Álvaro ‘El Flaco' Fernández conversó con ESPN sobre su paso por Gimnasia y Esgrima La Plata entre 2014 y 2016, donde fue parte de un muy buen equipo dirigido por Pedro Troglio y compartiendo el mediocampo con Nacho Fernández.
Sobre cómo es jugar en Gimnasia, el Flaco contestó: “Espectacular. Es uno de los equipos que me ha marcado más. En Gimnasia la pasé muy bien, estás con el hincha todo el tiempo si vivís en La Plata, te los cruzás en todos lados”.
El uruguayo también comentó que el hincha del Lobo es muy fiel y que ya quince días antes del clásico platense le empieza a decir a los futbolistas la importancia de ganarle a Estudiantes. "Se vive con mucha pasión", remarcó.
“El del 2015 fue el mejor Gimnasia que armé”, ha comentado el entrenador Pedro Troglio, valorando, entre otros al futbolista uruguayo. El volante también reconoce el valor de Troglio en su carrera.
“Troglio es un loco lindo, yo siempre digo que te tiene que dirigir un Pedro Troglio a lo largo de tu carrera”, remarcó Fernández, quien guarda del entrenador recuerdos muy preciados, a pesar de que al principio la relación no era la ideal.
“Llegué a Gimnasia y en las primeras siete fechas no jugué ningún minuto, iba al banco pero no me ponía hasta que un día habíamos perdido el clásico y cambió la formación, pasó a un 4-4-1-1 y me metió de enganche”, comentó el uruguayo.
Con la modificación el equipo comenzó a mejorar su rendimiento y a obtener resultados, por lo que el volante se afianzó como titular: “Estuve dos años jugando de titular sin salir ningún partido, y siempre lo jodía, yo le decía a Troglio: ‘Pensar que al principio no me ponías, me decías que era un vago’”.
Pero claro, el entrenador sabía cómo responder y le comentaba: “Yo te cambié el chip, vos no querías correr”. "Siempre salía ganando, nunca le podías ganar una discusión", recordó entre risas el Flaco.
Fernández también valoró que si bien se trabajaba cuando se debía hacerlo, había muchos momentos que permitían la diversión a lo largo de la semana. Incluso se hacían campeonatos de penales y el propio entrenador regalaba televisores o relojes. Hasta a veces los premios no eran por torneos internos e individuales sino por objetivos colectivos cumplidos.
“Troglio por ejemplo nos podía decir que si en los próximos tres partidos sacábamos siete puntos sorteaba tal cosa”, recordó Fernández. Entre esos sorteos llegó a ganarse dos televisores y volviendo a reír sentenció: “La única vez que me gané algo en un sorteo fue con Pedro, creo que por eso le tengo gran recuerdo”.