Una potencial controversia de quarterbacks se cierne sobre el campamento de entrenamiento de los Eagles
Los Philadelphia Eagles abren su campamento de entrenamiento el próximo 28 de julio en el NovaCare Complex y Lincoln Financial Field. Aquí echamos un vistazo a las tramas a seguir en Philly:
¿Cómo lidiará Carson Wentz con la adición de Jalen Hurts?
Treinta y cuatro quarterbacks han sido seleccionados primero o segundo global en la era del draft común (desde 1967), de acuerdo al Elias Sports Bureau, y solamente en tres ocasiones, un equipo ha empleado una selección de primera o segunda ronda en otro quarterback a cinco años o menos de esa selección: en el 2001, cuando los San Diego Chargers seleccionaron a Drew Brees después de que Ryan probara no ser la respuesta; en 1986, cuando los Indianapolis Colts tomaron a Jack Trudeau después de reclutar y canjear a John Elway; y en abril, cuando los Eagles seleccionaron a Hurts N° 53 global. La diferencia entre el ejemplo más reciente y los demás es que Wentz, de 27 años de edad, está fijo como titular, convirtiéndola en una situación sin precedentes que será fascinante de seguir.
Los Eagles creen firmemente en invertir de más en la posición de quarterback --una filosofía que les ayudó a asegurar un Trofeo Lombardi en el 2017-- y se enfrentan a la realidad de que cada una de las tres campañas pasadas de Wentz se vieron cortadas por lesiones. En Hurts, adquieren a un dinámico jugador explosivo que se espera tenga alguna participación en la ofensiva a corto plazo, y brindar valor como póliza de garantía/potencial moneda de canje a largo plazo. La lógica es comprensible, pero al ir en contra de los usos convencionales, los Eagles han incrementado las probabilidades de una controversia de quarterback. ¿La presencia de Hurts romperá con el delicado balance del vestidor? ¿O empujará a Wentz hasta mayores alturas?
¿Las adiciones de Jalen Reagor (primera ronda) y Marquise Goodwin (canje) solucionan sus problemas en la posición de receptor abierto?
Para toda la atención que se puso en la posición en el receso de temporada, existen todavía más preguntas que respuestas: ¿Cuándo estará disponible Alshon Jeffery (Lisfranc), y todavía puede jugar a un alto nivel? ¿Puede DeSean Jackson mantenerse sano? ¿Y qué tal Goodwin? ¿Cuánta producción obtendrán los Eagles de Reagor?
La falta de entrenamiento sobre el campo en este receso de temporada por la pandemia de coronavirus probablemente limite a sus tres reclutas de draft (Reagor, John Hightower, Quez Watkins) en el 2020, al menos, de inicio. La decisión de no perseguir a un receptor abierto en la agencia libre podría volver para perjudicarlos. Pero los Eagles sumaron una cosa que desesperadamente necesitaban la temporada pasada --velocidad-- y colocaron suficientes fichas en la posición como para creer que contarán con un mejor grupo, más explosivo, esta vez.
Después de una temporada baja de grandes cambios, ¿ha mejorado la defensiva?
Esquinero era uno de los mayores problemas la temporada pasada, junto a receptor abierto. Los Eagles han mejorado bastante con las adquisiciones de Darius Slay y Nickell Robey-Coleman. El cambio en la colocación de recursos, no obstante, significó despedirse del versátil líder del equipo Malcolm Jenkins, quien participó en el 100 por ciento de las jugadas defensivas en cinco de sus seis campañas con los Eagles. Se le pedirá a Jalen Mills hacer la transición de esquinero a safety con poco entrenamiento sobre el campo, para tomar el lugar de Jenkins al lado opuesto de Rodney McLeod. Eso no es sencillo.
Los Eagles cuentan con un monstruo de tres cabezas en el puesto de tackle defensivo con Javon Hargrave uniéndose a Fletcher Cox y Malik Jackson en el interior, pero se han quedado vulnerables en la posición de linebacker y no realizaron esfuerzos sustanciales por fortalecer la profundidad de alas defensivas.
La clave en toda la ecuación es Slay. Si logra alcanzar su techo como esquinero cerrojo, tendrá un efecto dominó a lo largo de la plantilla, y permitirá al coordinador defensivo Jim Schwartz ciertas libertades en el mando de jugadas que no había experimentado desde que arribara a Philadelphia en el 2016.