SANTA CLARA, Calif. – Desde que los San Francisco 49ers usaron su segunda selección en el ala defensiva Nick Bosa el 25 de abril de 2019, tuvieron una muy buena idea de lo que consiguieron.
Luego de 16 jugos de temporada regular y uno de postemporada, Bosa ha dejado poco espacio a la sorpresa. Pregunten a sus compañeros o entrenadores si hay algo sobre la temporada del novato que los haya tomado desprevenidos y no encontrarán nada más que saludos de manos y encogimiento de hombros.
“¿Sorprenderme?, no realmente”, señala el liniero defensivo Arik Armstead. “Cuando llegó, tuve la oportunidad de conocerlo y observar su ética de trabajo y lo talentoso que era en colegial; eso es lo que hace un gran jugador con talento y que lo ponga a trabajar. Así que nada de lo que ha hecho realmente me ha sorprendido”.
¿Nada sobre su rendimiento, personalidad… nada?
“Bueno, el juego en el que tuvo tres capturas y una recuperación”, dijo Armstead, riendo y haciendo mejoría sobre lo dominante de Bosa en la Semana 8 cuando derrotaron 51-13 a los Carolina Panthers. “Eso fue realmente loco”.
Esa producción de novato de Bosa normaliza lo pulido que estaba cuando llegó a la liga. Muchas de sus estadísticas sin procesar son sólidas, sino espectaculares, luego de que Bosa terminara con 47 tackleadas, nueve capturas, 16 tackleadas para pérdida de yardas, dos recuperaciones de balón suelto, dos pases defendidos, una intercepción y un balón suelto forzado.
En su primer juego de postemporada, el sábado, Bosa también impresionó, acabando con seis presiones de mariscal de campo contra Minnesota Vikings –incluyendo dos capturas, convirtiéndose en el primer novato de Niners con múltiples capturas en un juego de playoffs desde Dana Stubblefield en 1993.
Todo eso ayudó a Bosa a ser elegido por primera vez al Pro Bowl, ser el Jugador Defensivo del Mes en la NFC en octubre y un par de Defensivo de la Semana en la NFC. Y muy probablemente será el Novato Defensivo del Año en los NFL Honors el próximo mes.
Pero esos números no cuentan toda la historia sobre el impacto de Bosa en su temporada debut. Incluso cuando Bosa no hacía capturas, causaba estragos en la bolsa. Sus 60 presiones a mariscal son la segunda marca de la liga. Solo el liniero de los Green Bay Packers, Za’Darius Smith (63) tiene más, y el total de Bosa supera en 29 al siguiente novato (Maxx Crosby de Oakland Raiders).
Profundizando, Pro Football Focus tomó la temporada de Bosa como una de las mejores para un novato desde que la compañía comenzó a estudiar a jugadores en 2007. De acuerdo a sus registros, Bosa totalizó 80 presiones (incluyendo capturas y golpes al mariscal), 14 más de las que haya tenido cualquier novato de su posición. De los 145 novatos defensivos de perímetro, que PFF ha calificado y que han promediado más de 15 jugadas por partido, Bosa ocupa el cuarto lugar general en defensa de pases rápidos, solo detrás de Aldon Smith, Von Miller y Khalil Mack en el primero y Smith, Miller y Joey Bosa en este último.
“Entra y el tipo entiende como perseguir al pasador”, señala el coordinador defensivo Robert Saleh. “Tiene un gran trabajo de pies, es fuerte, su parte media es de las más fuertes de la liga, y no solo entre los novatos. Su coordinación mano-vista, especialmente cuando está en espacios cerrados, es de lo mejor que he visto. Ya está por encima de su edad, solo se irá haciendo mejor. Eso es probablemente lo que lo hace aún mejor”.
Más allá de sus refinados movimientos y su pedigrí, su nivel se puede atribuir a su consistente rutina. Continuamente habla sobre lo importante de cuidar su cuerpo y rápidamente siguió la misma rutina que su hermano, Joey Bosa, ha usado por años, con énfasis en flexibilidad y estiramientos. Bosa inició ese entrenamiento durante su preparación para el combinado de talento de NFL, con el entrenador de Joey.
La rutina diaria de Bosa incluye tiempo en la piscina de hidroterapia por la mañana, tratamiento por parte del staff de rendimiento luego con algo de levantamiento de peso mezclado. Luego de partidos, es consistentemente de los últimos en dejar el vestidor para enfriarse y atender a los medios. Todo es parte de su creencia en encontrar algo que funciona y repetirlo.
“Solo es parte de quien soy”, dijo Bosa. “Cada vez que sé de algo que es bueno para mí, tomaré toda la ventaja posible de ello. Desde la preparatoria, tengo entrenadores que me dicen que estoy haciendo algo mal, pero yo creo que es lo correcto. Abuso de ello, pensando que me ayuda. Cada vez que encuentre que algo me ayuda, lo usaré”.
Esa rutina fue útil para Bosa en su temporada de novato. A inicios de la campaña, cuando los Niners estaban sanos y podían seguir una rotación de la línea defensiva, podían mantener a Bosa fresco. Promedió 40.7 snaps en sus primeros 11 partidos. Tuvo 35 de sus tackleos y ocho de sus capturas en esos momentos.
En los cinco juegos finales, cuando los novatos frecuentemente se topan con pared, Bosa seguía siendo productivo, pero se dio cuenta que su tanque de combustible se acababa. Promedió 57.2 jugadas en los cinco últimos cotejos, una captura y 12 tackleadas. Sufrió para descifrar cómo administrarse, pero admitió disfrutar jugar más.
Luego de la derrota en la Semana 15 contra Atlanta Falcons, Bosa se culpó por no hacer lo suficiente para salir con la victoria, pese a que ese sentimiento no duró mucho. Bosa regresó y mostró contra los Vikes, incluso tomándose un momento extra para empaparse de los files de los 49ers que cantan su nombre después de ser noqueado al final del partido.
“No sé cuántas capturas tuvo hoy, pero ha presionado al mariscal de campo todo el año”, dijo el entrenador en jefe Kyle Shanahan. “Fue grandioso que lo terminara. Creo que se sentó y ordeñó su lesión un poco más solo para escuchar su nombre… Ha sido un semental. Ha sido grandioso en el campo, fuera del campo. Extremadamente feliz de tenerlo en nuestro equipo”.
Pese a su tempranero éxito, ambos, Bosa y los Niners, creen que hay mucho espacio para la mejora. Saleh apunta a añadir experiencia y reconocer el juego y el esquema que viene con ello y el desarrollo de Bosa seguirá.
“Lo que asusta es que se hará mejor”, dijo Saleh.
¿Un mejor Bosa por el resto de postemporada, 2020 y más allá? Nadie se sorprendería.