieron con todas ellas en las jugadas que amarraron el título del Super Bowl 53 anoche.
4. Me encanta ver casos como el de Danny Shelton. Los Cleveland Browns decidieron que no era suficientemente bueno para formar parte de su enésima reconstrucción y lo enviaron a Foxborough con una selección de quinta ronda por una de sexta vuelta. Casos parecidos de jugadores que no fueron suficientemente buenos para terminar sus contratos o ganarse renovaciones en sus clubes previos incluyen, en la plantilla actual, a Stephon Gilmore, Phillip Dorsett, Trent Brown, Kyle Van Noy, Rex Burkhead, Jason McCourty y Dwayne Allen. Hay cuatro reclutas de primera ronda entre esos nombres.
5. Admiré lo que hizo Wade Phillips con su línea defensiva. Rotó a Aarón Donald, Ndamukong Suh y Michael Brockers a lo largo de todo el frente defensivo. Suh llegó a atacar desde la técnica-7, mientras que Donald estuvo trabajando por momentos como técnica-0. Lo de Phillips fue un tremendo desempeño, pero lastimosamente no recibió suficiente ayuda del lado ofensivo anoche. Su unidad estaba muy agotada hacia el cuarto periodo y terminó por ceder touchdown. Hasta ese momento, solamente las rutas cruzadas de izquierda a derecha por parte Edelman habían causado daños a los Rams.
6. No sé si estemos ante una futura polémica entre Todd Gurley y McVay, pero no concibo lo que hizo el head coach de los Rams. Es el partido final, la culminación, el momento decisivo. ¿En qué mundo, la defensiva rival va a temer más a C.J. Anderson que a Gurley? Anderson ejecuta, pero no puede crear fuera del libreto cuando hace falta la genialidad en el corte adicional. Gurley esta entre los tres mejores en su posición en la liga. ¿Por qué mandas a tu ofensiva con una resortera en lugar de un rifle? Anderson debía ser el complemento, no el suplemento de Gurley.
7. Goff batalló bastante en contra de la presión, y la ilusión de presión, de los Patriots. Claro, hubo múltiples instancias en que fue presionado y debió escapar del bolsillo apresuradamente, pero también hubo instancias en que tuvo suficiente tiempo para leer o deshacerse del ovoide, pero prefirió llevarse la captura o el golpe innecesario. Sus ojos empezaron a enfocarse en los linieros defensivos y eso nunca trae nada bueno. En el cuarto periodo, tuvo al menos dos oportunidades de buscar a Robert Woods en lo profundo del campo, en rutas de poste, y no se atrevió o no lo vio.
8. Esperaba un poco más de Brandin Cooks. Se trata de un receptor abierto con salario de élite que a menudo te deja con ganas de más. Dos pases que tenía en las manos le fueron arrebatados de las manos. Seguro, son atrapadas con cierto nivel de dificultad, pero jugadores con salarios como el suyo deben ser capaces de quedarse con alguno de esos de vez en cuando.
9. No entiendo del todo cómo es que un partido donde las ofensivas no son particularmente brillantes tenga que ser calificado como “malo” o “aburrido”. Los defensivos también entrenan, también ejecutan, y también cobran. El partido de Gilmore, por ejemplo, es digno de enmarcarse. Un balón suelto forzado, una intercepción, y trabajando constantemente el uno a uno contra Cooks, a quien controló. Hay que ver más allá del quarterback. Van Noy es otro que tuvo un partido formidable. Si se encuentran con la repetición del juego, sigan el trabajo del linebacker.