Atrevida, balanceada y con buen manejo del ritmo de los juegos. Esa es la ofensiva que de los Dallas Cowboys en 2021 y que su anterior coach, Jason Garrett, nunca pudo cristalizar como entrenador en jefe del equipo de la estrella solitaria durante más de nueve años.
En el primer duelo entre Cowboys y los New York Giants en el marco de la Semana 5 de la temporada regular, Garrett podrá ver de primera mano, como coordinador ofensivo del equipo neoyorquino, a una ofensiva de Dallas que funciona de la manera en que él pudo hacerla funcionar.
Durante su estancia con los Cowboys desde 2010, cuando fue nombrado coach interino tras el despido de Wade Phillips, hasta el final de la campaña 2019, Garrett contó con el talento suficiente para hacer del ataque del equipo texano uno de los más productivos en la NFL y así lo hizo, pero en momentos o juegos clave, la toma de decisiones evitó que Dallas llegara lejos en Playoffs o siquiera calificara a esa instancia.
Garrett fue frecuentemente criticado por no hacer uso de los recursos que tenía al alcance para manejar el ritmo de los juegos o ventajas en el marcador. Contar con Tony Romo primer y luego con Dak Prescott, resultó demasiado tentador.
Cuando lo lógico era correr para preservar la ventaja o aprovechar el talento de Ezekiel Elliott o de DeMarco Murray en años anteriores, Garrett eligió varias veces usar los brazos de Romo o Prescott con todo lo que eso implicaba: dejarle tiempo al rival para llevarse el juego en los minutos finales.
Mucha de esa frustración, reflejada con críticas de los medios y los aficionados, terminaron por sellar el despido de Garrett como coach de los Cowboys luego de la temporada 2019.
Sin embargo, la ofensiva de Dallas no cambió de forma inmediata tras la salida de Garrett. Mike McCarthy, quien tomó el puesto de coach de los Cowboys en 2020, tardó en hacer funcionar al ataque texano de forma contundente, quizá desesperado por prender una chispa que encendiera al equipo luego de que Prescott sufriera una lesión que puso fin anticipado a su temporada y perder a otros jugadores por dolencias, particularmente en la línea frontal.
En 2021, en su segundo año al frente del equipo, McCarthy parece haber encontrado el balance ofensivo que anhelaban en Dallas. Después de que los Cowboys cayeron ante los Tampa Bay Buccaneers en la Semana 1 en un duelo en el que corrieron sólo 18 veces en el que Prescott lanzó 58 pases, el quarterback promedia 25 pases y los Cowboys 35 carreras en los últimos tres juegos, todos victorias de los Cowboys.
Además del balance, McCarthy ha sabido aprovechar el 1-2 punch que le da la pareja formada por Elliott y Tony Pollard, quienes se combinan para agotar físicamente a las defensivas rivales y luego atacarlas con piernas frescas.
Tras lo visto en las últimas semanas, esto es lo que verá Garrett desde la banca de los Giants, donde el coordinador tiene sus propios problemas.
A pesar de regresar en buena forma tras una lesión que le hizo perder 14 juegos en 202, Saquon Barkley no ha podido correr para 100 o más yardas. De hecho, su mejor producción en la actual temporada es de 57 yardas por tierra.
Y aunque Daniel Jones es el quarterback líder en 2021 con el 71 por ciento de sus pases completos de 15 o más yardas, no es un pasador que haya demostrado tener el talento o habilidad que Romo y Prescott le ofrecieron a Garrett.
Mientras pone las piezas en su lugar para hacer que su ofensiva sea una preocupación para sus rivales, Garrett podrá observar desde el otro lado del campo a la ofensiva de los Cowboys con la que probablemente soñó varias veces.