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Frank Reich apostó y los Colts le fallaron en el peor momento

Más vale arriesgar que quedarse con la duda, aunque el resultado de la apuesta sea contraproducente.

A eso jugó Frank Reich y, aunque su decisión no dio resultados, el coach de los Indianapolis Colts debe sentirse satisfecho por no “ir a la segura” y salirse de lo convencional.

El problema por la conversión en cuarta oportunidad en tiempo extra que intentaron los Colts ante los Houston Texans no fue la decisión de Reich de ir por ella cuando su ofensiva estaba en su propio territorio sino la mala ejecución del quarterback Andrew Luck en la jugada, al lanzar un pase a la banda derecha que quedó demasiado corto para el receptor.

Los Colts tenían el balón en su yarda 43 con 27 segundos por jugar en el tiempo extra. Reich tuvo bastante tiempo para meditar qué haría, pues los Texans pidieron su primer tiempo fuera reglamentario y los Colts pidieron su segundo y último. Patear de despeje hubiera dejado a Houston muy atrás en su campo y el empate prácticamente se hubiera decretado con esa decisión.

Reich decidió jugársela y Luck lanzó un mal pase a Chester Rogers.

“Me encantó la decisión. A todo el equipo le encantó la decisión”, aseguró Luck tras el partido. “La ejecución es la que falló y es lo que debo mejorar”.

En la Semana 4, los equipos que se terminaron perfectos en conversiones de cuarta oportunidad terminaron con marca de 11-2. Los únicos derrotados fueron los Minnesota Vikings y Tampa Bay Buccaneers (2 de 2). Los equipos que intentaron dos o más conversiones terminaron con marca de 4-2.

Los equipos que no intentaron conversiones en cuarta oportunidad sólo ganaron dos de seis encuentros.

Los críticos de Reich aseguran que el coach debió ir a la segura: patear de despeje y empatar. La apuesta del entrenador en jefe falló, pero quienes realmente le fallaron a Reich fueron sus jugadores.

Con sólo 23 segundos en el reloj y fuera del rango de gol de campo del pateador de Houston, Ka’imi Fairbairn, quien ya había fallado dos intentos, uno de 59 yardas al final del tiempo regular y otro de 37 yardas momentos antes en el tiempo extra, la defensiva de Indianapolis debió detener al ataque de los Texans.

Sin embargo, Deshaun Watson se conectó con DeAndre Hopkins, quien con agilidad y la ayuda del mal tacleo de los Colts, avanzó 24 yardas para darle a Fairbairn la oportunidad de recuperarse de sus errores y el pateador así lo hizo al conectar el gol del campo del triunfo.

Reich es señalado como responsable de la derrota de los Colts, pero el coach debutante dio un voto de confianza a sus jugadores y fueron ellos quienes le fallaron a su entrenador en jefe.

Es cuestión de perspectivas, pero una cosa se le debe agradecer a Reich: haber salido de lo convencional e intentar ir hacia el frente en una situación en la que la mayoría de sus colegas se hubieran ido a la segura en una situación así: al empate.

Así no se trata a un QB
Si bien Ryan Fitzpatrick comenzó a dar señales de ser Ryan Fitzpatrick desde la derrota ante los Pittsburgh Steelers, lo que le hizo Dirk Koetter, coach de los Buccaneers, al quarterback durante la derrota ante los Chicago Bears en la Semana 4 es injusto.

Si bien Fitzpatrick no salió en un buen día, trabajó ante una implacable presión de la defensiva de los Bears y fue hasta la última serie ofensiva del primer medio que el pasador cometió el primer error grave al ser interceptado.

Fue la defensiva la que sentenció la derrota de Tampa Bay desde el primer medio tras no poder detener a un Mitchell Trubisky inspirado y que sumó cinco pases de touchdown en medio partido.

La decisión de Koetter de sacar a Fitzpatrick del partido y mandar al campo a Jameis Winston sólo fue una manera de encontrar un chivo expiatorio para su mal trabajo y el del coordinador defensivo Mike Smith, cuya defensiva permite 34.8 puntos por juego.

Si la decisión de Koetter era sacar a Fitzpatrick del campo para convertirlo en el coordinador defensivo de los Buccaneers, la decisión hubiera sido razonable.

Sin embargo, Koetter prefirió salvar su pellejo y desviar la atención del mal desempeño de Smith y su defensiva.