BARCELONA -- Rafa Márquez fue elegido por Joan Laporta en el verano de 2021 para dirigir al Barcelona B en sustitución de Javier García Pimienta, entonces técnico del filial y que fue uno de los condenados por la nueva junta ganadora en las elecciones de marzo de aquel año.
Problemas burocráticos impidieron que el mexicano accediera al cargo y el presidente azulgrana puso en el cargo entonces a Sergi Barjuan, personaje también ligado a la directiva y que, con todos los inconvenientes de un curso volcánico entrenó al filial... Hasta que hace pocas semanas se anunció su salida.
Al cabo de un año, solucionados todos los problemas, Laporta recupera su idea original y Márquez, el recordado Káiser de Michoacán, volverá al club en el que hizo historia como futbolista entre 2003 y 2010 para iniciar su aventura en los banquillos.
Una apuesta de riesgo contemplando su escasa, casi nula, experiencia... Pero una apuesta sostenida desde el convencimiento que ofrece un tipo que disfrutó como jugador azulgrana y tiene la seguridad de trasladar desde el banquillo todo lo que en su día recibió.
De Rafa Márquez dicen, quienes le han tratado, que es un tipo "tranquilo pero seguro" y que contrariamente a lo que pudiera pensarse se ha empapado hasta el fondo de lo que significa el modelo del Barcelona.
Lo aprendió como jugador y no dudó en implantarlo en su corta etapa al frente del equipo cadete del Alcalá a pesar de la novedad absoluta que ello representó en el club madrileño. Y, por supuesto, esa es la idea con la que aterriza en en el filial azulgrana.
A Pep Guardiola, considerado hoy entre los mejores entrenadores del mundo, sino el mejor, le nombró Laporta en 2007 técnico del mismo Barcelona B (a partir de ahora llamado Barcelona Atlético) sin que el catalán tuviera ninguna experiencia en los banquillos.
Los que hoy dudan de Márquez (que los hay) deberían echar la vista atrás y refrescar las críticas que recibió el presidente cuando apostó por Pep... Que se reprodujeron un año más tarde cuando fue catapultado a la dirección del primer equipo, por más que su aventura en el filial acabara con el éxito del ascenso. Los resultados hablaron por sí solos...
Ocurrió lo mismo con Luis Enrique, hoy seleccionador nacional, entrenador de un éxito indiscutible y que en 2008, sin ninguna clase de experiencia previa, sustituyó a Guardiola en el banquillo del segundo equipo azulgrana. Al cabo de 14 años nadie se atrevería a poner en duda la capacidad del asturiano...
Tanto uno como el otro disfrutaron en su momento de un apoyo innegociable por parte del presidente e inculcaron en los jóvenes futbolistas del Barça un sistema de juego salvajemente personal. Ese estilo propio que, trasladado al primer equipo, convirtió al club en referencia.
¿Márquez? "Es distinto" se afirma desde el Barça... Para dejar claro que "también lo son entre ellos Pep y Lucho. Son carácteres diferentes, pero los une la pasión por una idea que también tiene Rafa". Y eso es, precisamente, lo que se busca en el Camp Nou. Volver a unir de manera indiscutible el filial, el Barça Atlético, con el primer equipo.
El mexicano iniciará mañana la pretemporada tras firmar un contrato de dos años en los que deberá mostrar que aquella calidad soberbia que tuvo como futbolista la puede trasladar al banquillo. Apostar ahora si el Barcelona Atlético será la rampa de lanzamiento en la carrera de Rafa Márquez como entrenador se estima muy aventurado, pero confiar en él debe ser igualmente obligado a la vista de lo que se vio en tiempos pasados en el club.
No son pocos los ex jugadores del Barça que han hecho carrera en los banquillos comenzando desde abajo, muchos de ellos en el propio club. Y la aventura que comienza Káiser de Michoacán tiene similitudes que invitan al optimismo.