MIAMI -- El mariscal de los Green Bay Packers, Aaron Rodgers, se tomó la zona intercostal y no pudo continuar en el partido ante los Philadelphia Eagles.
En su reemplazo ingresó Jordan Love, y aunque fueron snaps limitados, se lo vio decisivo en el bolsillo y dejó una buena imagen.
Los Packers han tenido una temporada decepcionante, sus posibilidades de playoffs lucen complicadas, por lo cual la pregunta irrumpió en la escena de inmediato: ¿Debe Rodgers volver a jugar otra vez este año?
Personalmente, no creo que esta situación sea tan complicada como muchos piensan.
La premisa inicial es simple: mientras los Packers tengan posibilidades matemáticas de clasificar a la postemporada, Rodgers debe ser el titular.
Le acabas de dar una extensión de tres temporadas y 150 millones de dólares, con 101 millones garantizados. Rodgers es el reinante dos veces MVP de la liga, y no se olvidó repentinamente de jugar.
En otras palabras, Rodgers es el titular y allí no hay debate. Ahora bien, la pregunta es cuán saludable está Rodgers, teniendo en cuenta que ha estado jugando con una fractura en su pulgar y ya ha lanzado nueve intercepciones, más que cualquier temporada desde el 2010.
Como si fuera poco, recibe ese golpe en las costillas, y le costaba respirar y girar su cuerpo. Sin embargo, tras el encuentro Rodgers fue categórico: "Si estoy bien de salud, quiero jugar".
Es una señal de compromiso para con el equipo en un año tumultuoso, pero también es una señal de respeto hacia Love. Rodgers recuerda bien cuando Brett Favre se lesionó jugando ante los Cowboys. Dallas estaba ganando ese partido por 17 puntos, y Rodgers lo reemplazó y casi de inmediato redujo esa diferencia a siete puntos.
El talento de Rodgers era evidente, y a la siguiente temporada baja, los Packers cambiaron a Favre. Rodgers sabe, él mismo lo ha dicho públicamente, que la evolución de Love ha sido enorme en comparación a un año atrás.
Esos destellos se observaron ante los Eagles cuando Love se conectó con Christian Watson para un touchdown, y Rodgers no quiere abrirle la puerta.
Sin embargo, los Packers, más que cualquier otro equipo, se deben a la franquicia y no a un jugador. Y digo ellos más que otros conjuntos, porque a diferencia de los otros equipos, no tienen un dueño único.
Hoy Green Bay está a tres juegos de los Washington Commanders, que al momento son el último comodín de la NFC. La lógica nos dice que pronto, a juzgar por el nivel de juego que han mostrado, los Packers estarán fuera de contención.
Y cuando eso suceda, debe jugar Jordan Love. Entiendo que los Packers no quieren herir susceptibilidades, como hicieron justamente cuando escogieron a Love en la primera ronda del draft. Ya las aguas se han calmado entre los Packers y Rodgers, y ya hiciste una inversión económica que habla a las claras de la valoración de la franquicia para con su mariscal.
Rodgers es un hombre sensible, y por ende hay que esperar. Cuando queden eliminados oficialmente los Packers, ya no habrá razón para arriesgar a un Rodgers que no está saludable. Y la conversación con él, a esa altura, será mucho más sencilla.
Pero los Packers tienen que entender que darle rodaje a Love es imperativo. Sería irresponsable haber invertido una selección de primera ronda, y no saber aún qué tienes en Love.
Como mínimo, lo usas como vidriera para luego potencialmente cambiarlo. Y quizás te sorprende y te muestra que puede ser el futuro de tu franquicia. Entiendo que algunos piensan que ya su tiempo pasó, pero sabíamos que estaba verde cuando salió de Utah State, y que iba a necesitar tiempo. Sin embargo, talento nunca le faltó.
"There was an early shot in the game that rattled the ribcage & it got hit again in the 3rd quarter.. I pride myself on not coming out of games but I couldn't move out there at all"@AaronRodgers12 dives into his oblique injury #PMSLive pic.twitter.com/LPdh3v8eyA
— Pat McAfee (@PatMcAfeeShow) November 29, 2022
Rodgers ha coqueteado con el retiro en el pasado, pero dudo que deje tanto dinero en la mesa. El contrato que tiene actualmente Rodgers, lo vincula con los Packers potencialmente hasta que tenga 43 años de edad.
No obstante, los Packers técnicamente pudiesen salirse del mismo después de la temporada 2023; vale aclarar que tendrían un impacto de dinero muerto de más de 24 millones de dólares en el tope salarial si deciden cortarlo.
En conclusión, Rodgers debe jugar hasta que los Packers estén oficialmente eliminados, y luego debe ser el tiempo de Love. Como mínimo sabrás si hacer uso o no de la opción de quinto año para Love en 2024.
Y allí es donde se vendrán las decisiones difíciles para los Packers. No sea cosa que se repita otra vez la historia en Green Bay.