<
>

¿Un administrador de juego de 84M? Vikings aún no descifra a Cousins

Otra indescriptible reunión de semana 3, rival fuera de la conferencia, se ha convertido en una prueba muy importante para el mariscal de campo de los Minnesota Vikings, Kirk Cousins.

Quizá Cousins tenga más que probar el domingo contra los Oakland Raiders, que en cualquier otro juego en su carrera. No solo para recuperarse de una intercepción en la zona final que selló la derrota en la semana 2 contra los Green Bay Packers, sino para mostrarle a su equipo que es confiable y que evitará los errores fatales que fueron la razón de la derrota de los Vikings.

Incluso Cousins sabe lo que pasaría si no toma las decisiones correctas.

“Créanme, no jugará por mucho aquí si vuelvo a hacerlo como el domingo pasado”, dijo Kirk.

Los Vikings han llegado a una encrucijada mucho antes de lo que hubiesen deseado respecto a Cousins. Son uno de dos equipos en la NFL, junto a los Indianapolis Colts, que promedian más yardas por tierra (185) que por aire (160). Parte de eso se debe a ese subproducto que ha trabajado muy bien en la ofensiva de Minnesota, provocado por la explosión de Dalvin Cook a principios de temporada como el mejor corredor de la liga.

Pero eso también puede ser la realidad que los Vikings tienen que encarar: Minnesota esperaba que Cousins fuese la pieza clave de la franquicia, pero puede que sea un administrador de juego de 84 millones.

Minnesota asegura que analizaron cada pase de Cousins en las pasadas seis temporadas con los Washington Redskins antes de ser firmado por tres años con 84 millones garantizados en marzo 2018. Pese a las notorias carencias y áreas en las que cambiar sus hábitos parece irreal, los Vikings apostaron por Cousins.

Los siguientes datos resumen a Cousins en grandes juegos: tiene un récord de 5-26 contra equipos con récord ganador; un récord fuera de casa de 13-24-2 y un récord combinado de partidos en horario estelar de 7-25. Desde que se convirtió en el mariscal de campo de Vikings, Cousins aún no lidera una serie ganadora de partido en un lapso de 18 partidos.

Cousins nunca presumió más de lo que es, nada fuera de su realidad “a lo mucho un mariscal de .500”.

Por cada momento que generó fe en el juego contra Packers, como el pase perfectamente colocado a Stefon Diggs para una anotación de 45 yardas, hubo malos lanzamientos y errores costosos en la derrota 21-16.

Los Vikings notaron que Cousins estaba sufriendo en una de sus más inexactas salidas desde que es titular (de 32-14 en pases) y encontraron la forma de mitigar el daño en Green Bay poniendo el balón en las manos de Cook, quien logró 191 yardas desde la línea de scrimmage.

Siete de las ocho jugadas de la serie que los llevó a la yarda ocho de los Packers con poco más de cinco minutos, fueron acarreos. Minnesota volvió a Cousins en el momento más crítico para ganar el partido. Y Cousins lanzó para intercepción en la zona de anotación, asegurando la primera derrota en la temporada.

“Ultimadamente el resultado no es el que queríamos, así que ciertamente cuando miramos atrás, uno dice: ‘hubiese mejor corrido’”, dijo el coordinador ofensivo Kevin Stefanski. “Pero al mismo tiempo trato de ser crítico en cada jugada mandada, de la primera a la última, y aprender de ese juego y aplicar las enseñanzas adelante. Decir que siempre haremos los mismo en una situación no me parece justo, pero de nuevo, realmente hay que aprender de cada jugada del domingo”.

El reto de los Vikings es: ¿Qué harán la próxima vez que se encuentren en esa situación, ya que Cousins no ha mostrado el temple?

De acuerdo a Pro Football Focus, Cousins está rankeado 27 de una lista de 27 mariscales en cuanto a rating de pases (76.5) dentro de las 10 yardas finales desde 2017. Ha completado 44.6 % de sus pases con el menor yardaje por intento (1.6).

El enigma es lo que hace el cuerpo de entrenadores con Cousins para que mejore. El desafío de planear alrededor de su quarterback deja una carga más pesada en Cook, y aún más importante es que se mantenga saludable por si necesita acarrear a la ofensiva.

Pero los Vikings no creen que hayan alcanzado el límite con Cousins. Al menos no lo dicen públicamente.

“Kirk tuvo un juego de buenos y malos momentos la semana pasada”, señaló el entrenador en jefe Mike Zimmer. “Estará bien. Tenemos toda la confianza en él. Está en un buen lugar y jugará bien esta semana y continuará así por el resto del año”.

La realidad es que Minnesota está anclado a Cousins hasta 2020, debido a las garantías de su contrato y una cláusula de no canje. La forma de apagar el fuego de Zimmer o de añadir presión con declaraciones duras durante las conferencias, no le hacen bien al equipo. Es la mano que eligieron. Ahora deben lidiar con ello.

Minnesota es favorito por nueve puntos sobre Oakland que permitieron 443 yardas por aire y cuatro anotaciones la semana pasada contra los Kansas City Chiefs. Incluso si Cousins logra una muy necesitada victoria, la situación difícilmente devendría en una especie de revelación. Son los juegos después de la semana 3, incluyendo dos fuera de casa -contra los Chicago Bears y los New York Giants- seguidos por la visita de los Philadelphia Eagles los que probarán si Cousins es solo un administrador del juego o no.

Si queda claro que Cousins es más un riesgo que una solución, Minnesota podría remediar la situación en abril drafteando un mariscal de campo en preparación de 2020.

Pero los Vikings han aprendido hasta ahora que Cousins no ha hecho suficientes jugadas con el partido en la línea para probar que pueden confiar en él en situación de alta presión. Esa confianza ciertamente la puede ganar con un mejor juego, pero está en los Vikings reconocer sus limitaciones y ponerlo en situaciones en las que funcione, dándose cuenta de que el equipo podría estar mejor pidiéndole a Cousins que haga menos.