<
>

Scotty Miller pone a prueba nuestras suposiciones en torno a la raza y estereotípos atléticos

Por su tamaño y complexión de piel, existe una inclinación a comparar a Miller con cada uno de los otros receptores blancos en la historia de la NFL

Con apenas ocho segundos por jugar en la primera mitad del Juego de Campeonato de la NFC el 24 de enero pasado, los Tampa Bay Buccaneers cuidaban una ventaja de 14-10 sobre los Green Bay Packers y necesitaban apenas unas cuantas yardas para intentar un cómo gol de campo que incrementara su ventaja. Sin embargo, los Buccaneers decidieron en contra de la ruta segura.

Al momento del centro, Scotty Miller, el diminuto receptor abierto blanco de Tampa Bay que se alineó a la izquierda de la formación, echó a correr en línea recta directamente hacia la zona de anotación. El back defensivo de Green Bay, Kevin King, intentó retroceder a lado suyo.

Fue claro al nanosegundo que King, quien no contó con ayuda del safety detrás de él, había cometido un terrible error respecto a cómo había elegido cubrir al veloz Miller. El quarterback de los Buccaneers, Tom Brady, observando lo mismo, lanzó el ovoide en dirección a Miller, mientras la cámara mostraba a Miller dejando atrás a King. El ovoide cayó a las manos de Miller como una canasta. La anotación de último segundo puso a los Buccaneers arriba por 21-10 al medio tiempo, una ventaja que nunca perderían de camino a asegurar un lugar en el Super Bowl del próximo domingo en Tampa, Florida.

Las redes sociales mostraron su humor después del touchdown de Miller. "Mi chico Scotty Miller nos probó que los blancos pueden correr", escribió un usuario. "Aplaudan si fueron quemados por el chico blanco Scotty Miller", escribió otro usuario, mostrando un gif de King aplaudiendo durante un partido previo de los Packers.

Un día más tarde, el receptor abierto miembro del Salón de la Fama, Cris Carter, puso en contexto lo que muchos pensaron cuando atestiguaron la atrapada de Miller sobre King.

"El back defensivo … subestimó al chico blanco", dijo Carter en The Pat McAfee Show. "Si hubiera sido [el receptor de los Buccaneers] Antonio Brown, hubiera retrocedido más.

"Nunca faltes el respeto al nivel de talento de alguien en la National Football League".

El touchdown de Miller fue un catalizador para que los Buccaneers avanzaran al Super Bowl en contra de los Kansas City Chiefs, pero su mera presencia también pone a prueba nuestras suposiciones en torno a la raza y los estereotipos que puede fabricar en los deportes.

Los deportes, americanos o cualquiera otros, son un sistema compuesto de binarios sociológicos. Los atletas de ascendencia africana son atléticamente excepcionales, mientras que los atletas blancos son intelectualmente superiores. Los atletas de ascendencia africana son dotados naturalmente; los atletas blancos deben trabajar más duro para compensar su falta natural de atleticismo. los hombres de raza negra pueden saltar; los hombres blancos... no pueden.

Pero esos estereotipos pueden fácilmente ponerse de cabeza, El estelar de Los Angeles Lakers, LeBron James, es uno de los atletas más inteligentes de todos los tiempos, mientras que un chico blanco, Matthew Boling, estelar de pista y campo para Georgia, va en camino a convertirse en el siguiente gran velocista estadounidense.

Para Miller, eso se manifiesta en el modo en que es percibido como receptor abierto, en cómo los defensivos eligen cubrirlo. ¿Será apretado sobre la línea de golpeo? ¿Existe ayuda de un safety para el esquinero que lo cubre? ¿Qué sucede si no haces eso? Pregunten al esquinero de los Buccaneers, Carlton Davis.

Justo como en el caso del quarterback de los New Orleans Saints, Taysom Hill, puede existir un elemento de, "Apuesto a que no me lo hará a mí" en cómo son percibidos los atletas blancos en el entorno deportivo. La sociedad ha sido condicionada para creer que existe una serie de reglas cuando se trata del atleticismo --y la inteligencia-- en los deportes.

"Pienso que hay un elemento a considerar, definitivamente", dijo Miller, de 23 años de edad, cuando se le preguntó si una falta de aprecio por su velocidad contribuye a cómo es cubierto por las defensivas. "Pienso que la gente subestima mi velocidad, pero al final del día … si todos miran su reporte de visoría, ellos deben saber que usualmente soy el tipo de la velocidad sea cual sea el equipo en el que esté.

"Asumo que los Packers tenían una idea bastante buena de qué es lo que hago, voy profundo. Supongo que se puede acreditar un poco a que no esperaban mucho de mí, pero probablemente tenían una buena idea de que puedo correr".

Existe una teoría en el fútbol americano de que los jugadores que son tanto cortos como veloces usualmente pertenecen a uno de dos grupos posicionales, dependiendo mucho de la raza. Los jugadores afroamericanos cortos y rápidos son empujados hacia el lado de los backs defensivos, mientras que los jugadores blancos cortos y rápidos son convertidos a receptores de la ranura.

Para Miller, quien mide 5 pies con 9 pulgadas, eso fue originalmente lo opuesto. En la Barrington (Illinois) High School, pasó tiempo como corredor, safety y especialista en devoluciones en sus dos primeros años. No fue hasta que empezó a despegar la carrera de Miller en pista y campo que el coach asistente, Todd Kuklinski, quien también dirige al equipo de pista y campo de la escuela, se percató de que receptor abierto es donde Miller podía ser más exitoso, gracias a su velocidad.

Miller fue dotado naturalmente como velocista, pero su naturaleza competitiva es lo que Kuklinski cree le ayudó a convertirse en uno de los atletas más rápidos en el estado.

Durante su tercer año, Miller envió a Kuklinski un video de sí mismo entrenando en los bloques de salida en la preparatoria durante las vacaciones de invierno, cuando se supone que no debe haber estudiantes allí. Pero así es cuánto deseaba mejorar Miller. Hasta este día, Kuklinski no sabe cómo ingresó Miller a las instalaciones.

"No importaba si era spring break o Navidad o vacaciones de verano, él iba a trabajar y trabajar y simplemente hacer lo necesario para ser exitoso", dijo Kuklinski.

Cuando Miller alineó para correr, tenía toda la intención de ganar, No estaba contento con simplemente estar allí. Su confianza ha sido descrita como tenaz; todas las carreras eran a muerte.

En los campeonatos estatales de Illinois en el 2015, Miller, ancla en el equipo de relevos de 400 metros, recibió la estafeta con su equipo en quinto lugar en la zona de intercambio. Procedió a alcanzar a todos los equipos por delante de él, incluyendo al equipo N° 1 del estado. Kuklinski cronometró su parcial en 9.6 segundos.

"La gente estaba en shock", relató Kuklinski.

Titus Booker, un velocista rival en la preparatoria, dijo que siempre que Miller competía, "Estaba allí para mostrarles una lección". Booker, quien jugó fútbol americano por dos temporadas en Wisconsin, no sabe si eso tenía que ver con querer mostrar que pertenecía allí por ser blanco, pero Booker ha atestiguado a otros dudar de Miller, especialmente en el fútbol americano.

El error que cometió King en el Juego de Campeonato de la NFC fue el mismo error que cometieron los backs defensivos contra Miller en la preparatoria, donde acumuló más de 1,300 yardas y 17 touchdowns en su temporada de senior: jugar frente a Miller demasiado cerca de la línea de golpeo; subestimar su velocidad.

"Olvidó quién era Scotty", señaló Booker, refiriéndose a King. "Puedo imaginar que es frustrante para [Miller]".

Pese al interés de programas de pista y campo en Illinois y Michigan, Miller recibió solamente una oferta de beca completa para su temporada final, y fue para jugar fútbol americano en Bowling Green.

"Scotty reprobó todas las examinaciones a simple vista cuando tenía 17", dijo el padre de Miller, Scott, al Daily Herald respecto a la falta de interés en reclutamiento de su hijo saliendo dela preparatoria. "A las personas les cuesta trabajo creer lo que está frente a sus ojos, en ocasiones".

Cuando el entonces coordinador ofensivo de Bowling Green, Kevin Kilmer, vio a Miller correr por primera vez, también fue sorprendido con la guardia abajo por lo veloz que era el chico blanco. Kilmer había dirigido en la Big 12, lo que significa que ha visto a los veloces de entre los veloces. Miller estaba a la altura.

"Es sorprendente, y te dejará en shock", expresó Kilmer, ahora coordinador ofensivo para Angelo State. "Pero más te vale entenderlo rápido, o te seguirá dejando atrás".

Para la temporada senior de Miller en Bowling Green, el grupo de entrenadores de los Falcons había diseñado modos de poner el ovoide en sus manos en diferentes áreas del campo para optimizar su velocidad y habilidad para correr rutas. En algunas jugadas, estaría en la ranura por la izquierda, o abierto a la derecha. En otras, alineaba por un lado y comenzaba su movimiento hacia otra posición por el otro lado.

Eso nunca fue más evidente que en su temporada senior, en el 2018, cuando Bowling Green se midió ante N° 24 Oregon en la apertura de temporada. Usó su rapidez para atrapar un pase de anotación de 6 yardas en una ruta sesgada, pero también rebasó a su defensivo en una ruta profunda para un touchdown de 63 yardas. En total se anotó 13 recepciones para 166 yardas y dos anotaciones en contra de unos de los mejores equipos de la PAC-12.

"Ese fue el partido ... donde sabía que este tipo realmente, realmente podía jugar al siguiente nivel", Kilmer.

Miller finalizó su carrera colegial ranqueado tercero en la historia de la escuela en recepciones (215) y yardas por recepción (2,867), y en su temporada final ranqueó séptimo en el país en yardas por recepción por partido (104.4).

En el pro day de Miller, el coordinador ofensivo de los Buccaneers, Byron Leftwich, esperaba que Miller no corriera rápidamente las 40 yardas, porque quería mantener al pequeño receptor abierto como su secreto.

"Sabía que si corría tan rápido como pensé que lo haría, abriría los ojos de muchas personas", admitió Leftwich.

Miller procedió a cronometrar un 4.39. Leftwich pensó para sí mismo en su momento, "Sí, eso no va a generar ... que la gente busque a este chico y vea lo que es". Los Buccaneers eligieron a Miller en la sexta ronda del draft del 2019.

Por su tamaño y complexión de piel, existe una inclinación a comparar a Miller con cada uno de los otros receptores blancos en la historia de la NFL. Pero mientras que Miller pueda parecerse a Wes Welker, Julian Edelman o Danny Amendola, tiene pocas cosas en común con ellos.

Para comenzar, Miller no es un "chico de diagonales", cuyas rutas solamente lo llevan 7 yardas campo abajo. Miller ha promediado 15.2 yardas por recepción en su carrera de dos temporadas. Welker, Edelman o Amendola jamás promediaron 15 yardas por recepción en ninguna temporada (mínimo 30 recepciones).

Además, Miller no es un receptor de ranura. Cole Beasley de los Buffalo Bills, otro receptor blanco que se parece a Miller, alineó en la ranura en el 87.1 por ciento del tiempo esta temporada, para liderar a la liga. Miller alineó en la ranura el 23 por ciento del tiempo. Es una amenaza para lo profundo del campo igual que Tyreek Hill lo es para los Chiefs.

El también receptor abierto de los Buccaneers, Mike Evans, ha jugado al lado de velocistas como DeSean Jackson, Chris Godwin y Brown. Cuando ha corrido rutas profundas a la par de sus compañeros, mide lo rápido que van ellos de acuerdo a quién llega campo abajo más rápido.

Cuando él y Miller corren la misma ruta profunda, "[Miller] va un par de yardas por delante".

Miller, por su lado, no ha admitido cómo juega el factor racial en su viaje. Pero lo ha sugerido.

"Es simplemente una loca historia de alguien que viene de abajo, alguien de quien han dudado por mi tamaño", dijo, cuando se le preguntó acerca de llegar desde Barrington hasta el Super Bowl. "... y otras cosas, también".

En el gran esquema de las cosas, la raza de Miller no debe importar, y no importa. Pero por mucho que algunos deseen ignorar el factor racial en los deportes, es algo de lo que estamos muy conscientes, Un receptor abierto atrapando un largo touchdown ha sucedido miles de veces. Un jugador afroamericano cronometrando un tiempo por debajo de los 4.4 segundos en las 40 yardas en simplemente un día más.

Pero, disfrutar a atletas blancos brillando en los deportes es una de las pocas experiencias compartidas por todos. Explica cómo Boling y Larry Bird son 'White Donte' DiVincenzo y Josh Allen. Todos reconocemos que esto no sucede normalmente.

La jugada del Campeonato de la NFC pudo haber sido muchas cosas, incluyendo una falla defensiva, pero en el corazón de ello, los Packers no parecieron respetar el pequeño chico blanco que podía superarlos, como lo mencionó Carter.

Eso nos lleva a algo que Booker señaló respecto a los estereotipos en los deportes, pero que puede ser aplicado a la sociedad en general, ya sea hablando de blancos o afroamericanos.

"Si tienes ese prejuicio, si tienes cualquier estereotipo", advirtió, "vas a pagar el precio por ello algún día".