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Deebo Samuel y Trent Williams aportan su liderazgo a los 49ers

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Los ex compañeros de habitación han forjado un nexo que se ha convertido en el latido de la identidad de los 49ers.


SANTA CLARA, California -- Era el 30 de enero de 2022, tres meses después de que Deebo Samuel pidiera ser cambiado en medio de unas extensas y a veces polémicas negociaciones contractuales. El receptor de los San Francisco 49ers se sentó en un sofá en casa del tackle izquierdo Trent Williams.

Samuel esperaba una llamada telefónica, con la esperanza de poner punto final a la época "más estresante" de su vida sellando un nuevo pacto que le cambiara la vida. Finalmente, llegó: el agente Tory Dandy le dio la noticia de que se había concretado una extensión contractual para Samuel por tres años y $58.1 millones en dinero garantizado.

"Estábamos relajados", comentó Samuel a ESPN, sonriente al recordar lo ocurrido y sentado cerca de Williams en otro sofá dentro de la oficina de relaciones públicas de los 49ers. "Y luego, nos volvimos locos".

Samuel saltó disparado del sofá, gritó y salió disparado por la puerta, corriendo de un lado a otro de la calle del barrio Morgan Hill, donde reside Williams, en gesto de celebración. Williams, que sirvió de asesor de Samuel y el entrenador de los Niners Kyle Shanahan durante las negociaciones, lo grabó todo en video.

"Simplemente lo decidí y empecé a grabar", recuerda Williams. "Necesitaba captar ese recuerdo".

Ese será un momento recordado por mucho tiempo en la historia de los 49ers porque la franquicia logró mantener a uno de sus mejores jugadores, a la vez que se aseguró que Samuel (28 años) y Williams (35) pudieran seguir marcando pauta en cuanto a despliegue físico y seguridad mientras este histórico conjunto se mantiene en la búsqueda de un sexto Trofeo Vince Lombardi. Fue un punto significativo dentro de una amistad que se ha estrechado rápidamente desde que Williams llegara a los Niners en 2020 como parte de un canje.

Para Samuel, el "wide back" capaz de hacerlo todo, representaba más oportunidades para aprender de Williams y perfeccionar su oficio. Para Williams, firme protector del lado ciego, significaba más lecciones en el arte de la charla basura como subproducto de la suprema confianza de Samuel en sí mismo.

Juntos, los ex compañeros de habitación han forjado un nexo que se ha convertido en el latido de la identidad de los 49ers. No es coincidencia que son los dos primeros jugadores que ven los oponentes cuando los Niners saltan a la cancha cada semana con sus entradas "Bumpboxx" al mejor estilo de la lucha libre de la WWE, una tradición prepartido en la cual los Niners esperan que Samuel forme parte antes del partido por el Campeonato NFC de este domingo contra los Detroit Lions (6:30 p.m. hora del Este, Fox en Estados Unidos).

Samuel lidia con una lesión en el hombro izquierdo sufrida durante el choque de ronda divisional del pasado sábado contra los Green Bay Packers y tiene 50 por ciento de probabilidades de jugar este domingo por su molestia física, que no representa una reiteración de la fractura de hombros sufrida a principios de temporada. Sin su presencia, la ofensiva confrontó problemas para remontar e imponerse en la jornada sabatina.

"Lo puedes ver cada vez que nuestro equipo salta a la cancha", indica el ala cerrada George Kittle. "Es arrogancia. Cuando la sacan a relucir, eleva el nivel de todos los que le rodean y le aportan seguridad al equipo... Tienen un aura que te incita a ser un gran jugador de fútbol americano".


DURANTE SU CRIANZA EN Carolina del Sur, Samuel disfrutaba practicar fútbol americano, pero nunca ha sido muy adepto a ver partidos. Raras veces consume encuentros por diversión y en gran medida mantiene su resistencia a estudiar videos en profundidad, aunque ahora lo hace con mayor frecuencia que antes.

Por eso, no sorprendió conocer esta anécdota: cuando Samuel acompañó al excorredor de los Niners Jerrick McKinnon para entrenar en el gimnasio O Athletik de Houston en el verano del 2020, no tenía idea de que su nuevo tackle izquierdo no sólo entrenaba en el mismo sitio que él. Tampoco sabía que Williams era copropietario del gimnasio.

Samuel y McKinnon conversaban sobre los posibles sustitutos del tackle izquierdo Joe Staley, que se aprestaba a retirarse de los 49ers, cuando McKinnon detuvo a Samuel, señaló a Williams (1.98m, 144 kg) que se encontraba al otro lado del gimnasio y le dio a Samuel un breve informe de scouting.

"La verdad, no sabía quién era Trent", recuerda Samuel. "Pienso: 'Demonios, parece que lo vamos a necesitar'. Me le acerqué y empezamos a conversar. Desde entonces, la relación sigue creciendo, creciendo y creciendo".

A pesar del hecho de que Samuel estaba a punto de cursar segundo año en la Secundaria Chapman (Carolina del Sur) cuando la franquicia de Washington tomó a Williams como cuarta selección del draft NFL 2010, la dupla no perdió tiempo para encontrar similitudes. Estrecharon lazos de inmediato al mencionar los agotadores entrenamientos de temporada baja, tan exigentes que ambos no tardan en soltar palabrotas ante su mera mención.

Williams y Samuel participaron en entrenamientos de dos horas y media de duración, muchos de ellos bajo el ardiente sol de Texas, cinco o seis días a la semana. Los peores momentos fueron en la pista de atletismo; alternando entre sprints de 400, 500 y 600 metros, seguidos por 200 metros con vallas. Las combinaron con carreras por colinas y trabajos en fosos de arena, piletas y campo.

A medida que se acercaba el campamento de entrenamiento, aumentaban la intensidad de sus sesiones, capaces de inducir al vómito. Esa experiencia compartida sentó las bases de la amistad entre Samuel y Williams.

"Fue una letanía de entrenamientos exigentes", afirma Williams. "Cuanto más tiempo pasábamos haciendo esas cosas y manteniéndonos activos, más se creaban conversaciones y recuerdos que sólo puedes compartir con la gente que las tiene contigo".

A pesar de su diferencia de edad y posiciones, Shanahan no se sorprendió al ver que Samuel y Williams se hicieron amigos en poco tiempo.

"Ambos son jugadores de tanta calidad y tan únicos", expresa Shanahan. "No hay tackles como Trent, y no hay receptores como Deebo... Si me hubieras preguntado si creía que ambos serían amigos cercanos, sin duda lo habría pensado".


LAS COSAS SE DIERON para que la pandemia de la COVID-19 diera la oportunidad de que Samuel y Williams pasaran de ser compañeros de equipo a compartir residencia. Cuando el Condado de Santa Clara suspendió la celebración de los partidos de local de los 49ers a finales de la campaña 2020, los Niners se mudaron a Arizona para completar su temporada.

Samuel y Williams alquilaron una casa y vivieron juntos durante el último mes de la temporada. Mientras compartieron el inmueble en el área de Phoenix, pasaron la mayor parte del tiempo descansando y conversando sobre una amplia variedad de tópicos que oscilaron entre su amor compartido por el baloncesto y el equilibrio entre el fútbol americano y la vida en familia.

"Teníamos que encontrar algo para hacer después de las prácticas y jugar partidos", afirma Samuel. "Entonces, sobre todo hablamos tonterías. Cosas normales".

Asimismo, la dupla pudo descubrir las peculiaridades de cada uno. Para confusión de Samuel, éste llegaba a casa después de los partidos y veía a Williams vestido con la misma ropa que el liniero de 145 kg de peso utilizó en casa, cubierto con una sábana y durmiendo plácidamente sobre el sofá de la sala.

Ese mes no sólo sirvió para consolidar su amistad y establecer a Williams como el único jugador en el que Samuel confiaba los detalles de su situación contractual, sino también les dio la oportunidad de aprender el uno del otro.

Incluso cuando los 49ers cayeron en picada producto de las lesiones para sumar récord 6-10 en 2020, Samuel entraba en la cocina para ver la misma imagen prácticamente todas las noches: Williams analizando videos de sus próximos rivales o de sí mismo, ya fuera en los partidos o prácticas, evaluando exhaustivamente cada repetición.

Para Samuel, fue la oportunidad de presenciar en primera fila cómo una estrella establecida es capaz de producir constantemente a nivel de elite, tema que ha surgido varias veces durante la trayectoria del receptor, incluyendo una temporada 2022 que Samuel calificó de "terrible" porque estaba fuera de forma y con lentitud.

A pesar de que Williams y Samuel juegan posiciones distintas, Samuel pudo reconocer que tanto él como Williams eran talentos peculiares y que, al observar y seguir a Williams, pudo maximizar sus habilidades.

"Cuando miras por toda la liga, ves que toda la liga intenta copiar todo lo que él hace", expresa Samuel. "Pero no pueden hacerlo. Es un jugador único".

Esa descripción también se aplica a Samuel, que este año igualó al miembro del Salón de la Fama Charley Taylor como los únicos jugadores en la historia de la NFL en sumar al menos 4,000 yardas de recepción y 1,000 yardas terrestres en sus primeras cinco temporadas en la liga. Al igual que Williams, Samuel también se enorgullece en asegurarse de que sus rivales sientan sus impactos días después de haber jugado.

Aunque Williams es el veterano más experimentado, también ha aprendido muchas cosas de Samuel. Por más extraño que parezca de un jugador con 11 incursiones en el Pro Bowl y tres veces miembro del primer equipo All-Pro, Williams pasó la mayor parte de su carrera evitando emitir declaraciones provocativas contra sus rivales, temiendo que no pudiera sostenerlas en la cancha.

Pero Samuel no opera así. Samuel corre por el terreno con una furia y pasión que Williams considera inigualables. El padre de Samuel le animó desde pequeño para afrontar cada partido como si fuera el mejor jugador en la cancha y si eso implicaba dedicar algunas palabras elocuentes a sus rivales como herramienta motivacional, que así fuera.

Esa mentalidad suele manifestarse con la charla basura de un Samuel que no se limita en sus declaraciones antes, durante y después de los partidos. Algunos podrían creer que eso es un problema. Para Samuel, es una forma de encender el fuego interno que suele resultar en algunas de sus mejores actuaciones.

Luego de caer ante los Philadelphia Eagles en el encuentro de Campeonato NFC del año pasado, Samuel insistió reiteradamente que el partido pudo tener un resultado distinto si el mariscal de campo Brock Purdy no hubiese sufrido una lesión de codo que acabó con su temporada durante el primer cuarto. Luego, duplicó la apuesta llamando "basura" al esquinero de los Eagles James Bradberry en el podcast "I Am Athlete".

Previo a la destrucción 42-19 propinada por los 49ers a los Eagles en Filadelfia, Samuel mantuvo todas y cada una de sus palabras. No tardó en sumar 138 yardas de scrimmage y tres anotaciones.

"Por eso, no me retracto de nada de lo que digo", expresó Samuel. "Mantengo todo lo que digo. Si me detienes, me superaste, pero será difícil. Será un día largo".

Mientras Samuel siempre ha sido intrépido con sus frases y estilo de juego, Williams deseaba ser así, pero nunca se sentía cómodo adoptando dicha actitud. Al ver cómo Samuel reiteradamente respaldaba sus declaraciones con actos, Williams siente cada vez menos temor a decir lo que piensa, sin importar a cuántos incomoda.

Por esa razón, Williams se unió a Samuel vistiéndose de negro para ese encuentro contra los Eagles. Después, afirmó que ambos se habían vestido "para un funeral".

"Digo mi---- cuando estoy furioso, pero deseo poder levantarme de la cama y decir que no me puedes jo---, saltar a la cancha y demostrar que no me puedes jo--- y no hay nada que puedas hacer al respecto", indica Williams. "Y cuando se trata de atletas profesionales, para mí eso es como la carta del triunfo".

"Es como si tuvieras la confianza para decirle a alguien que cobra millones de dólares que no puede hacer algo, para después demostrarle que no lo puede hacer. Ahora, he empezado a relajarme y soltarme un poco... La verdad, eso lo he aprendido de él".


LOS 49ERS NO SE HAN topado con muchos obstáculos para clasificar a su cuarto partido por el título de la NFC en los últimos cinco años. Sin embargo, experimentaron aquella racha de tres derrotas consecutivas ocurrida después de arrancar la campaña con marca 5-0. Considerando el valor que derrochan en la cancha, no sorprende ver que la cadena negativa ocurrió justo cuando Samuel y Williams se ausentaron por lesiones de hombro y tobillo, respectivamente.

Tras el descanso de la Semana 9, Samuel y Williams volvieron a la acción y los Niners hilaron una cadena de seis triunfos por diferencia promedio de 19 puntos.

Esta temporada, cuando Williams y Samuel estuvieron juntos en la cancha, los Niners ostentaron promedio de 7.2 yardas por jugada y sumaron 148.38 puntos ofensivos esperados (EPA ofensivo). Con Williams y Samuel ausentes, los Niners promediaron 5.3 yardas por jugada y -19.85 EPA ofensivo.

"Han tenido tanto éxito y ayudaron a construir este lugar hasta llegar a donde se encuentra ahora", afirma Purdy. "Son dos chicos con los que siempre he querido jugar, y eso ayuda con mi seguridad en cada jugada".

El sentimiento de Purdy es compartido por muchos dentro del vestuario de los 49ers. Mientras los Niners buscan sellar otro pase al Super Bowl, encuentran seguridad e inspiración viendo a Williams y Samuel en sus puestos de costumbre al frente de la línea Bumpboxx. Es una versión moderna de hacer que los chicos más malos del equipo se bajen primero del autobús.

Y cuando arrancan los partidos, Shanahan no dudará en llamar a Samuel, cuando está disponible, para que haga un toque o corra detrás de Williams en el momento cuando su equipo necesita de un empujón. No solo se trata de ganar yardas, también se trata de recordar a todo el equipo de qué se trata el fútbol americano de los San Francisco 49ers.

"Tienen estilos similares y la forma en la que se divierten antes de los partidos. Así son ellos", indica Shanahan. "Así son genuinamente y por eso siempre estarán acaparando el protagonismo. Cuando tienes el talento y carisma de estos dos chicos, eso sobresale".

"Creo que se alimentan mutuamente. Y sé que nuestro equipo se alimenta de ellos".