Rashee Rice acepta la suspensión de seis partidos de la NFL, según fuentes de ESPN; se perderá los primeros seis partidos de los Chiefs en 2025.
El receptor abierto de los Kansas City Chiefs, Rashee Rice, aceptó una suspensión de seis partidos por violar la política de conducta personal de la NFL, según informaron fuentes a ESPN, y comenzará a cumplirla al inicio de la temporada.
Rice podrá regresar a los Chiefs en la semana 7, antes de su partido del 19 de octubre contra Las Vegas Raiders. Tenía programada una audiencia disciplinaria para el 30 de septiembre.
Sue L. Robinson, exjueza de distrito de EE. UU. y funcionaria disciplinaria designada conjuntamente por la NFL y la Asociación de Jugadores de la NFL, tenía programada una audiencia para escuchar el caso de Rice. La única otra audiencia disciplinaria de la NFL que ha presidido fue la de Deshaun Watson en 2022.
En julio, Rice fue sentenciado a 30 días de cárcel y cinco años de libertad condicional por su participación en un accidente automovilístico en Dallas que dejó varias personas heridas durante la temporada baja de 2024.
Rice, de 25 años, se declaró culpable en un tribunal de distrito de dos delitos graves de tercer grado: colisión con lesiones corporales graves y carrera a velocidad en una autopista con lesiones corporales. Recibió una sentencia diferida y el caso será desestimado si completa la libertad condicional.
Rice registró 79 recepciones para 938 yardas y siete touchdowns en su temporada de novato de 2023. El año pasado, sufrió una lesión que puso fin a su temporada en la Semana 4 tras romperse el ligamento colateral lateral de la rodilla derecha. En esos cuatro partidos, registró 24 recepciones para 288 yardas y dos touchdowns.
En una situación inusual el martes, los Chiefs mantuvieron a ocho receptores: Rice, Xavier Worthy, Hollywood Brown, JuJu Smith-Schuster, Tyquan Thornton, Nikko Remigio, Jason Brownlee y el novato Jalen Royals, en su plantilla inicial de 53 jugadores. Los Chiefs hicieron esto en caso de que Rice aceptase una suspensión acortada con la liga, una que sea diferente de lo que la NFL quería inicialmente, que era un castigo de al menos ocho juegos.
