Tras el empate sin goles ante Perú en la primera jornada de la Copa América 2024, la Selección de Chile enfrentaba el compromiso frente a Argentina con la misión de buscar un buen resultado para mantener sus opciones de clasificar en el grupo A del certamen de la Copa América.
Por otro lado, la Roja ingresó al campo del MetLife Stadium sabiendo el resultado de Perú que perdió contra Canadá y con el peso de la historia reciente ante Argentina en este reducto, donde Chile festejó su segunda Copa América en 2016.
Con esa rivalidad aun fresca entre los combinados trasandinos, el desarrollo del primer tiempo se vio friccionado y con ambos equipos marcados por la cautela y el estudio mutuo.
Más allá de algunas aproximaciones encabezadas por Lionel Messi, Argentina no tuvo la profundidad que evidenció ante Canadá, mientras que la escuadra que dirige Ricardo Gareca se enfocó en mantener el orden táctico.
No obstante, la jugada de la discordia llegó temprano, a los 10 minutos y tuvo como protagonistas a Víctor Dávila y Cristian "Cuti" Romero. El atacante del CSKA Moscú fue a disputar un balón aéreo y se desplomó tras recibir un presunto codazo por parte del defensor del Tottenham.
Los chilenos pidieron penal, pero el juez uruguayo Andrés Matonte desestimó la falta y el VAR tampoco hizo la llamada para su posterior revisión.
En el segundo lapso, las acciones tuvieron un arranque similar al primer tiempo, pero con una Albiceleste intentando impregnar mucha más presión en campo rival.
De esta forma, fue que Nahuel Molina tuvo la más clara para el conjunto de Lionel Scaloni a los 49’, con un remate potente y a quemarropa que supo repeler Claudio Bravo en el pórtico chileno.
Luego, al cuarto de hora del complemento, Chile se salvó nuevamente gracias a los guantes de Bravo, ayudado por el travesaño, tras un furibundo remate de zurda de Nicolás Gonzalez, uno de los más activos en la ofensiva argentina.
Por su parte, la Roja debió esperar 72 minutos para encontrar su primer remate al arco y fue uno que le dio problemas a Emiliano Martínez, el guardián albiceleste, que atajó un remate de media distancia de Rodrigo Echeverria, una de las figuras en el mediocampo nacional.
Y aquel disparo fue un aviso, ya que la ocasión más peligrosa a favor de Chile llegó solo tres minutos después con otro disparo del volante de Huracán y exigió, esta vez en doble instancia, al meta del Aston Villa, que se mostró solvente.
Cuando parecía que ambos elencos firmaban tablas, a los 88’, una jugada a balón detenido cambió la historia y le permitió a Lautaro Martínez anotar su segundo gol de la competencia, luego de cazar un rebote y fusilar a un Bravo que quedó sin opciones.
Con este resultado, Chile sumó su segundo partido sin convertir goles en el torneo y, con esta derrota, deberá definir ante Canadá sus opciones de avanzar de fase, donde la victoria es el único marcador que le sirve. Argentina, por su lado, selló la clasificación a cuartos de final, independiente de lo que suceda en el duelo contra Perú.