Habilidad para eludir la presión dentro de la bolsa de protección, agilidad para escapar de ella, sacar el mayor provecho a las jugadas rotas y a las de opción o destrozar las coberturas por zona de los rivales son las cualidades que hacen de Patrick Mahomes y Lamar Jackson los dos quarterbacks más espectaculares de la actualidad en la NFL.
Las 43 victorias que Mahomes (24) y Jackson (19) suman de forma combinada son resultado de la frustración creada en defensivas rivales que, aunque logran meterlos en aprietos, regularmente fracasa en su intento por neutralizar a ambos.
Sin embargo, hay un antídoto que suele afectar el desempeño de los quarterbacks de los Kansas City Chiefs y Baltimore Ravens y al que podrían recurrir con mayor frecuencia las defensivas que los enfrenten: las coberturas individuales en el perímetro.
Además de la presión que los hace hacer uso de sus habilidades para ganar tiempo en la bolsa de protección o salir de ella, un aspecto que realmente es la kriptonita para Mahomes y Jackson es lanzar el ovoide a receptores en coberturas hombre a hombre en rutas largas de pase.
En 2019, Mahomes completó el 68.9 por ciento de sus pases (11 en la NFL), pero en situaciones de 15 o más yardas en coberturas individuales, conectó sólo tres de 15 envíos para un porcentaje de 20.0.
A su vez, Jackson, quien completó el 66.1 por ciento (8 en la NFL) de sus envíos en 2019, sólo conectó el 23 por ciento de sus pases de 15 o más yardas en coberturas individuales.
El promedio general en la NFL en pases de 15 o más yardas en coberturas hombre a hombre fue del 30 por ciento.
El malestar no fue, o no es, exclusivo de Mahomes y Jackson.
Quarterbacks de alto perfil como Russell Wilson, de los Seattle Seahawks, también batallaron en 2019 con las coberturas defensivas individuales en las que los rivales estaban prácticamente pegados a sus receptores en envíos de 15 o más yardas.
Wilson completó sólo seis de 29 pases (21 por ciento), mientras que Jared Goff, de Los Angeles Rams, y Carson Wentz, con los Philadelphia Eagles, tuvieron eficiencia del ocho por ciento tras completar ambos sólo uno de 12 envíos en estas situaciones.
Son varios los factores que influyen para que una cobertura individual a la defensiva funcione adecuada y frecuentemente. La línea defensiva debe confiar plenamente en su perímetro y éste, a su vez, debe tener esquineros y safeties que nulifiquen a los mejores receptores de los ataques rivales.
No siempre tendrán éxito, pero las defensivas que se han atrevido a retar a Mahomes y Jackson con coberturas individuales, podrían calificar sus resultados como espectaculares al minimizar la eficiencia de los considerados quarterbacks más espectaculares de la actualidad.
Fuentes: ESPN coverage metrics & NFL Next Gen Stats