Boca Juniors y Fluminense se enfrentarán el próximo 4 de noviembre en la final de la CONMEBOL Libertadores 2023, que tendrá al Maracaná de Río de Janeiro como gran escenario de un partido que se presenta equilibrado más allá del presente y del camino de cada uno de los protagonistas.
¿Quién es el favorito en la final de la Libertadores?
Los dos finalista llegaron a la instancia decisiva tras una larga campaña en la que debieron superar diversos y complejos obstáculos. A 120 minutos de la Gloria Eterna, tanto Fluminense como Boca tienen sus argumentos para imponerse y quedarse con la edición 2023 de la CONMEBOL Libertadores, aunque como siempre surge la incógnita: ¿quién llega con más posibilidades?
Hablar de favoritismo en una final es jugar a hacer futurología. El fútbol, se sabe, es imprevisible y un partido se puede definir por diversas circunstancias, que van desde el funcionamiento colectivo hasta el simple talento individual, pasando incluso por el azar.
En los papeles se podría llegar a analizar que Fluminense cuenta con una pequeña ventaja sobre Boca. El hecho de jugar en su casa representa una ventaja para los brasileños. Algunas estrellas del deporte, como Romario, ya calentaron la previa. Sin ningún tapujo, afirmó que los de Diniz deben quedar campeones ante el Boca de Almirón (sí, estamos suavizando lo que declaró el exdelantero).
Sumado a eso, Diniz por momentos logró un funcionamiento digno de los mejores del mundo. Con un equipo que de mitad para adelante es temible, supo juntar apellidos de peso y de calidad que marcan la diferencia. El tridente Ganso-Cano-Arias es temible, cada uno con su característica particular.
La visión de Ganso, la velocidad y desequilibrio del colombiano Arias y el olfato goleador del argentino, que no por nada le disputa a Haaland, Cristiano y Mbappé el mote de máximo goleador en todo el mundo. Pasando de la teoría a la práctica, Fluminense lleva anotados 22 goles en 12 partidos en toda la Libertadores y solamente no pudo anotar en dos juegos de toda la competencia.
Como otro punto a favor de los brasileños podría destacarse la experiencia. El contar con futbolistas de larga trayectoria en el fútbol sin dudas es un plus para este tipo de partidos cerrados y donde mantener la cabeza fría es fundamental, más teniendo en cuenta que la definición podría estirarse hasta los 120 minutos.
Todos estos apartdos podrían indicar que el Flu, que a nivel integral hizo una gran Copa, estaría un pelo por encima del Xeneize, que por su lado fue un escollo durísimo para todos sus rivales, exigiéndolos al máximo y llevando el partido a su terreno. Sin embargo, no todo es color de rosa para el elenco de Diniz. Los brasileños no son del todo sólidos en defensa, cualidad que quedó más marcada tras la clasificación a la final: le metieron once goles en cinco partidos.
El segundo componente de esta final, Boca Juniors, también ha hecho sus méritos para soñar con la séptima Libertadores, ese anhelado título que ha sido esquivo desde hace ya 16 años. Si bien no destaca tanto en el apartado goleador como su rival (convirtió tres goles en toda la fase de eliminación de esta Copa), sí hay otros atributos que lo convierten en un digno finalista de esta edición 2023.
Con vistas al pasado, Almirón no inició su ciclo de la mejor manera en el Xeneize. Tomó un fierro caliente tras los malos números de Ibarra en el comienzo de año y tuvo que impregnarle su sello a este equipo, que generó una excelente combinación de juventud y jerarquía.
Una defensa sólida, un mediocampo de juego, la presencia de Chiquito Romero como la muralla impenetrable en etapas de definición y la consolidación de juveniles que pedían pista fueron algunos de los puntos altos del DT, que obviamente no estuvo alejado del ojo de la crítica del hincha ni de la prensa.
Particularmente en CONMEBOL Libertadores, Boca se hizo de la capacidad de salir ileso incluso de las situaciones donde parecía que era imposible que todo empeorara. Le tocó definir de visitante en cuartos y semifinales ante estadios repletos y con marcadores abiertos. Y no lo hizo para nada mal. Consiguió mantener el empate en Avellaneda y en Brasil, jugando con uno menos durante más de 20 minutos, también llevó el juego a su terreno, al barro, donde estaba cómodo y donde el rival caía en la impaciencia.
Si algo dejó en claro Almirón es que no se pone colorado a la hora de resignar juego en busca de un sector defensivo sólido y que se convierta en un fuerte para el Xeneize. La línea de 5 apareció en momentos puntuales durante las etapas sensibles y aquel tridefente de centrales formado por Figal-Rojo-Valentini dio la talla cada vez que le tocó jugar. Lamentablemente para Almirón y Boca, Marcos Rojo no estará en cancha y que fue expulsado contra el Verde. El equipo extrañará su liderazgo y experiencia en un partido que será a todo o nada.
Hablar de este Boca finalista es imposible sin un factor determinante: Sergio 'Chiquito' Romero.
El arquero es una de las figuras del equipo en el certamen y fue la razón por la que Boca avanzó en las tres series de eliminación directa, todas definidas desde los doce pasos. Su frase 'atajo dos' dejó de ser un mero gesto en busca de tranquilizar a sus compañeros y, con el paso de los partidos, empezó a ser una realidad palpable para hinchas y una preocupación para los rivales de turno.
Chiquito tapó dos contra Nacional, dos ante Racing y dos en Brasil ante Palmeiras. Su porcentaje de atajadas desde la pena máxima es temible y sin dudas será algo a tener en cuenta para los de Diniz en el Maracaná.
Ya mencionada la solidez defensiva, el pragmatismo de Almirón y la eficacia de Romero en los penales, otro apartado clave en este Boca fue el toque refrescante que le dio la presencia de juveniles. Atrevidos, con hambre de gloria y sin miedo a lo que pueda pasar, Equi Fernández, Medina y Valentín Barco dieron que hablar en toda la Copa.
El mediocampo con sangre joven, renovada, fue un plus aún más tras la ida de Alan Varela, otro hombre de la casa que partió hacia Europa. Con estos tres apellidos en la pizarra, el rol de Pol Fernández también se modificó y adoptó una posición que generó controversia pero que, a fin de cuentas, pudo cumplir. Se paró de '5', repartió juego y se complementó a la perfección con Equi, su tándem en esta Libertadores.
El toque final para este equipo es una delantera picante, que pelea todas y con categoría para definir cuando están frente al arco. Almirón encontró en Merentiel-Cavani a un duo que se convirtió en un dolor de cabeza para los rivales. La Bestia se ganó su lugar a base de sacrificio y goles, mientras que Cavani llegó como la estrella que marcó el gol en Brasil ante Palmeiras pero que en su interior reconoce que podría haber marcado más tantos de los que lleva en Argentina.
Relacionado con este punto aparece quizás la preocupación más grande del Mundo Boca en las últimas semanas: la falta de gol. El equipo creció en la generación de juego pero no es punzante en los metros finales, le cuesta convertir y eso le pasó factura en la Copa de la Liga, donde se encuentra parcialmente fuera de la zona de clasificación.
Todo este combo crea a un equipo interesante, que no es del todo estable pero que consiguió mayor fluidez de juego en las últimas semanas, período en el que el DT parecería haber encontrado su formación ideal.
No será un encuentro sencillo, ambos equipos cuentan con sus armas para lastimar y los dos entrenadores, de experiencia en este mundo, buscarán un título internacional para sumar a su palmarés. En la definición se sabrá la verdad. Boca y Fluminense, frente a frente, pondrán su nombre en la chapa del flamante campeón del continente.
La final de la CONMEBOL Libertadores 2023 entre Boca y Fluminense será el sábado 4 de noviembre desde las 17:00 (ARG/URU/CHI/BRA) y 15:00 (COL/ECU/PER), con transmisión de ESPN en Star+ (sólo para Sudamérica).