Twitter: @IvisAburto
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La Semana 11 fue de aprendizaje alrededor de la NFL, particularmente para quarterbacks que necesitarán de estas lecciones en la etapa crítica del calendario regular.
Jimmy Garoppolo y los San Francisco 49ers fueron puestos a prueba por segunda semana consecutiva, pero, en esta ocasión salieron victoriosos, al igual que Kirk Cousins y los Minnesota Vikings, mientras que Patrick Mahomes y los Kansas City Chiefs se dieron cuenta de que pueden ganar partidos sin necesidad de ser explosivos.
Tras una dura derrota en tiempo extra ante los Seattle Seahawks que dejó la impresión de que Garoppolo aún no era capaz de ganar duelos cerrados ante contendientes, los 49ers enfrentaron un reto que, en el papel, lucía más llevadero, pero los Arizona Cardinals resultaron un hueso duro de roer, al menos por 58 minutos y medio.
En primera instancia, Garoppolo regresó a San Francisco de un déficit de 16-0 en el marcador para colocarlos arriba 17-16 en el tercer cuarto, punto en el que Cardinals y 49ers se enfrascaron en un intercambio de golpes que mantuvo la pizarra con diferencia de cuatro o menos puntos hasta los últimos minutos del último cuarto.
Si bien los Cardinals no son favoritos para llegar a Playoffs, la experiencia de la derrota ante Seattle ayudó a Garoppolo a darle la victoria sobre Arizona con una serie ofensiva en la que el pasador gambusino aprovechó los espacios que la defensiva de los Cardinals le dio y lo hizo con pases cortos y precisos, incluido uno de touchdown por el centro del campo para poner al frente a los 49ers con 31 segundos por jugar.
La defensiva se haría cargo unos segundos más tarde de aumentar la diferencia en un marcador engañoso a simple vista.
Aprender a ganar encuentros difíciles es una experiencia que ayudará a Garoppolo a guiar a su ofensiva en duelos determinantes rumbo y en Playoffs.
Lo mismo se puede decir de Cousins, quien logró su primer regreso para ganar un juego que perdía por 20 o más puntos con el uniforme de los Vikings.
Cousins es un quarterbacks de extremos: o es muy eficiente o es muy irregular y el duelo ante los Denver Broncos así lo demostró, al comandar cinco series ofensivas que terminaron en patadas de despeje y, en la segunda mitad, guiar a los Vikings a anotar en los cuatro ataques que tuvieron en ese lapso.
La confianza de lograr que su equipo borre un déficit de 20 puntos debe ayudar a Cousins a elevar su nivel de confianza y, por ende, el de sus compañeros en él, lo que debe traducirse en un desempeño más regular del quarterback.
Por otro lado, los Chiefs mostraron un rostro discreto en su visita a la Ciudad de México y quizá lo hicieron por necesidad ante la lesión que sufrió su principal receptor, Tyreek Hill (muslo), quien sufrió un tirón en el muslo en el primer cuarto y no pudo seguir en el encuentro.
Sin Hill, Mahomes no intentó con tanta frecuencia ir largo con su potente brazo y, aunque lo hizo un par de ocasiones, recurrió con mayor frecuencia a los pases cortos a la válvula de escape o pases pantalla en el duelo ante Los Angeles Chargers.
Andy Reid y Mahomes dejaron la explosividad para otra ocasión y recurrieron más al ataque terrestre, incluso, con Mahomes, quien fue el líder corredor de los Chiefs con 59 yardas en cinco carreras, incluida una de 24. De hecho, el quarterback tuvo su segundo total más bajo de yardas en un juego en su carrera al lanzar para sólo 182.
El duelo ante los Chargers es en el que los Chiefs han mostrado más balance entre pases y carreras al ejecutar 32 y 27, respectivamente, lo que les ayudó a equilibrar el tiempo de posesión (28:58 minutos para Kansas City y 31:02 para Los Angeles).
En sus tres derrotas más recientes, la defensiva de los Chiefs fue arrollada por la vía terrestre y ante los Chargers, intentaron controlar el ritmo del juego y lo lograron en la segunda mitad.
En la actual NFL es obvio que el juego aéreo prevalece, pero, el clima gélido y las varias nevadas que le acompañan y obligan a correr más están a la vuelta de la esquina.
Recordar que se puede ganar con las piernas y no necesariamente con el brazo en cada jugada es una lección que los Chiefs necesitan repetir con mayor frecuencia.