Al menos en un aspecto, este receso entre campañas ha sido idóneo para Drew Lock.
El ex quarterback estelar y gerente general de los Denver Broncos, John Elway, declaró que su quarterback de segundo año era el titular indiscutible. Luego, Elway incorporó manos experimentadas y pies rápidos al plantel, en el tipo de remozamiento con el que suelen soñar los mariscales de campo.
“Estoy súper entusiasmado por los chicos a quienes hemos obtenido”, dijo Lock el martes mediante una videoconferencia de Zoom desde la casa de sus padres en Lee’s Summit, Missouri, donde el deportista se queda y entrena durante la pandemia de coronavirus.
Las dos grandes adquisiciones de Elway en el mercado de agentes libres fueron el corredor Melvin Gordon y el guardia Graham Glasgow.
Los Broncos seleccionaron a un trío de receptores en el draft de la NFL por primera vez en dos décadas, incluido Jerry Jeudy en la primera ronda y KJ Hamler en la segunda.
Fue la primera vez en la historia de la franquicia que ha utilizado sus dos primeras selecciones en receptores.
Elway reclutó además de Lloyd Cushenberry y a Netane Muti, integrantes de la línea ofensiva, así como al ala cerrada Albert Okwuegbunam, el destinatario favorito de Lock en la Universidad de Missouri.
Todo este poder ofensivo genera expectativas de que los Broncos corten una sequía de cuatro años sin avanzar a los playoffs. Y obligarían a que Lock juegue incluso mejor que en su audición decembrina, en la que tuvo una foja de 4-1, luego de pasar buena parte de su campaña de novato marginado del terreno por una lesión en un pulgar.
Ciertamente, Luck aprecia la remodelación, supervisada por el nuevo coordinador ofensivo Pat Shurmur.
“Pienso que los movimientos terminan diciendo que ellos vieron algo positivo en la forma en que yo jugué esos últimos partidos, siendo potencialmente un chico que puede quedarse aquí por un largo tiempo y ayudar a los Broncos con el mayor número posible de partidos”, dijo Lock. “Significa mucho para mí ver que eso ocurra”.
Algo que Lock sabe es que no hay garantías, mucho menos en la División Oeste de la Conferencia Americana, donde residen los Kansas City Chiefs, campeones del último Super Bowl.
“Nada está escrito ahora en términos de triunfos o derrotas simplemente por el hecho de que hemos reclutado a alguien en draft”, dio Lock. “Tenemos mucho trabajo duro que hacer para lograr eso”.