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Repetición Instantánea NFL: ¿Tiene Lamar Jackson temor a trascender?

En su tercer año en la NFL, Lamar Jackson ha tenido varias oportunidades de trascender, pero el quarterback de los Baltimore Ravens no las ha aprovechado.

Puede hacerlo pronto o tardar unos años, pero el momento para trascender siempre llega para quienes son llamados a ser parte importante en la historia de la NFL y Jackson es una de esas figuras.

Desde que fue nombrado quarterback titular de los Ravens en la Semana 10 de la temporada 2018, Jackson ha tenido al menos seis juegos relevantes, unos más importantes que otros, para dar ese paso firme hacia el siguiente nivel, pero no lo ha logrado.

Jackson tiene en casa el premio como Jugador Más Valioso de la NFL en 2018, pero la etiqueta del jugador que no puede ganar el juego grande, como sucedió el domingo pasado en la derrota ante los Pittsburgh Steelers, comienza a ser igual de notable.

Jackson tiene dos juegos como titular ante los Steelers y logró vencerlos en el primero (Semana 5 de la temporada 2019) con apretado marcador de 26-23 en tiempo extra. Pese a lo intenso de la rivalidad entre Baltimore y Pittsburgh, la importancia de ese encuentro no fue mayor, pues los Steelers llegaron al mismo con marca de 1-3 y Baltimore con récord de 3-1.

En 2018, Jackson fue clave para llevar a los Ravens a Playoffs, donde perdió en la primera ronda ante Los Angeles Chargers. Como novato, esa derrota parecía aceptable, pues su futuro lucía promisorio.

Con ese parámetro, el de una carrera prometedora, se le comenzaría a medir y llegó la segunda cita con Patrick Mahomes y los Kansas City Chiefs. La primera, en 2018, la perdieron Jackson y los Ravens con otro apretado marcador en tiempo extra. En 2019, Baltimore y su quarterback volvieron a caer en el Arrowhead Stadium en un duelo que fue más disparejo de lo que el marcador indica.

Después, llegaron los Playoffs. Con marca de 14-2, los Ravens llegaron con todas las ventajas para llegar lejos, con su habilidad para volver locas a las defensivas con sus piernas y derrotarlas con su brazo, Jackson lucía imparable y parecía que, además del premio como MVP, se llevaría a casa el Trofeo Vince Lombardi.

Una vez más, Jackson y los Ravens fallaron y parece que durante esa derrota en la Ronda Divisional de la pasada Postemporada, algo pasó con el quarterback de los Ravens.

Incluido ese juego en Playoffs ante los Tennessee Titans, Jackson tiene marca de 0-3 con el 51 por ciento de pases completos y ocho pérdidas de balón ante equipos con marca ganadora. Las otras dos derrotas son las que ha sufrido Baltimore en 2019, ante los Chiefs, duelo al que los Ravens llegaron como favoritos para colocarse como el equipo a vencer en la AFC, y ante Pittsburgh, que llegó invicto a su cita con su rival divisional. En ambos duelos, los Ravens jugaron en casa.

Algo sucede también con Jackson cuando enfrenta a los Steelers. En sólo dos juegos como titular ante Pittsburgh, el pasador de los Ravens ha sufrido siete pérdidas de balón. En 27 duelos ante el resto de la NFL suma sólo 15 pérdidas.

En 2020, la actuación de Jackson ante equipos con record ganador es mediocre con marca de 0-2 con tres pases de touchdown y dos intercepciones ante equipos por debajo de .500, Jackson suma nueve envíos de anotación y sólo dos intercepciones. En 2019, cuando ganó el premio como Jugador Más Valioso, Jackson tuvo marca de 6-1, completó el 62 por ciento de sus envíos y sólo sufrió dos pérdidas de balón ante equipos arriba de .500.

La percepción del Lamar Jackson de 2020 no es igual a la que ya se tenía sobre él a estas alturas del año pasado y que le llevó ganar el premio como MVP.

Una muestra de ello se dio en el duelo del pasado domingo ante los Steelers. Después de que los Steelers recuperaron la ventaja y se pusieron arriba 28-24, los Ravens llegaron hasta la yarda 8 de Pittsburgh y tuvieron cuarta y tres para el primero y 10 con dos minutos por jugar en el cuarto periodo. Baltimore hizo lo que mejor hace su ofensiva: correr y lo hizo con Jackson.

El quarterback atacó la línea de scrimmage y cuando hizo un corte a la derecha, parecía que encontraría el espacio suficiente para llegar a la marca del primero y 10. En ese momento, el tackle defensivo de Pittsburgh, Isaiah Buggs, con el bloqueo encima, sacó el brazo y tacleó a Jackson, quien, al caer, fue golpeado por Minkah Fitzpatrick, quien así provocó el cuarto balón perdido del pasador de los Ravens.

En 2019, lo más probable era que Jackson corriera lo suficiente para el primero y 10 y quizá hasta anotara, pero los rivales conocen mejor a Jackson, sus movimientos y tendencias.

En la actual temporada, Jackson ha completado el 60.5 por ciento de sus pases (115 de 190) para 1,343 yardas y 12 touchdowns con cuatro intercepciones y 19 capturas. Por tierra suma 411 yardas en 66 carreras, dos de ellas anotaciones, y un promedio de 6.2 yardas.

La temporada pasada, luego de siete juegos, los números eran ligeramente mejores, aunque llama la atención que Jackson había corrido más (83 carreras para 576 yardas, promedio de 6.9 y tres touchdowns). Por aire, había completado el 63.3 por ciento de sus envíos (136 de 215) para 1,650 yardas, 11 anotaciones, cinco intercepciones y 17 capturas.

La calidad de Jackson no está a discusión. Su habilidad y agilidad lo hacen lucir como el prototipo de lo que será la posición de quarterback en la NFL los próximos años, sin embargo, parece que Jackson se deja absorber por la magnitud del escenario cuando éste le presenta un reto importante.

No será el primero ni el último al que le suceda algo así. A Peyton Manning le sucedió luego de llegar a la NFL en 1998 como uno de los mejores prospectos en la posición de quarterback en la historia y luego de caer varias veces en Playoffs y ser señalado como el pasador que no podía ganar el juego grande, superó ese obstáculo para afianzarse y terminar su carrera como una leyenda.

La duda no es si Jackson podrá superar ese escollo. La duda es cuándo lo logrará y si será a tiempo para hacer olvidar sus fracasos en la primera etapa de su carrera.