BOSTON -- David Andrews, centro de los New England Patriots, considera que el problema de coágulos que padeció en sus pulmones y que lo obligó a perderse toda la temporada anterior fue un “accidente extraño”.
Y el jugador se dijo listo para dejar atrás ese episodio en cuanto comience la temporada de 2020.
“Fue definitivamente una situación muy interesante. Soy muy afortunado por tener la capacidad de seguir jugando este deporte”, dijo Andrews el martes, durante una conferencia telefónica de prensa. “Simplemente estoy ansioso de seguir adelante y ser de nuevo un jugador de fútbol” americano.
Andrews se negó a dar detalles sobre la causa del problema de salud, pero aseveró que los médicos le han dado el visto bueno para jugar de nuevo.
“Uno no puede vivir con miedo de si algo va a ocurrir de nuevo o no”, comentó.
El jugador de 27 años no enfrenta restricción alguna sobre los entrenamientos. Explicó que se vio limitado en 2019, principalmente por la medicación que tomaba para tratar los coágulos.
Afirmó que, en la actualidad, ha dejado de utilizar esos medicamentos.
“Puedo seguir viviendo mi vida normal, y el asunto de la recurrencia es algo que desafortunadamente no puede descartarse”, indicó. “Sólo voy a seguir con mi vida. Voy a jugar y a hacer lo que pueda para mantenerme lo más saludable”.
Contratado en 2015 como agente libre procedente de Georgia sin ser reclutado en el draft, Andrews ha jugado cuatro temporadas con New England. Hasta la campaña anterior, había sido uno de los miembros más resistentes de una línea ofensiva que incluye al guardia derecho Shaq Mason, al tackle derecho Marcus Cannon y al guardia izquierdo Joe Thuney.
Andrews no alineó de inicio sólo en siete partidos de temporada regular del 2015 al 2018, antes de perderse la campaña de 2019 por el problema pulmonar, descubierto durante el campamento de entrenamiento.
Ahora, está por comenzar la última temporada de una extensión contractual por tres años y nueve millones de dólares que firmó en 2017.