La Semana 8 fue una colección de sustos y pesadillas para los equipos locales, que perdieron en nueve de los 14 partidos que se han disputado en la jornada
La temporada pasada en la NFL, durante la pandemia de COVID-19 --que no ha terminado--, los juegos se disputaron sin público en la tribuna. Ello eliminaba de facto la ventaja del equipo local, que no podía contar con el apoyo de "El jugador N° 12".
Esta temporada, las cosas han cambiado y los 32 equipos tienen la facilidad de contar con sus aficionados en las gradas.
Entonces, los locales ahora tienen la ventaja, ¿o no?
La Semana 8 ha entregado, a reserva del juego de "Monday Night Football" por ESPN entre los Kansas City Chiefs y New York Giants (que puedes disfrutar por la plataforma de Star+), un día de terror para los equipos de casa.
De un total de 14 juegos, sin contabilizar el juego de MNF, un total de nueve equipos visitantes se han alzado con la victoria.
Desde el jueves por la noche, en el último suspiro, los Green Bay Packers derrotaron a los Arizona Cardinals, de paso acabando con el último registro invicto en la campaña.
Para este domingo, la casa de Los Angeles Chargers se convirtió en la casa de los espantos, pero para los de casa. Los New England Patriots le arrebataron la victoria a los angelinos y Justin Herbert, quarterback de los Chargers, terminó frustrado con dos pases interceptados.
En la División Sur de la Americana, los Indianapolis Colts recibían al líder de su sector, los Tennessee Titans. El juego, en sí mismo, tenía tintes de postemporada. Un par de errores de Carson Wentz dieron al traste con el plan de Indianapolis para quedarse con la victoria.
Wentz fue el villano de esta historia de terror.
Los Titans exorcizaron la casa de los Colts y les acabaron ganando con un gol de campo en tiempo extra.
La que terminó en masacre fue la visita de los Philadelphia Eagles a los Detroit Lions. Mucho creíamos que Detroit, que había tenido encuentros muy cerrados en la temporada, podría ahora sí llevarse su primera victoria del año ante los irregulares Eagles.
Nada que ver; la pócima utilizada por Philadelphia dejó petrificado el equipo de casa. El marcador de 44-6 es el mayor margen de victoria para Philadelphia como visitante desde 1981.
San Francisco se le apareció a los Chicago Bears en el mismísimo Soldier Field con todo y Justin Fields, y su acarreo de 30 yardas para touchdown en cuarta oportunidad.
Jimmy Garoppolo lanzó para más de 300 yardas y corrió para dos anotaciones propias.
Al grito de "dulce o truco", los Pittsburgh Steelers llegaron a plantarle cara en su casa a los Cleveland Browns. No fue el mejor partido para los Steelers, pero tampoco lo fue para los Browns.
El regreso de Baker Mayfield como quarterback para Cleveland no tuvo ninguna repercusión positiva. Mayfield es solo un mariscal de campo funcional, pero no es un jugador de élite, salvo su mejor opinión. Por su parte, Big Ben, arrastrando las cadenas y las piernas, logró conducir a la ofensiva para anotar 15 puntos. La defensiva acerera hizo el resto.
Los Carolina Panthers tuvieron arranque de campeón, y racha mediocre en los últimos juegos. Lo que parecía sólo un susto para los Atlanta Falcons, se convirtió en derrota.
Los Falcons vieron aparecer una vez más los mismos fantasmas de años anteriores. Los Panthers, sin Christian McCaffrey, lograron sacar el resultado en patio ajeno.
Convertidos en cazafantasmas, Los Angeles Rams se plantaron en la casa de los Houston Texans para hacerlos garras. Matthew Stafford logró tres pases de touchdown. El receptor abierto Cooper Kupp solo atrapó uno, pero llegó ya a 10 en la temporada, y se acerca a las 1,000 yardas por recepción.
Los Texans pensaron que podrían asustar a los Rams, pero fue una lucha desigual.
Para cerrar el domingo, los Dallas Cowboys lograron una inesperada victoria como visitante. 'No Dak Prescott, no problem'.
Cooper Rush fue una inesperada aparición como quarterback para la defensiva de los Minnesota Vikings. Rush substituyó a Prescott por lesión.
Más de 300 yardas y dos pases de touchdown para el suplente bien de Dak. Los Cowboys llegaron a Minneapolis a arrebatarle la victoria a unos inoperantes Vikings.
Las victorias como visitante reflejan la competitividad de esta liga. Un botón de muestra es qué hay 14 equipos que tienen mejor récord como visitantes que de locales. Con mejor récord en casa, son 13 equipos y los otros cinco tienen récord idéntico como locales y de visita.
Del primer rubro Arizona, con siete victorias, cuatro las ha conseguido en calidad de visitante.
Otro ejemplo son los Seattle Seahawks, que de cuatro juegos en casa han perdido tres. Muy mala marca para la otrora inexpugnable fortaleza que es (o era) su estadio.
Por razones cómo está, la NFL es la mejor e imprescindible liga del mundo.