<
>

El partido en Londres fue de redención para las alas cerradas

LONDRES -- Si bien es cierto que de nueva cuenta el juego se terminó definiendo por los pateadores, tal y como sucediera la semana pasada, fueron las alas cerradas quienes se alegraron de este compromiso en Wembley Stadium, mismo que les permitió reencontrarse con su mejor forma.

Tyler Eifert, de los Cincinnati Bengals, dejó en claro su valor para el equipo ya que se convirtió en un blanco primario para Andy Dalton a lo largo del compromiso, dejando atrás la lesión que lo marginó de los primeros encuentros del año y con base en nueve recepciones para 102 yardas y una anotación, permitió a los Bengals sentir cierto alivio en torno a contar con un ataque que puede atacar por diferentes formas.

Del lado de los Washington Redskins, el tema es aún mejor.

Jordan Reed venía presentando molestias a lo largo de las últimas semanas, por lo que inclusive llegó a ponerse en duda su participación para el compromiso londinense. Respondería con nueve pases atrapados para 99 yardas y una visita a las diagonales, además de jugadas claves en lo que parecía ser la última serie del partido.

Finalmente, Vernon Davis, quien ya en los últimos años estaba en las sombras, en el anonimato, volvió a ver un poco de luz al colaborar para la causa de su equipo con cinco pases para 93 yardas, incluida una que preparó el terreno a una histórica anotación sobre suelo inglés: el centésimo touchdown en el Viejo Continente en este tipo de partidos.