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Dak Prescott recibe la temporada baja con un enfoque en su crecimiento a vez de la recuperación

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¿Quién decepciona más a su afición, Chivas o Cowboys? (1:44)

Comparativo Picante entre uno de los equipos más populkares de la NFL y el equipo más popular del futbol mexicano, según reveló una encuesta. (1:44)

FRISCO, Texas -- El mariscal de campo de los Dallas Cowboys, Dak Prescott, no puede dejar de pensar en la derrota 23-17 ante los San Francisco 49ers en la ronda de comodines de los playoffs. Prescott inició la postemporada creyendo que los Cowboys estaban listos para llegar muy lejos y, quizás, poner fin a la sequía de la franquicia de 26 temporadas sin jugar en el Super Bowl. Por el contrario, Dallas fue el único equipo que perdió en el primer fin de semana de los playoffs jugando de local.

"Probablemente hay algunos partidos, algunos momentos en la carrera de un atleta, que se quedan con él para siempre. Y estoy seguro de que ese será uno de ellos", expresó recientemente el quarterback en el Ford Center.

Es probable que la decepción se mantenga viva dentro de él; sin embargo, su trabajo para renovar el optimismo que sentía en enero comenzará muy pronto.

Después de la derrota ante los Niners, Prescott dijo que se tomaría un breve receso para recobrar fuerzas. Declinó participar en el Pro Bowl luego de un prolongado periodo de constante rehabilitación debido a una dislocación y fractura compuesta de su tobillo derecho en 2020 y la distensión del dorsal derecho que sufrió en el campo de entrenamiento, sumadas a la lesión en la pantorrilla derecha padecida en octubre.

Hace un año por estas fechas, Prescott acababa de quitarse una escayola tras someterse a una segunda intervención quirúrgica en su tobillo derecho. Caminaba con una bota ortopédica y estaba aproximadamente a un mes de firmar el contrato más lucrativo de la historia de los Cowboys: cuatro años y $160 millones, incluyendo un bono de $65 millones por su firma.

Si el 2021 giró en torno del regreso de Prescott a una óptima condición física, el 2022 será el año en el que todos estarán pendientes de su habilidad para llevar a los Cowboys de vuelta al Super Bowl, con un roster que podría tener un aspecto algo distinto, comparado con el plantel que terminó la campaña con marca 12-5 y alzó el título de la NFC Este.

"Dak tiene la capacidad para hacer que eso suceda", expresó el propietario y gerente general de los Cowboys Jerry Jones a la estación radial de Dallas 105.3 The Fan tras la conclusión de la temporada.

Sin embargo, la historia no es favorable a las intenciones de Prescott, que se apresta a jugar en 2022 su séptimo torneo como titular de los Cowboys.

Desde 1980, solo tres mariscales han clasificado a su primer Super Bowl con su equipo original después de completar ciclos más prolongados con titularidad indiscutible que Prescott en su condición de titular con los Cowboys. Ken Anderson jugaba su décima temporada con los Cincinnati Bengals cuando clasificó al Super Bowl XVI. Peyton Manning y Matt Ryan jugaban sus novenas campañas como titulares de los Indianapolis Colts y Atlanta Falcons en sus primeras incursiones en el Super Bowl; específicamente en las ediciones XLI y LI.

Prescott viene de jugar una temporada en la que impuso el récord de la franquicia en pases de anotación (37). Completó el 68.8% de sus pases para llegar a un nuevo tope personal. Lanzó para 4,449 yardas en 16 partidos como titular, segundo mejor registro de su carrera. Dirigió la ofensiva máxima de la liga en cuanto a yardas y puntos.

A pesar de todo, las buenas estadísticas no fueron suficientes para que los Cowboys avanzaran más allá del primer fin de semana de playoffs.

Prácticamente fue como si Prescott tuviera dos temporadas dentro de una: los primeros seis partidos antes de sufrir una lesión de pantorrillas y sus últimos 10 cotejos después de dicha dolencia.

Antes de lesionarse durante el pase de anotación al receptor CeeDee Lamb en tiempo extra que selló el triunfo sobre los New England Patriots en la Semana 6, Prescott era candidato al Más Valioso, lanzando para 1,813 yardas con 16 pases de anotación y cuatro intercepciones, completando el 73.1% de sus pases.

Después de la lesión, lanzó para 2,636 yardas con 21 pases de anotación y seis intercepciones, completando el 66% de sus pases. Siguen siendo estadísticas de calidad, aunque no alcanzaron el nivel mostrado por Prescott en los primeros encuentros de la temporada 2020, antes de sufrir su lesión de tobillos y los primeros seis encuentros del torneo 2021.

"Pasé por un periodo, justo en plena temporada, no jugué mi mejor fútbol americano y la gente intentaba decir que se debía a la pantorrilla", dijo Prescott en el podcast "The Rich Eisen Show". "La pantorrilla mejoró. Hice todo lo que necesitaba hacer para que se curara".

Algo pasó: ya sea la ineficacia del juego de corridas, en parte debido a la rotura parcial de ligamento cruzado anterior sufrida por Ezekiel Elliott en octubre pasado; la negativa a darle más oportunidades al corredor Tony Pollard; las inconsistencias en la línea ofensiva o la falta de disponibilidad de los receptores clave Amari Cooper, Michael Gallup o Lamb debido al COVID-19 o distintas lesiones.

En ocasiones, el juego de piernas de Prescott parecía estar fuera de lugar, aunque el entrenador Mike McCarthy afirmó que se trataba de una "declaración general".

"No creo que sea un caso de, sabes, 'Dios mío, debemos arreglarlo'. No, ese no es el caso", dijo McCarthy. "Creo que, al igual que cualquier otra cosa, si él estuviera aquí te diría que hay algunos lanzamientos o algunas cosas en las que quizás necesitamos hacer más repeticiones o mejorar la sincronización. Y creo que, ante el reto de contar con múltiples opciones en el perímetro [afuera], de ponerse en sintonía con cada jugador en cada ruta particular, trabajar en el árbol de rutas; sin duda, necesitamos seguir trabajando en todos esos detalles. Así que, creo que todo ello formará parte de nuestros esfuerzos futuros".

Otra cosa cambió después de la lesión de pantorrilla sufrida por Prescott el pasado 17 de octubre. Su entrenador personal de mariscales de campo John Beck, que labora con la empresa 3DQB, asumió un puesto de asistente con los New York Jets el 2 de noviembre para ayudar en el proceso de formación de Zach Wilson, selección general número 2 del draft.

Prescott indicó que seguía recibiendo indicaciones de Adam Dedeaux, socio de Beck.

"Creo que podemos decir que la temporada [en sí] no es tan importante como la temporada baja", expresó Prescott durante la campaña. "Pero sí, espero volver con él [cuando] llegue la temporada baja".

Prescott considera que Beck y 3DQB son parte de las bases de su éxito. Si bien su calentamiento previo a los partidos se convirtió en una sensación viral, los detalles del programa ayudaron a elevar el juego de Prescott. Sin embargo, en la temporada baja anterior no pudieron hacer todo lo que querían debido a la recuperación de Prescott de su lesión de tobillos.

"Todo tenía que ver con la rehabilitación", dijo Beck, que no volverá con los Jets. "Tal como en el inicio, hubo días que no podíamos tenerlo de pie, haciendo un día de trabajo normal. Tuvimos que hacer cosas que le quitaron su equilibrio y ser estratégicos en la forma como trabajaríamos algunas habilidades de rotación, su equilibrio, su mecánica, sin exigirle en exceso a su pierna y tobillos demasiado pronto".

Considerando los detalles implícitos en la posición del hombro relacionada con las caderas y la torsión necesaria para hacer ciertos lanzamientos, no había mucho que Prescott y su entrenador pudieran hacer.

"Dak, por naturaleza, es exigente consigo mismo", afirma Beck. "Irá más allá del límite. Intentará volver más pronto [de lo estimado], diciendo: 'Oye, me siento bien. Vamos.' Pero hay que ser inteligente con eso".

La mayor parte del poder proviene de la pierna derecha de Prescott. Sin embargo, no todos los lanzamientos requieren de la misma cantidad de fuerza física. Gran parte del trabajo efectuado por Prescott radica en la simulación de situaciones de juego, para que lo antinatural se convierta en natural.

"Dak está programado para tener excelentes pies y ser lo más limpio posible", dijo Beck.

Para la temporada baja anterior, el objetivo era lograr que Prescott volviera al nivel que tenía antes de la lesión. En la actualidad, la meta es lograr que sea mejor que nunca "aunque solo sea en uno por ciento", dice Beck.

Los entrenamientos oscilan entre el área metropolitana de Dallas, donde se encuentra el campo de grama artificial del jardín de la casa de Prescott, y California. El tiempo que trabaja en el terreno varía en cada sesión. En algunas ocasiones, varios compañeros acompañan a Prescott, que organiza viajes para forjar una mejor relación dentro y fuera del campo.

"Sé que se siente emocionado por tener una temporada baja que parezca similar a su temporada baja normal", afirma Beck.

Beck tiene razón.

"Sólo tener una temporada baja completa y poder hacer mi entrenamiento; sin preocuparme por la recuperación de mi pierna, todas mis rutinas de mariscal de campo y todo lo que hago dentro de una temporada baja normal y saludable", expresa Prescott.

Aparte de su salud, el futuro contractual de Prescott era objeto de conjeturas hace un año. ¿Volverían los Cowboys a colocar la llamada etiqueta franquicia sobre Prescott para retenerlo un año más? ¿Podrían justificar un contrato tan cuantioso, después de que el jugador sufriera una lesión tan severa?

Esas interrogantes fueron respondidas en marzo cuando Prescott firmó un pacto para ganar un salario promedio de $40 millones por temporada, sólo superado en ese momento por el mariscal de campo de los Kansas City Chiefs Patrick Mahomes ($45 millones) y posteriormente por Josh Allen de los Buffalo Bills ($43 millones).

Sin ser perfecto, Prescott respondió a los cuestionamientos sobre su habilidad para volver a un nivel óptimo durante el transcurso de la temporada luego de sufrir semejantes lesiones.

Ahora Prescott, que cumplirá 29 años en julio próximo, necesita responder otra pregunta: ¿Puede llevar a los Cowboys a un Super Bowl?

"Soy un trabajador. Es lo único que sé hacer", expresó Prescott desde el podio del AT&T Stadium. "Me tomaré más o menos una semana para apartarme. Supongo que podrían decir [que lo haré] para despejar mi mente. Pero eso es un poco difícil para mí; especialmente después de una temporada como ésta, teniendo la oportunidad, teniendo la gente que tenemos. Creo que esta es una temporada que, probablemente, se quedará conmigo y me motivará por el resto de mi carrera, no sólo en esta temporada baja. Volveré bastante rápido".

"Aspiro mejorar, convertirme en mejor jugador y hacer todo lo que pueda para ayudar al equipo a volver a esta posición. Pero, lo más importante, a ganar".