En su primera temporada con Denver, Wilson lanzó 16 pases de touchdown, el mínimo de su carrera; sin embargo, en el equipo existe la firme convicción de que el QB Pro Bowl resurgirá
ENGLEWOOD, Colo. -- En el ocaso del último domingo de la temporada 2022 de los Denver Broncos, el mariscal de campo Russell Wilson se paró frente al contingente de medios tratando de entender su peor temporada como profesional.
¿Qué pasó con el nueve veces jugador de Pro Bowl que había llevado a los Seattle Seahawks a ganar el Super Bowl XLVII; el mariscal de campo que se esperaba llevar a los Broncos a la gloria?
"Me hago la misma pregunta", contestó Russell Wilson esa noche, "¿dónde está?".
En su primera temporada con Denver, Wilson lanzó 16 pases de touchdown, el mínimo de su carrera, en el camino a una marca final de 5-12. Fue capturado 55 veces, el máximo de su carrera y líder de la liga. Se perdió dos inicios por lesiones mientras que a menudo lucía inquieto e indeciso en el campo. Muy lejos del jugador cuyo equipo ganó al menos 10 juegos en ocho de sus 10 temporadas en Seattle, un mariscal de campo que también había lanzado al menos 25 pases de anotación en una temporada ocho veces.
Múltiples entrenadores defensivos y entrenadores de mariscales de campo rivales que hablaron con ESPN vieron varias debilidades en el desempeño de Wilson la temporada pasada, desde la precisión hasta la toma de decisiones y el juego de pies, pero también señalaron formas en que el mariscal de campo podría volver a la forma de Pro Bowl. Por supuesto, hacer que Wilson vuelva a la normalidad recaerá en gran medida en el nuevo entrenador Sean Payton.
"Simplemente ponía el balón donde no debía", señaló un técnico rival de la AFC.
Una de las críticas más comunes de los encuestados fue que los Broncos, hasta los últimos dos juegos de la temporada, no siempre tuvieron un plan de juego que le diera a Russell Wilson suficientes oportunidades de juego.
Aquellos que respondieron creen en gran medida que Russell Wilson carecía de la combinación correcta de rutas de pase para lidiar con las dificultades del equipo en la protección del pase y no jugó con la compostura suficiente para trabajar en las progresiones y mantener las unidades en movimiento en lugar de hacer intentos desafortunados en el campo hacia la cobertura.
"Sentimos que, aparentemente, especialmente en oportunidades con distancias importantes, por lo general intentaría tomarse más [tiempo] del que debería, así que jugamos de esa manera", agregó el entrenador de la AFC rival. ... "Nosotros, en esas situaciones, asumimos que él aguantaría [el balón] y romperíamos sus protecciones al mismo tiempo".
Russell Wilson, de 34 años, prometió en la conferencia de prensa de final de temporada que, de hecho, se miraría con el microscopio y analizaría detenidamente su juego en la temporada baja.
"Cada año te sumerges en los detalles [de] lo que salió bien, lo que podría haber ido mejor, en qué quieres seguir trabajando, cada año", reflexionó Wilson. "Haré un estudio de video profundo sobre todo eso, examinaré cada pequeño detalle. Tienes que confiar en ti mismo... Esta temporada no ha sido eso, ha sido un desafío".
Pero ajustar mecánicas como el juego de pies tan tarde en una carrera en la NFL es difícil, según varios entrenadores.
"El trabajo de pies a veces puede ser un producto de protección, y [los Broncos] estresaron mucho su frente con lo que estaban tratando de hacer", analizó un entrenador de mariscales de campo de la AFC rival. "Pero él sostuvo el balón, hubo momentos, en tu décimo, onceavo año lo que sea, que tenías que dejar eso y hacer a otra cosa. Tienes que adaptarte, lo que hiciste a [edad] los 25 puede no ser la respuesta".
El mayor factor X en el potencial cambio de Russell Wilson, por supuesto, será Sean Payton.
En sus 15 temporadas como entrenador de los New Orleans Saints, las ofensivas de Sean Payton superaron los 30 puntos por partido en cinco ocasiones; el mariscal de campo Drew Brees superó las 5,000 yardas por aire cinco veces y las 4,000 yardas por aire en 12 ocasiones; y los Saints ganaron al menos 10 juegos ocho veces.
"El trabajo ha comenzado", enfatizó Sean Payton. ... "Solo sé que estamos trabajando, pero con un poco menos de visibilidad en las redes sociales y todas esas otras cosas. Nos pondremos a trabajar y, en última instancia, así es como lo haremos en el otoño".
Sean Payton se acercó rápidamente a Russell Wilson después de que lo contrataron, y los dos cenaron en Arizona durante la semana del Super Bowl, con fotos publicadas en las redes sociales.
Una semana antes de que Sean Payton se entrevistara para el puesto, Russell Wilson calificó su filosofía ofensiva de "hechicería" y sus experiencias con Payton en el Pro Bowl cuando el personal de los Saints entrenaba al equipo de la NFC eran "magníficas".
Payton dejó en claro cuando fue presentado como entrenador del equipo el 6 de febrero que se avecinaba un cambio para los jugadores del equipo, incluido Wilson.
Sean Payton pareció sofocar algo del poder de Russell Wilson, diciendo que el entrenador personal de Wilson, Jake Heaps, ya no estaría en las instalaciones de los Broncos.
"No estoy muy familiarizado con eso", respondió Payton cuando se le preguntó si Wilson tuvo a Heaps en las instalaciones la temporada pasada. "Eso es extraño para mí. Eso no va a suceder. No estoy familiarizado con eso. Nuestro personal estará aquí, nuestros jugadores estarán aquí, y eso será todo".
Wilson lanzó uno o cero pases para touchdown en 12 de 15 juegos con el ex entrenador de los Broncos, Nathaniel Hackett, quien fue despedido después de una derrota por paliza el día de Navidad ante Los Angeles Rams.
Pero en dos partidos con el entrenador en jefe interino Jerry Rosburg, Wilson mostró signos de lo que era antes, pasando para cuatro touchdowns y corriendo para dos.
Jerry Rosburg se mostró optimista con Russell Wilson, afirmando que los Broncos tenían que "tener acción fuera [del juego terrestre] para abrirse y llevar el balón a sus creadores de juego" y que "tienes que mover la bolsa, ese tipo de cosas... para poner el balón en las manos de nuestro jugador clave".
Uno de los primeros movimientos de Jerry Rosburg fue colocar a Russell Wilson en grupos de personal más amplios con mayor frecuencia, con miras a proteger a Wilson, para darle tiempo para tomar mejores decisiones. Con ese fin, Rosburg también entregó la ofensiva al entrenador de mariscales de campo Klint Kubiak y al coordinador ofensivo Justin Outten, con Outten dirigiendo las jugadas desde el palco de los entrenadores y Kubiak al margen con Wilson.
También ayudó a Wilson a acumular pases completos para lograr las miradas al campo que tantas veces había tratado de forzar al principio de la temporada.
En la temporada, Russell Wilson completó el 34,6% de sus pases de 30 o más yardas. Solo en el final de año tuvo tres de sus 10 jugadas de pase de al menos 41 yardas en la campaña y dos de sus siete pases completos de más de 51 yardas.
Incluso Payton señaló esos dos juegos diciendo que "las cosas cambiaron" y aludió a malas jugadas en la temporada.
"No me gusta cantar, punto, pero ninguno de nosotros quiere estar en un bar de karaoke con una canción cuya letra no sabemos", ilustró.
Fue solo una muestra de dos juegos con Rosburg, pero la situación de Denver, con su montón de lesiones en la plantilla (22 jugadores terminaron el año en la reserva de lesionados), mejoró, al igual que Wilson, con ese enfoque. En la Semana 18, las 471 yardas totales del equipo y las 205 yardas terrestres y los tres pases de touchdown de Wilson estaban todos al menos empatados como los mejores de la temporada.
Russell Wilson y el receptor abierto Jerry Jeudy también se combinaron para cinco recepciones y 154 yardas en ese juego.
Kubiak y Outten también hicieron que Wilson se moviera un poco más en los últimos dos juegos, en lanzamientos diseñados, play action, a menudo desde el centro.
Todo será motivo de reflexión para Payton, su personal y Wilson, quien todavía tiene a sus compañeros de equipo detrás de él.
"Lo que filmamos es lo que filmamos, y eso es a lo que nos tenemos que aferrar. Sin embargo, sabemos lo que hace, sabemos la preparación que pone, sabemos cuánto le importa este deporte y cuánto se preocupa por los muchachos que lo rodean", señaló el receptor abierto Courtland Sutton. "No hay nada en mi cuerpo que cuestione si podrá regresar y ser All-Pro y un mariscal de campo del calibre de Pro Bowl el próximo año para nosotros".