MINNEAPOLIS -- Malcolm Butler, esquinero de los New England Patriots y quien sólo jugó en los equipos especiales en la derrota por 41-33 ante los Philadelphia Eagles en el Super Bowl LII, expresó su frustración por haber sido relegado a la banca.
“Dejaron de confiar en mí. Mie***. Así son las cosas”, dijo Butler a Adam Schefter de ESPN tras el encuentro.
Butler, quien jugó el 98.7 por ciento de las jugadas defensivas en la temporada regular, se enfermó a inicios de semana, pero no estuvo en el último reporte de lesionados previo al Super Bowl. Eric Rowe inició como titular en lugar de Butler.
Ante los Patriots, el quarterback de los Eagles, Nick Foles, lanzó para 373 yardas, tres touchdowns y sufrió una intercepción para terminar con rating de 106.1. Los Patriots permitieron 538 yardas totales, la mayor cantidad en cualquier juego para un equipo dirigido por el coach Bill Belichick.
“Pude haber cambiado el rumbo del juego”, agregó Butler.
El esquinero llegó a Minneapolis un día después que los Patriots, el martes, aparentemente por una enfermedad que lo hizo estar en el hospital. En la ceremonia del himno previa al Super Bowl, visiblemente emocionado, Butler se cubrió el rostro con una mano.
Rowe estuvo en cobertura en las dos primeras conversiones de primero y 10 de los Eagles. En la segunda, en tercera y 12, Rowe bateó un pase en la zona final para forzar a los Eagles a intentar un gol de campo, pero fue quien marcó a Alshon Jeffery en el pase de touchdown de 34 yardas en las diagonales.
Antes del inicio del tercer cuarto, Michele Tafoya de NBC relató en su reporte que le preguntó a Belichick por qué Butler no jugaba y el coach respondió, “Tomé la decisión que nos da la mejor oportunidad de ganar”.
Butler, cuya intercepción con 26 segundos por jugar en el Super Bowl XLIX selló el triunfo de los Patriots sobre los Seattle Seahawks, se convertirá en agente libre sin restricciones en el receso de temporada.